Artes marciales mixtas en China
30 de abril de 2016. La final del Campeonato MMA Art of War, en Beijing.
Por HU YUE
Cheng Hui es empleado de una compañía de valores. Resulta difícil imaginar que una persona sobresaliente en el sector financiero sea aficionado a un deporte aparentemente “violento”: las artes marciales mixtas (MMA, siglas en inglés).
Este es un deporte de combate de pleno contacto que incorpora golpes, patadas, llaves y técnicas variadas de otras disciplinas de combate como boxeo, jujitsu brasileño (BJJ, siglas en inglés), boxeo tailandés, lucha, karate, jeet kune do, entre otras. Se ha popularizado en el mundo en los últimos 20 años.
Pero en China, las MMA aún no alcanzan popularidad. Muchas personas no entienden la diferencia entre esta y el boxeo, el taekwondo, la lucha y otros deportes de combate. Quizás la palabra provenga de la película El club de la pelea (Fight Club), de 1999. Sin embargo, en los últimos años, en grandes ciudades como Beijing, los clubes deportivos de combate se han multiplicado.
Cheng Hui ha venido practicando este deporte desde hace alrededor de un año. Al igual que la mayoría de los fanáticos a las MMA, eligió un club cerca de su casa, llamado Quantianxia.
De campeón a patrón de club
Zhang Tiequan es muy conocido entre las personas familiarizadas con este deporte en China y dueño del Club Quantianxia de MMA. Nacido en 1980 en las estepas de la región autónoma de Mongolia Interior, fue campeón mundial en este deporte en la categoría de 75 kg.
Zhang proviene de una familia pobre y ha tenido una carrera deportiva llena de altibajos. Desde la infancia le gusta entrenar. En la escuela secundaria comenzó a practicar lucha libre tradicional de Mongolia Interior. Antes de los 20 años tenía ya el sueño de llegar a ser el mejor luchador de la ciudad de Tongliao, lo cual significaba ser el más respetado de la localidad según la cultura de dicha región. En 1999 se fue de casa y llegó a Hohhot, capital de Mongolia Interior, donde comenzó a practicar el deporte Sanda. En poco tiempo mostró un talento extraordinario y ganó algunos torneos nacionales.
En 2005, cuando tenía 25 años, vivió un momento crucial en su carrera deportiva. Un club de BJJ en Beijing convocó a deportistas para una competencia de MMA que se desarrollaría a finales de ese año. Siguiendo la recomendación de su entrenador, Zhang y varios compañeros llegaron a Beijing. Mongolia Interior es el mayor exportador de deportistas de MMA.
En la capital del país empezó a aprender BJJ con un entrenador estadounidense. Gracias a su buena base como luchador y practicante de Sanda, Zhang tuvo rápidos y grandes progresos y pudo dedicarse a las MMA. Después de dos o tres años de entrenamiento y participación en competiciones, se convirtió en el número uno a nivel nacional. En 2010 fue el primer chino en participar en el Ultimate Fighting Championship (UFC, siglas en inglés), el torneo internacional de máximo nivel de las MMA.
Zhang y su compañero abrieron en 2009 el Club Quantianxia de MMA, en Beijing, lo que le permitió tener su propia base de entrenamiento y promover este deporte en el país con sentido de responsabilidad. Invitó a muchos maestros nacionales y extranjeros para que enseñaran en el club, y entrenó a muchos deportistas jóvenes. Actualmente participa con menos frecuencia en las competiciones, pero no tiene deseos de retirarse.
30 de abril de 2016. Wuenigr Bayara, del club Jiuyiyuan de Tianjin, gana el Campeonato MMA Art of War. Fotos de Wei Yao
Lo atractivo de las MMA
Después de varios años de desarrollo, el club de Zhang Tiequan se ha convertido en uno de los más conocidos de su tipo de Beijing. Muchos profesionales de las MMA se han registrado y reciben entrenamiento diariamente, de acuerdo con el plan de formación individual que el club les ha formulado a su medida, para que puedan participar en las diversas categorías de las competiciones. Además de los profesionales, el club está abierto por la noche para aficionados como Cheng Hui, que suman más de mil.
La intención original de Cheng era perder peso, pero después de un tiempo de práctica se ha enamorado de este deporte. Todas las noches empieza con un ejercicio de calentamiento de media hora, que le deja rendido de cansancio al principio. Después existen diversas clases, incluyendo BJJ, lucha y boxeo. Prefiere el entrenamiento individual. La esencia de las artes marciales mixtas es el BJJ, el dominio de este determina el nivel general de un deportista. Cheng cuenta que en el entrenamiento de BJJ, los estudiantes se dividen en parejas y tendidos en el suelo tratan de contener las extremidades y el cuerpo del otro utilizando diversas técnicas. Aparentemente no exige mucho esfuerzo, pero, en realidad, demanda un intenso entrenamiento de la capacidad física, mental y de reacción. Se debe analizar qué tipo de técnicas emplear para controlar al otro e impedirle sus movimientos. Después de la práctica quedan tendidos en el suelo y no pueden levantarse por el cansancio.
Muchos aficionados convertidos en deportistas semiprofesionales con una formación sistemática han participado en competiciones oficiales. Para Cheng Hui, esto significa, sin duda, un progreso importante en la vida.
Mercado en constante expansión
Además de Beijing y Shanghai, han aparecido clubes similares en otras ciudades como Changzhou, Qufu e Yiwu. Las MMA son cada vez más conocidas.
Mei Ying es aficionada a las MMA, y recibe entrenamiento en el Club ET, en el sur de Beijing, fundado en 2013 y con una filial en Shanghai desde 2014. Se dedica a cursos de formación para aficionados, en especial para mujeres entusiastas, a diferencia del club Quantianxia. A Mei le gusta publicar en su cuenta de WeChat imágenes de su cuerpo sudoroso y con ropa de entrenamiento, muy diferentes a las de otras chicas. Asegura que hay muchas jóvenes como ella que se sienten atraídas por este deporte aparentemente “masculino”. Con este deporte se consigue un cuerpo más saludable y musculoso, y una actitud más positiva hacia la vida, que es lo más importante.
En el club Quantianxia afirman que las artes marciales mixtas es un deporte seguro y no sangriento ni violento, como creen fuera del sector. El entrenamiento se realiza según planes científicamente programados, con entrenadores y equipos muy profesionales, y casi no existe la posibilidad de lesiones graves. Incluso en las competiciones entre jugadores profesionales, la tasa de bajas no es alta, a pesar de que los deportistas participantes suelen salir del partido con golpes en la cara y sangrando. Según estadísticas, el índice de bajas es inferior al de otros deportes como el boxeo, el rugby, las carreras de coches, de caballos, de motocicletas y parapentes.