Un recorrido por Tengchong
Por JIAO FENG
TENGCHONG es una ciudad fronteriza de China, ubicada en el suroeste de la provincia de Yunnan. Eclipsada por ciudades vecinas como Lijiang y Dali –ambas famosas por sus montañas nevadas, sus ríos cristalinos y una fascinante cultura étnica–, Tengchong ha permanecido en la sombra debido también a un sistema de transporte poco desarrollado. Hasta 2009, año en el que se inauguró el aeropuerto de Tuofeng, la única forma de llegar desde Kunming, la capital de Yunnan, era a través de un viaje de diez horas en autobús. Actualmente, hay un vuelo que dura apenas 50 minutos.
Tengchong es un inesperado encanto para el turista. Ofrece numerosas fuentes termales, gracias a los volcanes situados en sus alrededores, además de una deslumbrante producción de jades y esmeraldas (de hecho, la ciudad es el mayor centro de distribución de piedras preciosas de China) y sitios históricos que recuerdan su pasado como parada importante de la Ruta de la Seda.
El clima permanentemente templado de Yunnan invita a los chinos del norte a pasar acá unas agradables vacaciones de invierno. Atraídos por la posibilidad de recibir los rayos del sol en un apacible sendero o bañarnos en las aguas termales bajo un cielo estrellado (un drástico contraste con el esmog de Beijing), mis amigos y yo empacamos y nos dirigimos hacia Tengchong.
La aldea de Yinxing
Nuestra primera parada fue la aldea de Yinxing (Gingko), a 40 km de Tengchong. Como su nombre lo sugiere, la aldea está llena de árboles gingko, 3000 en total, de los cuales 50 tienen más de 500 años de antigüedad. Los viajeros generalmente acuden a la aldea en noviembre y diciembre, después de que el otoño ha convertido al bosque en oro.
Lo cierto es que nos perdimos la mejor temporada, que es cuando la mayoría de hojas caen y crean una especie de alfombra móvil que, sin escobas a la vista, cruje a través de calles, patios y la plaza central. La paz reina al mediodía en esta comunidad rural. Con excepción de unos cuantos estudiantes que se apresuraban por llegar a casa a almorzar, vimos poca gente en las calles. Quienes se percataron de nuestra presencia la tomaron como algo natural: los turistas con mochilas y cámaras fotográficas parecen haberse convertido en una faceta más de la vida cotidiana de Yinxing.
Muchos hogares de la aldea son también restaurantes que ofrecen la gastronomía local. Afortunadamente, el negocio es todavía lento en los primeros días de la primavera, así que tuvimos tiempo y espacio para disfrutar de la sabrosa especialidad de la aldea: el pollo guisado de raza silkie con frutos de gingko.
El pollo silkie, distinto por su carne y huesos de un color azul oscuro, es más nutritivo que otras razas de pollo chinas. Los cocineros locales se encargan de todo el proceso, desde la captura hasta el sacrificio y la preparación de los pollos, que deambulan por los patios de las casas que sirven también como comedores. Todo se hace a vista de los clientes para asegurarles que se trata de carne fresca de aves de corral. La carne se cuece a fuego lento en una estufa de leña sobre una gran sartén de hierro.
El poblado de Heshun
Nuestra siguiente parada fue el antiguo poblado de Heshun (que significa “viento en popa”), a 3 km de Teng-chong. Su nombre proviene de un verso que dice: “Los nubarrones son buena fortuna y una ráfaga de viento trae siempre consigo viento en popa”. Menos visitado que otros poblados, y por lo tanto indemne de toda comercialización y del inevitable daño que acompaña al gran turismo, Heshun ha logrado conservar su serenidad.
El espíritu aventurero y emprendedor está muy presente en sus pobladores, quienes han viajado y hecho negocios por todo el mundo durante generaciones. Muchos viven en el extranjero, aunque, como manda la tradición, envían periódicamente dinero a sus familiares, quienes lo invierten en la construcción de viviendas, templos ancestrales e instalaciones públicas.
La Biblioteca de Heshun, construida en 1938 con donaciones de los residentes en el extranjero, contiene más de 70.000 títulos, entre ellos 10.000 volúmenes raros. Es la biblioteca rural más grande de China. Un pabellón de madera se encuentra junto al río que atraviesa el poblado. Los hombres dicen que fue levantado hace mucho tiempo como un refugio contra el sol y la lluvia para las esposas que permanecían en casa e iban a lavar al río, desde donde observaban el lejano horizonte mientras anhelaban el retorno de sus maridos.
Todos los caminos están muy bien pavimentados con losas de piedra. Según la costumbre local, los ciudadanos más pudientes tienen el deber de construir vías públicas. Los visitantes no corren el riesgo de perderse. En caso de que se topen con un callejón sin salida, los pobladores los pondrán pronto en la ruta correcta.
Como cada centímetro de Heshun atrapa la vista, ya sea en una esquina, en una calle o en un tejado roto, es imposible identificar un solo punto escénico. El poblado es, en realidad, un hermoso escaparate en el cual uno se siente parte.
El crecimiento del turismo, sin embargo, ha traído consigo algunos cambios en la comunidad local. Numerosas tiendas de jade se han abierto en el distrito comercial, muchas casas han sido convertidas en hoteles y unos cuantos cafés y bares han aparecido. Nos guste o no, Heshun está cambiando, aunque a un ritmo mucho más lento que el resto del mundo.
Volcanes y geoparque
Tengchong, en la frontera de las placas Euroasiática e Índica, está acostumbrada a los movimientos de la corteza terrestre. En su superficie de más de 5.800 km² hay 99 volcanes que generan más de 88 fuentes termales.
El geoparque nacional y el lugar de maravillas volcánicas se encuentran en los suburbios remotos de Tengchong, fuera de la red de transporte público. Por lo tanto, son accesibles solo en taxi o en auto alquilado. Estos últimos son de propiedad privada, por lo que uno debe negociar la tarifa y la ruta con los choferes.
Nuestra primera parada en el parque fue la montaña Xiaokong, cuya forma se asemeja a un cono truncado. Descendimos desde su cima hasta el fondo de un cráter de 47 metros de profundidad, el cual está lleno de gravilla de lava porosa, cuya baja densidad le ha valido el epíteto local de “roca flotante”.
Uno de los principales atractivos del parque son sus columnas basálticas, una serie de columnas paralelas de piedras prismáticas. Esta extraña formación de lava ha sido resultado de la contracción después de un enfriamiento en el flujo basáltico en medio de otras rocas extensivas e intrusivas.
El Heiyu (pez negro) fue un río subterráneo antes de que la lava bloqueara su curso y lo desviara por encima del suelo. Es la fuente termal de baja temperatura más grande de Tengchong y es rico en minerales. En primavera y verano, decenas de miles de peces negros surgen de su tramo subterráneo. La exposición a la luz solar y el acceso a una mayor variedad de comida los vuelve más suaves y rechonchos. Pescarlos y freírlos en una parrilla se ha convertido ya en un plato típico.
Si lo que usted busca es una vaporosa experiencia, nada como ir al Área Escénica Rehai (que significa “agua termal”). Situado en un valle del suroeste de Tengchong, hay al menos 14 fuentes termales, cuyas temperaturas son de alrededor de 90ºC. En la entrada compramos papas y huevos, y siguiendo el fuerte olor a azufre llegamos a la “olla”, una fuente de tres metros de diámetro de la cual brota incesantemente agua hirviente. Colocamos nuestros alimentos en el borde, junto a los de otros visitantes, y esperamos hambrientos a que se cocieran.
El área comprende un conjunto de fuentes termales. Una de ellas, llamada Perla Primaveral, aflora a través de rocas porosas pareciéndose, en efecto, a una serie de perlas. Otra, denominada Gafas, presenta dos piscinas muy similares, como si se trataran, en efecto, de unos anteojos.
Al lado del valle hay un barranco de baños, el cual fue el final perfecto para nuestro viaje. Después de remojar nuestros adoloridos músculos en sus aguas terapéuticas, cada uno ordenó un tazón de ersi, un bocadillo local de fideos de arroz. Salimos del parque bajo un cielo tan estrellado que las constelaciones parecían tan cerca y deslumbrantes. Se trata, ciertamente, de un mundo muy alejado del nuestro, aquel del tráfico pesado en el día y de las luces de neón en la noche. En ese momento casi no pude soportar la idea de volver a la ciudad.
Otros lugares históricos y puntos escénicos:
El Museo de la Invasión Japonesa de Yunnan y Myanmar
Se trata del primer museo privado dedicado a la resistencia china contra la ocupación japonesa. Su colección comprende más de 6.000 objetos y cerca de 1.000 fotografías antiguas. El ex presidente Jiang Zemin llevó 39 de sus piezas a una de sus visitas a Estados Unidos. Yunnan fue un estratégico campo de batalla durante la guerra contra la invasión japonesa, en la cual el Ejército chino luchó al lado de los aliados estadounidenses y británicos.
El Cementerio de los Mártires
Los soldados caídos de la 20º División del Ejército Expedicionario Chino, la cual liberó a Tengchong de la ocupación japonesa, fueron sepultados aquí en 1944. La batalla fue parte de los esfuerzos de protección de la Carretera de Birmania, una importante arteria de suministros militares. Más de 9.600 soldados chinos fueron asesinados en esta misión. El cementerio, construido en 1945, fue llamado Guoshang, en alusión a la oda a los mártires nacionales hecha por el poeta Qu Yuan en el siglo III a.e.c.
La Catarata del río Dieshui
Afluente del río Daying en el noreste de Tengchong, el río Dieshui se une a una serie de arroyos durante su curso y se precipita desde un punto de 46 metros de altura, a 2 km al oeste de la ciudad, sobre aguas situadas al pie de un acantilado. Dieshui significa “agua plegada”.
Los Humedales de Beihai
Rodeado de montañas, a 12,5 km de Tengchong, Beihai es uno de los 33 grandes humedales de China y el único de la provincia de Yunnan. Su ecosistema se compone de un lago de barrera en una meseta volcánica, la cual presenta una gran diversidad biológica. La zona se cubre de flores multicolores entre abril y junio.
El Valle de los Cerezos
Parte de la Reserva Natural de la Montaña Gaoligong, a 26 km al este de Tengchong, este valle es conocido por sus fuentes termales, sus bosques vírgenes, sus arroyos burbujeantes y sus rocas de extrañas formas. Los cerezos florecen en marzo y abril, lo que endulza el aire y ameniza el tranquilo valle, donde la gente puede disfrutar de un reconfortante paseo. La entrada a las fuentes termales es gratuita, pero los visitantes deben traer su traje de baño y otros productos necesarios.
Gastronomía:
La comida tiende a ser salada. Si usted prefiere una baja cantidad de sodio, no dude en hacérselo saber al cocinero.
Los platos típicos de Tengchong incluyen:
El Dajiujia o pasteles revueltos y fritos de harina de arroz. Los pobladores hacen un arroz finamente molido dentro de fideos cortos o gruesos. Tiene varias formas de preparación.
El puré de guisantes es una pasta con un aderezo que contiene alcaravea, aceite de pimiento picante, aceite de sésamo, aceite de cayutana china, salsa de tofu fermentado, etc. Se sirve con arroz horneado y es un elemento básico del desayuno en la región.
El Zongbao es el nombre local para el fruto de la palmera. El plato consiste en fruta triturada, revuelta y frita con rábano rojo y carne de cerdo. Al comenzar a disfrutarlo tiene un sabor amargo, pero luego se siente dulce en toda la boca. Solo se puede emplear el zongbao local, pues los de otras regiones son demasiado amargos.
El Ganmarou, o “carne caravana”, es la carne de cerdo guisada con varios condimentos. Su nombre proviene de su popularidad en las caravanas que transitaban a lo largo de la Ruta del Té y los Caballos.
Souvenir:
Las tiendas de jade y de madera tallada superan en número a todas las otras tiendas de regalos en la ciudad. Se dice que la gente de Tengchong fue la primera en descubrir el valor comercial de las esmeraldas y que fue pionera en el procesamiento de esta joya. La ciudad es ahora el principal centro de procesamiento y distribución de esmeraldas del sureste de Asia.
Los numerosos bosques de la región proveen a Tengchong de abundante materia prima para el tallado en madera, una faceta de la vida local que se observa en el marco de las ventanas, los muebles y los adornos de las casas. Un estilo único ha surgido de la larga historia de Tengchong. En los últimos años, el tallado en las raíces de los árboles se ha vuelto muy popular.