Suiyang, el museo geológico de China
Por WU MEILING
LA ciudad de Zunyi, en la provincia de Guizhou, está situada entre la cuenca de Sichuan y la meseta Yunnan-Guizhou. El paisaje que la rodea es impresionante en su variedad: montañas, quebradas, ríos, cuevas, aguas termales y mucho más.
El distrito de Suiyang es quizás la zona más hermosa de Zunyi y sus pobladores la llaman el “gran museo geológico de China”, una opinión con la que estoy de acuerdo luego de haber visitado el lugar. Suiyang es, en verdad, una oda al poder y a la belleza de la naturaleza.
Tierra de poetas
Las maravillas naturales de Suiyang han tenido mucha fama entre los chinos desde hace miles de años. El distrito se ha ganado un nombre por ser el lugar predilecto de muchos literatos, quienes buscaban una inspiración en su paisaje. Hoy en día, los turistas visitan Suiyang para rendir homenaje a aquellos poetas, escritores y artistas que desplegaron allá todo su talento.
Suiyang aparece bajo diferentes nombres en los registros históricos. Adquirió su nombre actual en el año 611, cuando la dinastía Sui estableció una administración distrital en la zona. Suiyang tiene su origen etimológico en el Libro de los cantos, un clásico de la poesía china, y significa “paz y abundancia”.
La edad de oro de Suiyang se dio durante la dinastía Tang (618-907), cuando fue elegida como la capital de la prefectura de Bozhou. Durante la dinastía Han del Este, Yin Zhen (79-162), un literato nacido en Guizhou, fundó una escuela de confucianismo y caligrafía, en la cual enseñó durante trece años.
El nombre de Suiyang está estrechamente vinculado con el legado de los mejores poetas de la dinastía Tang. En el oeste de la ciudad se encuentra un templo ancestral de la familia Bai, construido por los descendientes del poeta Bai Juyi (772-846). En el este figura la mansión privada de la familia Du, donde vivían los parientes de Du Fu (712-770), otro prominente poeta de la dinastía Tang. La Sala Huaibai es la antigua residencia de Li Bai, uno de los poetas más famosos de China y quien, según se dice, escribió numerosos versos románticos y surrealistas durante su exilio en la región.
Entre la dinastía Song (960-1279) y la Qing (1644-1911), más de cincuenta reconocidos poetas nacieron en Suiyang. Sin embargo, la lista no ha dejado de crecer luego de la fundación de la República Popular China: Liao Gongxian, Li Famo y Du Xingcheng gozan hoy de un renombre nacional.
Majestuosas cuevas
Existen muchas cuevas ocultas en cada una de las numerosas montañas de Suiyang. Las cavernas Shuanghe están consideradas entre las mejores del país. El director del Instituto de Investigación de Recursos Montañosos de Guizhou, He Wei, señala que hay 198 cuevas en la zona de Shuanghe, muchas de las cuales están conectadas entre sí.
Durante mi visita, una organización internacional de espeleólogos llevaba a cabo una profunda investigación en la zona. Muchos de ellos eran franceses, con quienes me encontré en su camino cuesta arriba. A pesar de los rasguños sufridos, estaban de muy buen humor por el descubrimiento de toda una serie de maravillosas cavernas.
Lógicamente, las cavernas Shuanghe atraen a un mayor número de turistas extranjeros. Fue el único punto turístico de la provincia de Guizhou incluido en la lista de los “50 Mejores Destinos para Turistas Extranjeros”, realizada por el diario Global Times en 2006. Desde entonces, el número de visitantes se ha ido incrementando.
Situado a unos 50 km de la ciudad de Suiyang, el complejo de Shuanghe aparece escondido entre las montañas. Dos ríos convergen en la zona; de allí el nombre de Shuanghe, que significa “dos ríos” en chino.
El relieve cárstico de Shuanghe se compone de tres capas o pisos. Ocho grandes cavernas se ramifican en 118 cuevas. Cuatro ríos subterráneos delinean su camino a través de 23 salidas. La longitud total del complejo de Shuanghe es de unos 138 km, por lo que es el mayor complejo de cuevas de China, el segundo de Asia y el decimosexto del mundo.
Lo que hace único a Shuanghe es su antigüedad, pues el estrato de dolomita se ha acumulado durante 400 millones de años. Ciertamente, es muy raro encontrar en el mundo tantas cuevas con este tipo de estratos y por ello son estudiadas por geólogos de todo el mundo.
Como periodista tuve la suerte de acceder, junto con expertos del Instituto de Investigación de Recursos Montañosos de Guizhou, a la Cueva de Cristal de Yeso, que aún no ha sido abierta al público. La cueva, escondida en las profundidades de Shuanghe, contiene una serie de maravillas. Su cúpula azul de celestita y sus perfectas paredes de cristales de yeso blanco parecían palaciegas. Los cristales de yeso tienen una variedad de formas y tamaños; parecen crisantemos, magnolias, peonías y flores de loto.
Al salir de la cueva visitamos muchos otros lugares. Vimos grandes estalagmitas y estalactitas, así como cascadas subterráneas. Los turistas abundaban. Bajo el calor de las luces brillantes, sentí que nuestra presencia quebraba la serenidad y la pureza de estas antiguas cuevas. Por supuesto, estas merecen ser apreciadas por todo el mundo, pero ¿a qué costo? ¿El cada vez mayor número de turistas arruinará este espectáculo de la naturaleza? Espero que no.
Y mucho más...
Al recorrer el distrito de Suiyang me pareció que estaba en un barco. Los árboles a mi alrededor formaban el océano, mientras que las cimas de los picos eran las islas. La sensación fue especialmente mayor cuando emprendimos una excursión a la cima de la montaña más alta de la reserva natural Kuankuoshui.
La reserva, ubicada en el norte de Suiyang, cuenta con grandes extensiones de bosques. Abarca una superficie total de 26.231 ha, de las cuales el 80% es bosque. La montaña más alta de Kuankuoshui se llama Montaña del Sol. El agua del río Furong nutre los bosques, que son el hogar de muchos animales cuya protección es prioritaria para el Estado y de más de 148 especies de aves. Precisamente, la reserva natural es uno de los tres mejores lugares de China en el que se pueden observar especies raras de aves.
La reserva presenta cuevas, bosques, montañas, lagos y ríos. Era otoño cuando la visité y al caminar a través de un sendero aislado y cubierto de hojas, con el acompañamiento del canto de las aves, no pude dejar de tararear una melodía de Joseph Haydn. Seguramente –pensé– Haydn se inspiró mucho en el canto de los pájaros.
En la reserva sobresale un valle en forma de U de 600 m de profundidad, cuyos picos alcanzan los 1.300 msnm. El paisaje es impresionante. La reserva, así como el paisaje que la rodea, está llena de cuevas. Nos detuvimos en una llamada La Cueva del Loto. Un templo budista rojo se lucía afuera, lo que, junto al precipicio y los árboles antiguos, formaba un cuadro armonioso.
Kuankuoshui es un lugar ideal no solo para evitar el calor del verano, sino también para apreciar la nieve en el invierno. La temperatura no es muy alta en verano, pero sí hace mucho frío en invierno, por lo que la temporada de nieve se prolonga normalmente de tres a cuatro meses. El bosque subtropical es el hogar de numerosas especies de insectos, aves, mamíferos y plantas raras.
Un lugar de leyenda
El área escénica de Hongguoshu, en Suiyang, es igualmente impresionante. Es realmente un gran museo geológico y sus cuevas reflejan diversos procesos naturales de formaciones de roca ocurridos durante millones de años. La zona está compuesta por más de diez lugares de interés turístico, que incluyen cuevas, cascadas y un puente natural de roca.
La cueva Tianyuan es, indiscutiblemente, la más conocida. Fue allá donde los hermanos Ran Jin y Ran Pu vivieron y practicaron las artes marciales, antes de luchar contra las fuerzas invasoras mongolas a finales de la dinastía Song del Sur.
Hay un agujero en el techo de la cueva. Los visitantes tienen que estirar el cuello para verlo. Lo hice y pude ver el cielo azul al otro lado. El guía me dijo que ninguna gota de lluvia había pasado a través de aquel agujero, no importa cuán intensa haya sido la precipitación.
Según la leyenda, el agujero también tiene relación con los hermanos Ran. Un día, la madre de ambos se encontraba en la cueva tatuándoles a ellos las espaldas, cuando de repente un relámpago y un trueno sacudieron la cueva abriéndose un agujero en el techo, a través del cual una luz roja se proyectó sobre las espaldas de los hermanos Ran. Era la señal de que un glorioso destino les aguardaba. De hecho, al impedir el avance de los mongoles hacia el sur, sus nombres quedaron grabados para siempre en la historia.
Luego de pasar Tianyuan llegué a Tiansheng, un puente natural de roca de 40 m de ancho, 50 m de alto y 60 m de largo. La gigantesca piedra en forma de arco se extiende justo sobre un río. No logré ver ninguna montaña rocosa a mi alrededor, por lo que me pregunté cómo una enorme roca había logrado colocarse precisamente por encima de un río.
De todos los lugares de interés en la zona de Hongguoshu, Shuilian (también llamada Cueva de la Cortina de Agua) es la más maravillosa. Su nombre lo dice todo, pues se trata de una cueva formada detrás de una cascada, la cual parece realmente una cortina si es vista desde el interior de la caverna, solo que ruidosa. La cueva es muy fresca en su interior y la diferencia de temperaturas con el exterior puede alcanzar unos 16°C.
Luego de salir de la cueva nos dirigimos por un estrecho sendero en una colina cercana hasta que conseguimos una vista de pájaro de la espectacular caída de agua, de 26 m de ancho y 36 m de alto. No es tan grande como otras cascadas de China, pero creo que es una de las más hermosas.
Jiudaomen
La zona paisajística de Jiudaomen, a 10 km de Kuankuoshui y de las cavernas Shuanghe, presenta numerosas colinas cársticas y alberga a Wufengling, o Montaña de las Cinco Cumbres, y el río del Dragón Negro.
El paisaje de Jiudaomen es muy similar al de Zhangjiajie, un patrimonio mundial de la humanidad. No solo los nombres de los picos son muy parecidos, sino también su relieve.
Wufengling está formada por cinco cumbres, que en su conjunto se asemejan a un enorme fénix. Por ello, las cumbres han recibido los nombres de Pico, Cuello, Alas y Cola del Fénix. Cientos de tipos de flores son oriundas de la zona y la primavera presenta un paisaje policromático.
Las aguas del río Heilong, que significa “Dragón Negro” en chino, van hacia Jiudaomen a través de un valle muy estrecho de solo diez metros de ancho, delimitado a ambos lados por empinados acantilados. Miré hacia uno de los más cercanos y noté que tenía innumerables agujeros pequeños y, sorprendentemente, también menudas estalactitas y estalagmitas.
Para una buena salud
En Suiyang también vale la pena visitar Xiaosanxia (Las Tres Gargantas Menores). El río Furong sale de Kuankuoshui y sus muchas vertientes nutren cada rincón de la tierra. En el sector de 4 km que pasa por el poblado de Wenquan, la corriente parece enredarse con los vertiginosos picos, formando de esta manera las tres gargantas: Duanbixia, Huangyuxia y Dajianxia. Estas rivalizan en belleza con las famosas Tres Gargantas del Río Yangtsé. Para mí, las tres pequeñas gargantas de Suiyang resultan vencedoras pues aquí no hay una muchedumbre de turistas.
Después de varios días de caminata por las montañas, no hay mejor manera de relajarse que zambullirse en las fuentes termales. Cerca de las cavernas Shuanghe hay una que recibe un calor geotérmico de 1.500 m de profundidad. La fuente ha estado allí desde hace 500 millones de años. La temperatura del agua en la superficie es cálida durante todo el año. No te pierdas la oportunidad de tomar un baño en la fuente termal de Shuijing, la única en Guizhou que se encuentra al lado del río Furong.
Generalmente se dice que es muy saludable bañarse en una fuente termal, y la de Shuijing no es una excepción. Sus aguas contienen 18 minerales, incluido el estroncio, el cual tiene efectos terapéuticos para quienes sufren de enfermedades cardiovasculares. Es también muy beneficiosa para quienes padecen de enfermedades dermatológicas, reumatismo y artritis. Entre los pobladores de las zonas aledañas hay una incidencia muy baja de estos males, gracias al frecuente baño en estas aguas termales.