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2012-August-28 15:17

La bahía de Daya,una perla en el mar de la China Meridional

Por HU JUN

La caída del sol en la bahía de Pinghai. Hu Jun

Con la extravagante Hong Kong a tiro de piedra, la bahía de Daya es una belleza que suele ser pasada por alto. Salvo por un breve periodo en los años 1920 cuando logró notoriedad como refugio de piratas, la bahía ha llevado una existencia tranquila, igualmente subestimada tanto por turistas como por los promotores turísticos.

Situada entre las ciudades de Shenzhen y Huizhou en el mar de la China Meridional, la bahía de Daya tiene una extensión de cerca de 1.000 km². Sus chispeantes aguas están rociadas por más de un centenar de islas e inusuales formas rocosas que le han merecido el nombre de “El pequeño Guilin del mar”.

Mi familia solía ir a la bahía de Shuangyue y a la playa del pueblo costero de Yangmeikeng durante las vacaciones. Los dos lugares se encuentran en los extremos de la bahía de Daya, pero por algún motivo nunca pasamos por los 52 km de la carretera costera. Fui allí esta primavera con la intención de enmendar esta injusticia sin ser consciente del magnífico lugar que nos aguardaba.

Primero fuimos de Shenzhen al poblado de Gangkou, en el distrito de Huidong, cerca de la ciudad de Huizhou, en el extremo oriental de la bahía. Se dice que el mejor lugar para observar la bahía de Shuangyue y para comprender el porqué de su misterioso nombre (el cual significa “bahía de las dos lunas”), es desde la cima de la montaña Daxing.

Museo geológico de la península de Dapeng, Shenzhen. CFP

La montaña está rodeada por el mar por tres costados y resguarda una pequeña bahía con una acogedora playa de un kilómetro de longitud. La bahía de la Tortuga, tal y como es conocida, es la única reserva natural de tortugas de todo el mundo en una plataforma continental. Cada año, de junio a noviembre un sin número de tortugas marinas llegan a la playa para desovar.

Desde la cima de la montaña Daxing disfrutamos de la vista de pájaro de la bahía Shuangyue. En la mitad de nuestro campo de visión estaba el poblado de Gangkou con sus hileras de casas pintorescas. A la derecha del poblado se encuentra la bahía de Dongshanhai y a la izquierda, la de Pinghai. Ambas tienen forma de media luna, e inmediatamente comprendimos la bella analogía que hay tras el nombre de “la bahía de las dos lunas”.

La playa de arena blanca de la bahía de Dongshanhai se extiende a lo largo de siete espléndidos kilómetros, pero todavía no está totalmente desarrollada con fines turísticos. El paisaje de la bahía es encantador, pero atribuimos a la falta de infraestructuras turísticas adecuadas el que casi no viéramos gente.

El poblado de Gangkou es un paraíso para los amantes del marisco. La principal actividad económica del lugar es el procesamiento y exportación de mariscos, pero parece que los mejores platos todavía son servidos (y a un precio razonable) en los numerosos restaurantes que se encuentran en la calle principal. La cocina local incluye pepino de mar estofado en salsa de ostras, erizo de mar con arroz frito, mero al vapor, gambas hervidas, revuelto de almejas y sopa de pescado y almeja.

Antes de dejar el poblado nos detuvimos en un mercado de agricultores para hacer acopio de algunas de las frutas del lugar como lichi, mangos, papayas, longan y plátanos. No pasó mucho tiempo hasta que pudimos disfrutar de estas frutas sentados en el balcón del hotel donde íbamos a pasar la noche, mientras disfrutábamos de la bella vista del mar.

Nuestro hotel estaba en la bahía de Pinghai, en el oeste del poblado de Gangkou. Posee buenas instalaciones para turistas y numerosas casas de huéspedes y hoteles a lo largo de la costa que ofrecen una amplia gama de alojamientos para atender a diferentes tipos de necesidades. Según nuestro rápido sondeo, las habitaciones de los hoteles en la playa están limpias, elegantemente decoradas y los precios no son muy altos. La playa se encuentra a un corto paseo desde el alojamiento.

Estamos preocupados por el impacto del desarrollo inmobiliario y el turismo en la belleza natural del área. Los proyectos de construcción continúan y, según la versión de la gente, el ritmo de desarrollo es creciente. Las playas por explotar están empezando a serlo; quizá llegue el día en que la naturaleza sea arruinada por la actividad humana. Con un poco de suerte, no.

Sin embargo, la bahía de Pinghai es todavía una buena elección para mochileros y gente que viaja por su cuenta y busca un paisaje impresionante para un presupuesto limitado. Sus 20 km de longitud y 200 metros de anchura de playa prístina exhiben una blanca arena, por donde rompen perezosas y suavemente las olas.

Caminamos por la playa al anochecer, fijándonos en las siluetas recortadas de las lejanas barcas pesqueras sobre la puesta carmesí. Con la suave arena bajo nuestros pies y la gentil brisa del océano, podemos decir que hemos encontrado el paraíso.

A la mañana siguiente nos levantamos pronto para tomar algunas fotos del amanecer, pero nuestro plan se vio frustrado por una gruesa capa de niebla. Nos fuimos antes de lo previsto a nuestro próximo destino, la bahía de Xunliao.

De camino a Xunliao pasamos por la ciudad antigua de Pinghai, la cual tiene un encantador casco antiguo. Originalmente era una fortaleza militar construida durante las postrimerías de la dinastía Yuan (1271-1368). Cuando ésta cayó y se impuso la Ming, la piratería reinaba en la zona. El emperador fundador de esta dinastía, Zhu Yuanzhang, ordenó la construcción de fortalezas para defenderse de los ataques. Durante la dinastía Qing (1644-1911) otras seis fortificaciones fueron construidas alrededor de lo que se había convertido en una bulliciosa ciudad.

Ahora los restos del casco antiguo están ocultos entre los modernos edificios de la ciudad. La puerta de la ciudad, las murallas, las calles, residencias y templos están bien conservados y su visita es un agradable paseo.

La bahía de Xunliao era nuestro siguiente puerto de destino después de Pinghai. Xunliao está bastante desarrollado aunque nada más saliendo del centro de la ciudad es todavía posible encontrar ensenadas. La arena aquí es blanca y suave, y la ausencia de cualquier tipo de industria en las cercanías implica que el agua sea clara y pura.

La gente del lugar dice que antes había treinta inscripciones caligráficas bellamente talladas en los acantilados de la bahía de Xunliao, aunque, desgraciadamente, la mayoría han sido destruidas por las guerras.

Un niño corre al caer la tarde en la bahía de Xunliao. CFP

Al adentrarnos en una tranquila laguna vimos cómo el mar y el cielo se juntaban formando una resplandeciente masa azul. El muelle de pescadores ante nosotros remató la escena y por un breve momento nos olvidamos del estrés del trabajo y del ajetreo de la vida en la ciudad.

El puerto de Huizhou, en el noroeste de la bahía de Daya, tiene un fondo sombrío de altas montañas. Ya que es un puerto natural con un fondo llano, bien protegido del viento y con una extensa red de transporte terrestre, ha sido desde hace tiempo un importante centro en el comercio marítimo entre China y el resto del mundo.

El puerto está repleto de almejas y pescado. Los calamares y langostas de aquí son especialmente famosas y su buen nombre ha llegado a Hong Kong y Macao (en China) y a muchos países del Sudeste Asiático.

Continuando hacia el oeste llegamos al poblado de Xiaogui, “El pequeño Guilin del mar”.

El paisaje es exquisito. Formaciones rocosas salpican la costa. Cerca de la orilla hay una gran isla donde se encuentra el pueblo de Dongsheng. Un servicio gratuito de ferry une el pueblo con el continente durante todo el día. El marisco, de nuevo, es el plato fuerte. Está recién pescado y los turistas disfrutan de establecerse y comer en la casa del pescador. Los pescadores también proponen visitas guiadas a las islas vecinas y hay donde alojarse en la isla para aquellos que quieran pasar la noche.

Otra isla destacable en la bahía de Daya es la isla de Sanmen. Es la mayor de la bahía y se encuentra en su centro.

En los últimos siglos la isla de Sanmen ha sido un importante destacamento militar. Los ejércitos primero se estacionaban aquí en las últimas décadas de la dinastía Qing. El acceso a la isla estaba restringido al público entre la década de 1950 y 1980 porque era zona militar. Por lo tanto, el ecosistema de la isla se ha mantenido relativamente virgen, y los visitantes son atraídos por las plantas tropicales, las aguas limpias y las playas que todavía conservan su belleza natural.

La bahía de Xiaogui está a solo unos minutos en coche de Shenzhen. La península de Dapeng, técnicamente bajo la jurisdicción de Shenzhen, es el punto más al oeste de la bahía de Daya. Los turistas vienen atraídos por el pueblo de Baguang, la playa de Judiaosha, el pueblo costero de Yangmeikeng y por la villa vacacional Luzui.

Primero llegamos al pueblo de Baguang, que es hogar de viejos árboles de raras especies, muchos de ellos de más de cien años. Baguang está a unos cuantos kilómetros de la Central Nuclear de la bahía de Daya. Si uno se atreve puede nadar; la gente de la zona dice que el agua es tan limpia aquí como en cualquier otra parte de la región.

A causa de la proximidad de la planta nuclear, el pueblo de Baguang no ha sido desarrollado para el turismo. Sin embargo la zona es muy bella y un exuberante bosque cubre las colinas que hay detrás del pueblo. Cerca de la orilla, dominada por frondosos manglares, bandadas de garcetas anidan en las numerosas islas de roca de lava

Vista panorámica de la bahía de Las Dos Lunas. Hu Jun

Dirigiéndose más al oeste llegamos a la playa de Judiaosha y al pueblo de Yangmeikeng. La playa de Judiao-sha, el Club de Yate Longcheer de Shenzhen y la Avenida Oceánica de Yangmeikeng están aquí. Se puede pasar una agradable tarde alquilando una bicicleta y paseando por la avenida. En el mar cercano han tenido lugar competiciones de vela internacionales, y al sentarnos en uno de los numerosos restaurantes, sentimos que casi podíamos ver los arcos de los veleros en el horizonte.

Al final de la Avenida Oceánica Yangmeikeng se encuentra la villa vacacional Luzui, una aldea desarrollada por un grupo de pescadores locales. Colgada a media altura de una colina en el punto más oriental de la península de Dapeng, la villa vacacional está abierta al mar por tres lados. El nombre de Luzui significa literalmente “hocico de ciervo” y tiene su origen en una roca al lado del mar que tiene la forma del hocico de un ciervo. Los promotores han construido ahí muchas casas de madera de estilo europeo orientadas al mar. Los acantilados son muy abruptos y el medio ambiente está bien conservado: esto una vez fue clasificado como una de las ocho mejores playas de China por la revista National Geographic de China.

Quizá la bahía de Daya no sea una de las zonas de playa más famosa de China, pero sí que es una de las mejores. Aunque las instalaciones turísticas y el transporte público en el área podrían mejorarse, es seguro que la belleza natural atraerá cada vez a más turistas nacionales e internacionales. Es mejor venir antes de que se sature.

Consejos

Cómo llegar: el mejor modo de viajar por la bahía de Daya es en coche. Faltan líneas de transporte público entre los pueblos. A continuación se indican las líneas de autocar existentes:

1. Cada una o dos horas salen autocares hacia los poblados de Renshan, Pinghai y Gangkou desde la Terminal de Autocares Qiaoshe de Shenzhen. Para llegar a la bahía de Xunliao primero hay que tomar un autocar en Qiaoshe de Shenzhen hasta la Estación de Autocares de Huidong y ahí cambiar a la línea de autocar directa a la bahía de Xunliao, la cual tiene salidas cada 20 minutos.

2. Para llegar a la Villa Vacacional de Yapojiao, primero hay que tomar un autocar en la Terminal Qiaoshe de Shenzhen hasta Huidong y cambiar a la línea N.º 13, la cual tiene salidas cada 30 minutos.

3. Para llegar hasta el pueblo costero de Yangmeikeng, primero hay que tomar el autocar E11 en la Estación de Autocares Yinhu de Shenzhen hasta la Estación de Autocares de Kuiyong y tomar los autocares N.º 818 ó N.º 833 hasta la Zona Industrial de Tongfu. Allí hay que tomar la línea M274 hasta llegar a Yangmeikeng.

4. Para llegar a la isla de Sanmen hay que tomar el autocar N.º 360 desde la Estación de Autocares de Yinhu hasta Nan’ao y tomar un taxi hasta Nanmentou. El ferry lleva hasta la isla. Otra opción es tomar la línea E11 en la Estación de Autocares de Yinhu hasta la Estación de Autocares de Kuiyong y allí tomar los autocares N.º 818 ó N.º 833 hasta la Zona Industrial de Tongfu, para seguidamente tomar el M274 hasta el muelle del Club de Yate Longcheer, y ahí tomar el ferry.

El acceso a las playas de la bahía de Daya, al casco antiguo de Pinghai, a la Villa Vacacional de Yapojiao, al Templo de Qingquan y al complejo de vacaciones Luzui es gratuito. La entrada de la Reserva Natural de Tortugas Marinas cuesta 30 yuanes por persona.

 

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