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2017-January-6 10:11

Crece el chapoteo de la natación china en el mundo

1 de octubre de 2016. La nadadora Fu Yuanhui completa la carrera de 50 metros mariposa en la Copa del Mundo en Piscina Corta, en Beijing. CFP

 

Por MATEO HERRERA

 

Hace tres años, el Salón Internacional de la Fama de la Natación (ISHOF, por sus siglas en inglés) galardonó al elenco y a los equipos de producción de Enter the Water Dragon (1959) y Diving Girls (1964), dos películas chinas filmadas en la época de Mao, con el premio Esther, reconocimiento otorgado a filmes e industrias del entretenimiento que logran promover una imagen positiva de la natación como una disciplina divertida, buena para la salud y esencial para la seguridad acuática.

 

A pesar de haber sido realizadas antes de que China comenzara su periodo de reformas, las producciones sirvieron para que muchos años después el mundo occidental se diera cuenta de que el pueblo chino había dominado la natación y los deportes acuáticos desde hacía varios siglos, incluso antes de muchos pueblos al extremo opuesto del globo.

 

“Creo que el resto del mundo realmente no sabía nada, con certeza al menos no en Occidente, de lo que estaba ocurriendo con la natación en China hasta la década de 1970, cuando los conocimos”, dijo el presidente del ISHOF, Bruce Wigo, en entrevista con el diario China Daily. Wigo se refería a la época en que una importante misión deportiva estadounidense viajó a China tras la histórica visita del presidente Richard Nixon en 1972.

 

Importantes líderes como Deng Xiaoping y Jiang Zemin solían ir a nadar con frecuencia, y se dice que Mao Zedong, cuyos primeros poemas fueron inspirados en la ejemplar lucha hombre-naturaleza que representaba la natación, alguna vez proclamó que bracearía los tres grandes ríos del país: el Yangtsé, el Xiang y el de las Perlas.

 

Competidores olímpicos se forjan “desde la cuna”

 

A pesar de su amplia práctica y enormes beneficios para la salud, a nivel competitivo la natación en China no tiene la fuerza de otros deportes acuáticos, como lo son el clavado, el nado sincronizado o el waterpolo femenino. De lo que no cabe duda es que el país está haciendo un enorme esfuerzo para subir los estándares y lograr que cada vez más nadadores alcancen un nivel profesional para ubicarse en lo más alto del podio en certámenes profesionales.

 

Un ejemplo de esto es que la mayoría de escuelas que cuentan con piscina dan clases de natación a los chicos de primaria como parte del programa de educación física. Si algún estudiante demuestra una destreza excepcional, puede ser enviado a una academia provincial especializada en deportes, e incluso recibir apoyos financieros u otros beneficios desde una temprana edad.

 

Por otro lado, con el objetivo de entrenar a los futuros campeones nacionales, el Gobierno chino ha utilizado enormes recursos financieros para construir al menos un complejo acuático de talla mundial en cada uno de los distritos administrativos del país, según Wigo, quien pasó seis semanas en el país asiático visitando piscinas. Además, cada una de estas divisiones cuenta con un campeonato de natación por edades para fomentar la disciplina y la sana competencia.

 

En La importancia de la natación en China, un artículo escrito por Wigo, se explica que “la diferencia entre Estados Unidos y China es que mientras en China, desde temprana edad, tanto atletas como padres conciben el deporte como una profesión seria, la mayoría de deportistas estadounidenses se lanza a los deportes acuáticos como un hobby o una disciplina de medio tiempo”.

 

Wigo también revela que la modalidad más practicada por los nadadores en ambos países es muy distinta. Mientras que en China se prefiere el estilo de pecho, usualmente practicado por Mao y enseñado en las escuelas de natación, en Estados Unidos es más común el crol.

 

La “Miss Simpatía” de Río

 

Puede que China no haya logrado posicionarse en lo más alto del medallero general durante Río 2016, pero, gracias a una sensacional mujer, fue el país que más corazones conquistó. Con su espontaneidad y franqueza, la nadadora Fu Yuanhui logró congeniar con espectadores en todo el mundo, y hoy es una celebridad nacional, incluso opacando a compañeros que regresaron a casa cargando el oro.

 

Nacida en la moderna ciudad de Hangzhou, la nadadora quedó de tercera en la final de la modalidad de 100 metros de espalda, compartiendo la medalla con la canadiense Kylie Masse. Sin embargo, no fue precisamente por haber regresado a casa con una presea de bronce que Fu se convirtió en una sensación mediática, sino más bien por su carisma durante la competencia y las graciosas declaraciones hechas para los medios de su país.

 

“¿58,95? ¡Pensé que había hecho 59 segundos! Guau, ¿tan rápida soy? ¡Estoy encantada!”, dijo ante las cámaras de CCTV tras culminar las semifinales de los 100 metros de espalda, en donde tenía la certeza de haber quedado de cuarta hasta que la periodista le confirmó lo contrario. “¡He usado mis poderes prehistóricos!”, bromeó en seguida.

 

Con tan solo 20 años, Fu también fue aplaudida en Río porque gracias a su honestidad pudo romper uno de los mayores tabús en el deporte, especialmente en China: discutir la menstruación. Después de competir por debajo de su nivel durante su segunda final, relevos 4x100, apareció ante las cámaras retorciéndose de dolor. “No nadé lo suficientemente bien esta vez”, confesó. “Es porque me llegó el periodo ayer, así que me sentí particularmente cansada”.

 

“Admiro mucho a Fu Yuanhui por nadar teniendo la menstruación. Las mujeres pueden verse afectadas durante su periodo, especialmente si sienten dolor (...). Se sintió culpable al llegar de cuarta, pero igual estamos orgullosos de ella”, expresó en su cuenta de Weibo –el Twitter de China– una cibernauta bajo el nombre de Tao.

 

De hecho, la nadadora se robó tantos corazones alrededor del mundo que en tan solo dos días de competencia en Río su cuenta de Weibo pasó de 56.000 a más de tres millones de seguidores.

 

Después de tomar un descanso de la 31ª edición de los Juegos Olímpicos, Fu participó en el Campeonato de Natación de Asia, celebrado en Tokio a finales de noviembre. A pesar de que aseguró no haber entrenado tan fuerte como lo hizo para Brasil, la carismática deportista se llevó el oro en los 50 metros de espalda, completando la prueba en tan solo 27,86 segundos.

 

Fu Yuanhui se ha convertido en un ídolo para la sociedad china, y varios medios de comunicación se han referido a ella como la “representante de una nueva generación” por sus muecas y simpatía ante las cámaras. Pero más importante aún, la nadadora está cambiando la forma en que se concibe el deporte competitivo en China.

 

“La generación más joven de China un día podría utilizar su propia forma de apreciar los deportes”, sugirió Zhao Jun, directora general de un operador de derechos de autor deportivo, en entrevista con la agencia Xinhua. “Ellos buscan la felicidad, más que la fama o el dinero”.

 

10 de julio de 2016. Niños de la Escuela Deportiva Chen Jinglun de Hangzhou realizan ejercicios de pierna en clase de natación. CFP

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