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2017-August-8 08:57

El despegue de la innovación

Por XIONG HONGRU*

 

 

13 de octubre de 2016. El primer ministro Li Keqiang durante una inspección a Hans Laser Shenzhen, durante la celebración de la Semana de Innovación y Emprendimiento 2016. Cnsphoto

 

El acelerado crecimiento económico y la reforma de régimen que ha vivido China en los últimos 40 años, tras la aplicación de la política de reforma y apertura al exterior, han logrado que el país, una economía emergente que está alcanzando a las economías desarrolladas, avance a pasos agigantados en cuanto a desarrollo de su economía, distribución de recursos, nivel de ciencia y tecnología y modelo industrial. Entre estos cambios, se destaca el de la fuerza motriz, un factor de suma importancia que evidencia el despegue de una nación emergente con grandes innovaciones.

De hecho, la innovación es la principal energía motriz que dirigirá la nueva etapa del crecimiento económico de China, así como los ajustes estructurales y la actualización y cambio de modelo de desarrollo. Durante las décadas pasadas, el acelerado crecimiento de China se ha dado con base en la circunstancia nacional, un camino que ha hecho hincapié en el desarrollo de la capacidad innovadora y del cual China ha acumulado experiencias significativas para el mundo entero.

 

Una nueva fase

 

El desarrollo en China impulsado por la innovación ha entrado en una nueva fase de mayor vivacidad y más alto nivel.

La actualización de las innovaciones se ha llevado a cabo de forma gradual: desde imitar, introducir y asimilar tecnologías hasta realizar investigación y desarrollo (I+D) propios; y desde innovar en tecnología y productos hasta innovar en el modelo de administración, organización y comercialización. Gracias a la inversión en ciencia y tecnología y la acumulación tecnológica durante largo plazo, China ha consolidado una buena base científico-tecnológica y se está convirtiendo en una potencia mundial en este ámbito. El desarrollo impulsado por la innovación, además, está evolucionando. Mientras que antes se hacía énfasis en la cantidad, ahora se está priorizando la calidad.

 

2 de noviembre de 2016. Obreros de Y&C Engine de Wuhu, provincia de Anhui, instalan el motor denominado “fuerza motriz de oro”, de menor consumo de combustible y menores emisiones. Cnsphoto

 

China ocupa uno de los primeros lugares del mundo tanto en materia de inversión en I+D como en rendimiento de sus actividades innovadoras. De hecho, desde 2000 la inversión en I+D ha tenido un incremento superior al del PIB, y actualmente ocupa el segundo lugar a nivel mundial (20 % del total).

Además, China cuenta con el 30 % de los investigadores en I+D del mundo, es el tercer país en cuanto a la cantidad de solicitudes de patentes internacionales, reduciendo en gran medida la distancia con los países desarrollados, y ocupa el segundo lugar a nivel mundial en términos de la cifra tesis SCI. El índice sobre innovación mundial de 2016, publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, siglas en inglés), reveló que la capacidad integral de innovación de China figura en el puesto n.° 25 entre 141 países y en el primer lugar entre las naciones de ingreso medio y alto, incluso sobrepasando a algunas economías de ingreso alto. Al mismo tiempo, el modelo industrial en la cadena de valor de China se está actualizando: de gama baja a gama media y alta. Algunas empresas locales han ejercido una importante influencia en el contexto industrial mundial. La superación de obstáculos técnicos e innovaciones en áreas claves como telecomunicación móvil de nueva generación, industria aeroespacial tripulada, aplicaciones de satélites, ferrocarriles de alta velocidad, alambrado eléctrico de ultra alta tensión, supercomputación, comunicación cuántica e Internet móvil han posicionado a China entre los primeros países del mundo.

Mientras los avances de las empresas chinas en cuanto a I+D continúan incrementando, la introducción y asimilación de tecnologías avanzadas extranjeras es cada vez menor. Tanto la inversión en I+D como el número del personal en I+D en las empresas ocupan un porcentaje alto a nivel nacional –75 y 70 %, respectivamente–, se ha potenciado la capacidad de innovación, e incluso algunas empresas innovadoras han logrado participar en competencias internacionales.

La primera encuesta sobre actividades innovadoras de empresas nacionales (2015), realizada por la Administración Estatal de Estadística, demostró que entre 2013 y 2014 el 41,3 % de las 646.000 empresas encuestadas realizaron actividades innovadoras. Además de extender el rango de sus innovaciones, las empresas priorizaron la mejora de su eficacia administrativa y la innovación de su modelo comercial. Asimismo, los empresarios chinos son cada vez más jóvenes y poseen títulos académicos de más alto nivel.

Por otro lado, en China está mejorando el ambiente de innovación y de emprendimiento y se están perfeccionando los sistemas políticos relacionados con ciencia y tecnología e innovación. Tras la política de reforma y apertura al exterior, y de acuerdo con la situación científico-tecnológica y económica del país, el Gobierno chino viene lanzando oportunamente políticas con miras a impulsar los avances científicos y tecnológicos, e integrar la ciencia y tecnología con la economía. Desde que se propuso el desarrollo nacional por medio de la ciencia y tecnología y la educación en las décadas de 1980 y 1990, hasta la aplicación de la estrategia de un crecimiento impulsado por la innovación, la profundización de la reforma del sistema en ciencia y tecnología y la emisión del “Esquema de la estrategia del desarrollo impulsado por la innovación del Estado (2016)”, China ha consolidado un sistema completo de políticas científico-tecnológicas y de innovación. La programación de objetivos también ha evolucionado en los últimos años: de “implementar sistemas e inspirar el desarrollo de actividades innovadoras” a “crear un ambiente propicio, establecer una ecología innovadora, priorizar los estímulos y desarrollar un mecanismo mercantil”. Asimismo, el concepto legal y la reglamentación en cuanto a la administración de la innovación se están perfeccionando cada vez más.

En resumen, gracias a las funciones conjuntas de desarrollo tecnológico, actualización de capacidad, optimización de recursos y eficacia y mejoras en el ambiente innovador, se está acelerando el establecimiento de la nueva energía motriz del crecimiento económico de China.

 

Coordinación entre Gobierno y mercado

 

El régimen que apoya al desarrollo chino impulsado por la innovación reside en una coordinación entre el Gobierno y el mercado.

La alta eficacia del Gobierno chino ha logrado un desarrollo excepcional y acelerado en áreas clave, algo que no se ha visto en los países occidentales. Mientras que en el pasado China le daba más importancia a la producción cuantitativa, ahora existe una mayor preocupación cualitativa. Comparado con los países desarrollados, el nivel integral de innovación de China ha evolucionado: de “correr para alcanzar” a “correr a la par”, e incluso “encabezar la carrera”.

Dado el continuo incremento de inversión en áreas básicas, estratégicas y punteras, China se ha concentrado en la consecución de I+D y ha tenido un progreso espectacular en términos de innovación tecnológica. Además, ha guiado y empujado la actualización industrial y de innovación coordinada de varios terrenos de la economía nacional.

Ante una competencia mundial más aguda, la rápida aproximación de una nueva revolución científica y tecnológica y las reformas industriales, China incrementará su inversión en estudios básicos y dedicará más esfuerzos a la obtención de avances en tecnologías claves y estratégicas. Al mismo tiempo, el Gobierno elevará, mediante la profundización de las reformas, la eficacia de los recursos científicos y tecnológicos del Estado.

El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) define la innovación de la siguiente manera: innovación=creación×comercialización. Según esta fórmula, para innovar se necesita creación (inventos, creatividad) y comercialización, lo que significa que los productos científicos y tecnológicos que no cuenten con ningún valor comercial no pueden ser considerados como innovadores. Bajo la fase de “nueva normalidad” económica, luego de una revisión detallada del papel y límite de las funciones del Gobierno y el mercado en cuanto a la innovación en el desarrollo, China impulsará la coordinación entre ellos y pondrá en relieve las ventajas del sistema socialista con características chinas.

 

La clave del cambio de modelo económico

 

En gran medida, el desarrollo impulsado por la innovación necesita de un aumento de energía y capacidad innovadora de las empresas chinas.

En los próximos 20 o 30 años, más campos científicos y tecnológicos chinos alcanzarán el nivel avanzado mundial. Al tiempo que el país dependerá más de innovaciones originales, tendrá que enfrentar –al igual que otros países– los desafíos presentados por nuevas revoluciones tecnológicas y cambios industriales. Un país con una fuerte capacidad innovadora empresarial no solo podrá obtener las ventajas competitivas de desarrollarse primero, sino que también podrá dirigir el desarrollo de diversas industrias emergentes y tener voz en la elaboración de las normas. Una nación económicamente fuerte no solo está definida por su gran volumen económico, sino también por su nivel de innovación y estado de su estructura económica. Por lo tanto, el incremento de la capacidad innovadora de las empresas y el cultivo acelerado de más empresas de alta tecnología serán tareas primordiales para alcanzar un modelo económico sustentado en la innovación.

Es necesario estimular la fuerza innovadora en el sector empresarial no solo para que haya más compañías de este tipo, sino también para que las existentes mejoren su capacidad de forma continua, así como para que se obtengan mayores beneficios económicos y ventajas competitivas. La mejora de la eficacia del sistema integral de innovación y del nivel de supervisión y administración “obligarán” a las empresas a depender de la innovación y crecer de manera constante. Asimismo, será la base para forjar un ambiente favorable para el permanente desarrollo de nuevas tecnologías, productos y modalidades operativas.

En pocas palabras, el Gobierno chino se está dedicando a reparar un sistema actual vago, regular el mecanismo de estimulación, perfeccionar el régimen innovador, e implementar un nuevo sistema con miras a incentivar la alta eficacia y la creación de un sistema y ambiente de políticas favorables para la innovación.

Como economía emergente innovadora, China no solo ha mantenido el ritmo de crecimiento económico medio y alto, sino que también está acelerando el cambio de modelo de desarrollo, de uno impulsado por la inversión y las exportaciones a un sistema eficaz basado en la innovación, que, a su vez, contribuirá con la recuperación de la economía, el establecimiento de una globalización innovadora y la actualización del sistema administrativo mundial. Bajo el nuevo panorama, el avance de China en materia de innovación asumirá cambios más sistemáticos de gran significado tanto para las economías emergentes como para el mundo entero.

 

*Xiong Hongru es investigador adjunto del Departamento de Desarrollo Innovador del Centro de Estudios del Desarrollo del Consejo de Estado y posdoctorado del Instituto para la Reforma y el Desarrollo de China (Hainan).

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