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2016-November-4 14:44

Yu Dechao: innovador en la fabricación de medicamentos biológicos

Por GONG HAN

Yu Dechao es un inventor con más de 70 patentes.

 

YU Dechao, es un experto chino de alto nivel en productos biológico farmacéuticos, invitado especial del Plan de Mil Personas Talentosas del Estado (Plan 1000). No solo es el creador de Oncorine, primer medicamento contra los tumores, sino también de Conbercept, gracias al cual se ha convertido en el primer chino que posee el derecho de propiedad intelectual de un anticuerpo monoclonal, utilizado para curar la degeneración macular relacionada con la edad.

En la reunión anual de febrero de 2014 organizada por el Instituto de Oftalmología Bascom Palmer, institución que ha ocupado el primer puesto del ranking estadounidense durante diez años consecutivos, su presidente señaló: “Conbercept es el primer medicamento biológico de alto nivel descubierto fuera de Estados Unidos (EE. UU.). Este es un momento importante, debemos concentrarnos en la fuerza proveniente de China”.

En 2006, Yu Dechao, renunció a un trabajo bien remunerado en EE. UU. y regresó a China. Cinco años después fundó su empresa Innovent Biologics en Suzhou, con la intención de fabricar medicamentos biológicos de alta calidad para el consumo del pueblo chino.

Un niño vaquero convertido en científico

Yu nació en la montaña Tiantai en la sureña provincia china de Zhejiang. Antes de cumplir los 18 años, su vida era estudiar mientras cuidaba las vacas. En 1982 fue admitido en la Facultad de Ciencias Forestales del Instituto de Silvicultura de Zhejiang, convirtiéndose en el primer estudiante universitario de su pueblo natal. Siete años después ingresó en la Academia China de Ciencias como candidato a doctor en la carrera de genética molecular, y en 1993 fue a realizar el postdoctorado de química farmacéutica en la Universidad de California en EE. UU. Rechazó la invitación de la Universidad de Harvard después de graduarse y trabajó en varias empresas farmacéuticas reconocidas como Cell Genesis, Applied Genetics, entre otras.

Para la creación de medicamentos biológicos se utiliza la tecnología moderna de ingeniería genética. Debido a que sus fármacos activos provocan pocos efectos secundarios y daños, se usa ampliamente en el tratamiento antitumoral, la diabetes y enfermedades de la sangre. Citamos el ejemplo de Oncorine: su teoría reside en aplicar un virus que se fija con alta precisión al mismo tumor a fin de evitar daños al cuerpo. El virus se propaga automáticamente en las células tumorales para que estas se descompongan. El antígeno liberado después de la descomposición tiene también un efecto en el tratamiento. Comparados con los efectos secundarios de la quimioterapia, los de esta son muy bajos.

Siete años de estudio y ensayos permitieron que el Conbercept, creado por Yu Dechao, entrara en el mercado chino en 2013. Esta terapia sustituye la realizada con láser y restablece la visión en 24 horas.

Las enfermedades del fondo del ojo son uno de los tres motivos que provocan ceguera. A medida que envejece la sociedad China, miles de enfermos de la tercera edad padecen de manchas amarillas en el fondo del ojo y cambios patológicos de la retina por la diabetes. Antes de que apareciera Conbercept, los pacientes seleccionaban medicamentos costosos importados de EE. UU. o no tenían otra opción para su recuperación.

“Las personas saludables no pueden entender la necesidad de los invidentes por recuperar la visión, sobre todo la ceguera adquirida. A ellos les cuesta sobrevivir en la vida cotidiana. Además, una tercera parte demuestra síntomas de depresión”, explica Yu, quien comprende la tristeza de los pacientes ciegos.

De acuerdo con los resultados clínicos, las propiedades de Conbercept son más durables y tienen más efecto que el de Novartis, la reconocida marca de EE. UU., además, su precio es una cuarta parte del último, lo cual reduce en gran medida los costos de los pacientes. Por lo tanto, Novartis ajustó su precio por unidad en dos mil yuanes.

La felicidad para Yu Dechao, es que algún médico le llame para decirle: Aquel ciego, mi paciente, ya puede caminar solo hoy. “Es una felicidad difícil de expresar con palabras”, concreta Yu.

Gracias a su notable efectividad en el tratamiento, Conbercept es valorado como uno de los “50 descubrimientos impactantes de la ciencia y la tecnología en los últimos 50 años en el terreno de la oftalmología china” y el “medicamento innovador con más valor clínico de China”. Hasta el presente, Conbercept es el único medicamento fabricado en China reconocido por la Comisión de Nombramiento de Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud.

Taller de fabricación de medicamentos.

 

El desarrollo de la industria

Como un experto de alto nivel, Yu Dechao está conciente de la situación actual de los fármacos biológicos de China. La tasa de ocupación de medicamentos biológicos en el mercado mundial es de un 32 %, cifra que en China no sobrepasa el 5 %. “En los diez tipos de medicamentos más vendidos del mundo, 8 son biológicos, mientras que en nuestro país, no hay ninguno entre los 20 más vendidos”, revela Yu.

En el mundo la escala y la capacidad productiva por unidad de los “bioreactores” de las células de mamíferos sirven para medir el nivel industrial de fabricación de medicamentos biológicos de un país: ese índice en EE. UU. es de más de 1,3 millones de litros, mientras en Corea del Sur es de 670 mil litros, empero, en China solo representa 30 mil.

“La pequeña escala necesita alto coste, razón por la cual la gente común y corriente no es capaz de consumir ni puede disfrutar de los frutos de la medicina moderna mundial”. Yu Dechao ejemplifica el caso del cáncer de mama. Hoy día las pacientes que padecen este tipo de cáncer han aumentado a 500 mil. Lamentablemente debido al alto precio, solo cuatro mil pacientes son capaces de consumir el medicamento biológico importado de EE. UU.

Al hablar de su decisión de regresar a China, contesta que además del carácter natural de hacer negocios de los zhejianeses, evidencia que los chinos no han podido fabricar medicamentos reconocidos por el mundo, sobre todo los biológicos. Esto demuestra los progresos de la medicina moderna, aunque China es capaz de crear de todo.

A fin de promover el desarrollo de esta industria, participa activamente en la elaboración de leyes, reglamentos y estándares del sector, en la formación de 500 empresas de esta industria, enseñando a sus competidores a hacer las cosas respetando las reglas.

“Mi idea es muy sencilla: esforzarnos por conseguir medicamentos baratos y con buen efecto para la gente común y corriente. A diferencia de la fábrica de celulares, la de preparación de medicamentos es un sector que exige una prueba de conciencia”, resume Yu.

Ha visto en su pueblo natal a sus vecinos pacientes con hipertensión o diabetes que sufren secuelas porque no existen medicamentos eficaces. “Espero que algún día, pueda decirles: ‘No se preocupen, tenemos medicamentos seguros para que puedan vivir sanamente’”, suspira Yu.

Considera que para acelerar la investigación y explotación de los medicamentos, deben de tener en cuenta tres elementos: estudio fundamental, exámenes y aprobaciones y el sistema de pago.

Yu Dechao destaca que las innovaciones necesitan capital, sobre todo para el estudio y la explotación. Además, el proceso significa altas inversiones, elevados riesgos y largos períodos, las empresas no pueden tener fuerza y capacidad continuas y repetir el caso anterior con bajas inversiones e imitando la preparación de medicamentos hasta que tengan beneficios con las ventas de los mismos.

En estos 10 años tras su regreso a China, ha percibido el acelerado desarrollo de la farmacia biológica china que está persiguiendo el nivel moderno internacional. “China está mejorando los tres niveles citados arriba, aunque queda un camino por avanzar, pero la dirección es correcta”, resume Yu.

“El Gobierno chino no enfatiza solo hoy día en la innovación, sino lo eleva a una altura sin precedentes”. A diferencia del pasado, el Gobierno chino no solo habla de innovación, sino que la pone en práctica, lo cual permite obtener progresos notables.

Sistema acuático para la producción de medicamentos.

 

Salir al exterior

En marzo y octubre de 2015, Innovent Biologics cooperó con Eli Lilly and Company, de EE. UU., una de las 500 empresas más poderosas del mundo, en la explotación de productos y recibió el primer pago de 3300 millones de dólares. Por primera vez un medicamento biológico inventado y fabricado por chinos sale al exterior y se vende, realizando un aporte valioso en la cooperación internacional.

Además de los gastos de autorización en el exterior, dicha empresa estadounidense debe pagar a Innovent Biologics comisiones de venta de un porcentaje de más del 10 %. “Son ventajas de la innovación”, sostiene Yu Dechao. Pero de lo que se siente más orgulloso es que esa cooperación ha cambiado el modo comercial de preparación biológica de medicamentos.

Por otro lado, la cifra de transacciones entre Innovent Biologics y Eli Lilly and Company será un criterio para definir de nuevo el precio de exportación de los medicamentos biológicos de China. En cuanto al modo comercial, las empresas farmacéuticas chinas invertían considerables sumas monetarias por 10 años y no tenían beneficios hasta que el medicamento nuevo entrara en el mercado. Sin embargo, si poseemos derechos de propiedad intelectual propios, recibimos de forma continua el capital mediante autorización del exterior.

Expresa que él mismo nunca ha buscado financiamiento, como el mejor inversionista del mundo que “tira del ramo de olivo”, su éxito se debe a las perspectivas de desarrollo y amplio mercado de los medicamentos biológicos de China, además de la fuerza de su empresa.

En junio del año pasado, Innovent Biologics, como representante de las empresas innovadoras destacadas de China, invitada por el Consejo de Estado, asistió al VI Diálogo de Innovaciones China-EE. UU., en el que Yu Dechao intervino con un discurso sobre innovaciones chinas.

“En el diálogo, los representantes de EE. UU. señalaron que los estadounidenses compran medicamentos nuevos de los chinos, lo que no era imaginable en el pasado”, dice Yu con orgullo. Pues, los estadounidenses lo consideran algo bueno y desean que mediante la cooperación bilateral se beneficie a los pacientes del mundo.

Yu Dechao es un inventor con más de 70 patentes y continúa estudiando. “Prefiero ser una persona que hace medicamentos innovadores y espero explorar y estudiar el proceso de desarrollo de cada enfermedad para detenerla”, recalca.