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2016-November-4 14:57

La fuerza de las industrias culturales y creativas

Por LI GANG

 

Consenso mundial

Según la trayectoria del progreso económico mundial, el desarrollo de las industrias culturales y creativas es una alternativa inevitable para cambiar el modelo de crecimiento económico de un país, lo que marca el inicio de la etapa posindustrial. La historia de muchos países desarrollados lo ha demostrado.

Un ejemplo es el Reino Unido. En la década de 1990, ante la crisis de la industria manufacturera, el Gobierno británico llevó a cabo políticas para desarrollar las industrias culturales y creativas, usándolas de pivote en la revitalización de la economía. Finalmente logró un impulso exitoso de la misma y redujo el desempleo. Actualmente las ICC son, sin duda, un pilar de la economía británica, cuyo valor agregado ocupa el 8,2 % del PIB del país, y mantiene un 11 % de crecimiento anual en las exportaciones de productos culturales y creativos. En todo el país existen más de 150.000 empresas relacionadas con esa industria, que ofrecen empleos para aproximadamente el 8 % de la población activa de la nación.

Alemania, importante país manufacturero, también concede una gran importancia a las industrias culturales y creativas, cuya posición en su economía es cada día más prominente. Entre 2009 y 2012, el valor agregado de las ICC de Alemania mostró una tendencia de crecimiento. En 2012 reportó 63.600 millones de euros, con un aumento de 5500 millones de euros en comparación con 2009 (un alza del 10 %), representando el 2,31 % del PIB del país. La contribución de las ICC al crecimiento económico nacional todavía es eclipsada por la de los servicios financieros, la de la fabricación de maquinarias y la de la industria automotriz. No obstante, ha superado a la de las industrias química y energética. En 2012, un total de 246.000 empresas de las ICC de Alemania facilitaron empleos a más de un millón de personas, lo que está por encima del 3 % de la población activa.

Promover el cambio del modelo económico de China

En septiembre de 2009, el Plan de revitalización de la industria cultural, el primero destinado a dicha industria, fue ratificado por el Consejo de Estado de China, lo que la convirtió en un sector estratégico nacional. Según el plan, China fomentará el desarrollo de las ICC, incluyendo la creatividad cultural y el diseño, las producciones cinematográficas y televisivas, la edición y distribución, las artes y el entretenimiento, exposiciones culturales, publicidad y la industria de la animación. El reciente XIII Plan Quinquenal también tiene como meta convertir a las ICC en un pilar de la economía nacional. Se espera que se transformen en un nuevo centro de crecimiento económico y un motor que impulse el cambio en el modelo de desarrollo económico y la modernización de la estructura industrial.

Tras el inicio de la crisis financiera mundial, las finanzas, el mercado inmobiliario y muchas industrias tradicionales se han visto afectados seriamente. El estancamiento económico a largo plazo ha provocado que todos los países hayan reajustado sus estrategias de desarrollo económico para buscar nuevas oportunidades de crecimiento.

Las ICC, con alta integración industrial, gran demanda potencial y notable capacidad de innovación, se corresponde perfectamente con la meta de China de “garantizar el crecimiento, ampliar la demanda interna y fomentar empleos”.

Cifras de la Administración Estatal de Estadística aseguran que el valor agregado de las ICC aumentó de 1.105.200 millones de yuanes en 2010 a 2.723.500 millones de yuanes en 2015, lo que representa un porcentaje del 3,82 % del PIB, teniendo en cuenta el 2,75 % de 2010. Su tasa de crecimiento alcanzó un 11 % en 2015, superior a la de la macroeconomía. En Beijing, Shanghai, y las provincias de Jiangsu y Guangdong, el porcentaje del valor agregado de las ICC en el PIB ha superado el 5 %. Se han convertido en el principal impulso para promover el continuo crecimiento económico de China y la optimización de la estructura industrial en el contexto de “nueva normalidad”.

En los últimos tres decenios, China ha alcanzado grandes logros económicos y sociales, con un promedio de crecimiento anual de más del 10 %. El modelo de crecimiento económico, impulsado por las inversiones y las exportaciones, se correspondía con las condiciones reales de China en aquel momento, porque el país tenía escasez de suministro de mercancías, bajo nivel de industrialización y bajo costo de mano de obra. Dicho modelo desempeñó un papel positivo en la promoción del crecimiento económico, el establecimiento y perfeccionamiento del sistema industrial y el mejoramiento de la vida del pueblo.

Sin embargo, junto con los cambios sociales y económicos, surgieron inconvenientes a largo plazo: las inversiones excesivas provocaron un grave exceso de capacidad productiva en algunos sectores, una baja productividad y desequilibrio económico, un alto consumo energético y una elevada contaminación que causaron graves problemas medioambientales, inversiones a gran escala que aumentaron las deudas del Gobierno, y una excesiva dependencia de las exportaciones que ha provocado que la economía china sea vulnerable ante los cambios cíclicos de la economía mundial.

El desarrollo de las ICC concuerda perfectamente con la demanda actual de China para transformar su modelo de crecimiento económico, actualizar su estructura industrial y compensar los inconvenientes ya mencionados.

Las principales inversiones en las industrias culturales y creativas son bienes y productos intelectuales. Su menor dependencia de recursos materiales les garantiza bajo consumo energético y poca contaminación. Las ICC tienen una doble importancia en la economía moderna: son una parte importante del sector de nuevos servicios, y tienen un alto nivel de integración, penetración y expansión para ayudar al desarrollo industrial.

En marzo de 2014, el Consejo de Estado promulgó un documento para fomentar el desarrollo de las industrias culturales, creativas, de diseño, arquitectura, turismo, construcción y deporte. La misión fundamental es promover su desarrollo integral. De hecho, las ICC están mostrando una tendencia cada día más evidente de integración a la economía real.

Las industrias culturales y creativas ayudan también a ampliar el consumo y optimizar su estructura. El nuevo modelo tiene como meta hacer del consumo la fuerza motriz principal que impulse el crecimiento y el desarrollo sostenible de la economía china. Según una encuesta dirigida a 160.000 familias de 31 provincias y regiones autónomas y municipios directamente subordinados al Gobierno Central de China, organizada por la Administración Estatal de Estadística en el año 2014, el consumo per cápita aumentó un 9,6 % respecto a 2013, y el consumo per cápita cultural y de entretenimiento mostró un aumento del 16,4 %, muy por encima del anterior. El consumo cultural y de entretenimiento desde 2011 hasta 2014 ha mantenido una tasa media de crecimiento superior al 12 %. Con el aumento del PIB per cápita y de los ingresos disponibles de los pobladores de China, el consumo cultural subirá aún más, lo que optimizará la estructura de consumo de los habitantes.

Proporcionar oportunidades para el mundo

Para China el desarrollo de las ICC se ha traducido en el aumento de la fabricación y la exportación de productos culturales y creativos, lo que ha enriquecido los mercados culturales mundiales y promovido el crecimiento económico internacional, lo cual favorece la diversidad cultural mundial.

En marzo de 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó un informe titulado La globalización del comercio cultural: Un cambio en el consumo. Flujos internacionales de bienes y servicios culturales entre 2004 – 2013. Dicho texto revela que en 2013 China fue el mayor exportador de productos culturales del mundo por un valor de más de 60.000 millones de dólares, lo que representa el 28,2 % del total de las exportaciones mundiales en ese sector, dos veces el de Estados Unidos, el segundo país en la lista.

Ese mismo año importó productos culturales por valor de 5840 millones de dólares, aproximadamente el 3,5 % del volumen de las importaciones mundiales (ver tabla). La fuerte demanda y la gran potencialidad del mercado cultural chino generan diversas oportunidades para las empresas extranjeras. De acuerdo con el informe del Índice de Consumo Cultural de China (2013), el volumen potencial del consumo cultural de China de ese año se estimó en 4,7 billones de yuanes, mientras que el volumen real solo registró 1 billón de yuanes, con una brecha de 3,7 billones. Respaldadas por el impulso de una inmensa demanda y una serie de políticas, las ICC están convirtiéndose en un nuevo polo de crecimiento de la economía china, en el contexto de la “nueva normalidad”.