Por ZHOU LIN

La provincia de Guizhou, en el suroeste de China, es todavía una de las zonas más afectadas por la pobreza en el país. Durante el periodo del XII Plan Quinquenal (2011-2015), 6,56 millones de personas salieron de la miseria, aunque 3,73 millones permanecían aún en esa situación. Sin embargo, en 2017 el gobierno local se fijó la ambiciosa meta de ayudar a más de un millón de personas a liberarse de la pobreza.

Deseos de cambio

La aldea de Tangyue, situada en la ciudad de Anshun, provincia de Guizhou, era una zona afectada por la pobreza, con un ingreso anual en la economía colectiva de menos de 40.000 yuanes, y un ingreso anual per cápita de menos de 4000 yuanes. La población local apenas podía ganarse la vida con la agricultura tradicional.

Zhang Fuyou y sus dos hermanos residen en esta pequeña aldea y vivían de una parcela de cultivo. La tierra era vital para ellos, pero apenas lograban mantener a su numerosa familia. En 1998, Zhang, de 34 años de edad, tuvo que salir de su hogar hacia la provincia costera de Zhejiang en busca de oportunidades de trabajo. Durante más de diez años, realizó trabajos ocasionales y pesados, con los cuales a duras penas se ganaba la vida. Para 2010, ya no soportó más la fatigosa labor y decidió regresar a Tangyue.

En la aldea, todo era igual. El cielo seguía siendo azul cristalino. Algunas tierras habían sido transferidas a contratistas y otras estaban en barbecho. Los caminos hacia los campos no habían sido reparados y estaban cubiertos de mala hierba. Casi todos los jóvenes tenían trabajo en las ciudades, por lo que en la aldea solo permanecían ancianos y niños.

El 3 de junio de 2014, una inundación sin precedentes destruyó los campos y caminos. La catástrofe derribó muchas casas y se llevó las pertenencias de los aldeanos. Todos estaban desesperados. Sin embargo, como dice el proverbio chino, “la extrema pobreza engendra deseos de cambios”. Las cosas cambian cuando se llega a un extremo.

“Unidos resistiremos”

Zuo Wenxue, secretario de la célula del PCCh de la aldea de Tangyue, es un intelectual aficionado a la cultura tradicional china. Frente a la situación caótica de la aldea, sabía que en vez de construir puentes o una fábrica, lo más importante era reorganizar a la población y dar rienda suelta a la fuerza de la colectividad.

El 8 de junio de 2014 fue un día especial. Los representantes de las diez aldeas bajo la jurisdicción de Tangyue se reunieron para discutir el establecimiento de una cooperativa. Zuo explicó a todos por qué y cómo establecer una cooperativa rural.

“Después de concentrar las tierras, podemos planificar su situación de manera integral”, dijo entonces Zuo. “Debemos organizar equipos especiales de producción agrícola, de ganadería, de construcción, de transporte y de procesamiento, que se convertirán en pequeñas empresas. Hombres y mujeres podrán encontrar un puesto en los equipos y recibir un salario mensual. Los aldeanos serán accionistas de la cooperativa a través de la transferencia voluntaria del derecho de gestión de tierras por contrato, y obtendrán a finales del año sus dividendos correspondientes, además de contar con un ingreso básico”.

Explicó que la participación en la cooperativa no era una obligación. Todos los residentes podían tomar la decisión de invertir su tierra como acciones de la cooperativa o retirarse de ella. Su propuesta fue aprobada por unanimidad por los 86 representantes en la reunión y la cooperativa de la aldea de Tangyue fue creada.

Zhang Fuyou entregó 0,2 hectáreas de sus tierras de cultivo a la cooperativa, cuyo funcionamiento requería de mano de obra. Zhang trabaja en la aldea y recibe 150 yuanes al día, mientras que su mujer hace trabajos livianos, por los cuales percibe 80 yuanes al día. Así, la pareja puede tener un ingreso anual total de aproximadamente 60.000 yuanes. “Es mucho mejor que trabajar fuera. Tanto los ancianos como los niños de la aldea pueden ser atendidos, las parejas no tienen que separarse y los ingresos están mucho más garantizados”, dijo Zhang a China Hoy.

La transformación de Tangyue es atribuida a la transferencia de los derechos de gestión de tierras por contrato, y al reparto de beneficios con los agricultores en virtud de sus acciones, o sea, de las tierras que entregan. Se trata de una labor ardua y meticulosa, que incluye la medición de tierras, el registro y conservación de archivos, y la información pública de los datos para la supervisión de todos los aldeanos. Al final, el gobierno local otorga un certificado de gestión de la tierra a los agricultores, conocido como “autenticación de los derechos de gestión de tierras por contrato”.

Autenticación de siete derechos

El éxito más estimable de Tangyue ha sido la autenticación de siete derechos, es decir, la autenticación con precisión del derecho de gestión de tierras por contrato, del derecho a los bosques, del derecho de propiedad colectiva de la tierra, del usufructo de terrenos colectivos para la construcción, del derecho de propiedad de la vivienda, del derecho de propiedad de obras hidráulicas de pequeña escala y del derecho de propiedad colectiva rural, lo que ha impulsado la reforma rural de los derechos de propiedad.

La tasa de cobertura forestal de Tangyue llega al 76,4 %. Después de la autenticación del derecho a los bosques, se prevé explotar más de 133 hectáreas para criar 2 millones de pollos. La cooperativa planea, además, construir una planta que trate los manantiales de montaña, libres de contaminación, en la que trabajen las mujeres. También están en construcción un moderno criadero de cerdos y una gran fosa séptica que adoptará el sistema integrado de agua y abono para proporcionar fertilizantes orgánicos a la base de hortalizas.

Luego de tres años de desarrollo, el 90 % de las familias participan en la cooperativa. Después de la autenticación de los siete derechos, se han centralizado tierras de más de 280 hectáreas de la aldea, donde se desarrolla el cultivo de gran escala. En la actualidad, en Tangyue hay una base de setas de más de 6,7 hectáreas, una de lotos de más de 6,7 hectáreas, y una de hortalizas de más de 20 hectáreas. Los ingresos de las bases se dividen entre la cooperativa, la aldea y los agricultores a razón de 3:3:4.

Movilizar a todos los aldeanos

La cooperativa se ha desarrollado con rapidez. Antes la población local vivía de la agricultura tradicional, pero hoy la cooperativa no solo cuenta con equipos de producción agrícola y ganadera, sino también con una empresa de transporte, una de construcción y otra de gestión de agua. Los aldeanos pueden participar según sus capacidades y su voluntad en un equipo o en una empresa. El líder de un equipo ha sido seleccionado por los propios aldeanos y luego nombrado por el comité de la aldea. Hay en total más de 80 personas que trabajan en los cuatro equipos de producción agrícola y en tiempo de cosecha se necesitan más de 300 trabajadores, el 80 % de los cuales son mujeres. Una mujer puede ganar 100 yuanes al día si trabaja en el campo de arroz y 80 yuanes si trabaja en las tierras de cultivo. Con cuatro días de descanso al mes, una mujer percibe no menos de 2000 yuanes mensualmente.

Los cambios en la aldea se ven por todas partes. Antes de la creación de la cooperativa, el 30 % de la tierra estaba en barbecho debido a que muchas personas habían dejado la aldea para trabajar en otros lugares. Ahora todos esos campos son cultivados por las mujeres, que incluyen 83 hectáreas de frutas, 10 hectáreas de loto, 40,8 hectáreas de plantas verdes y 20 hectáreas de hortalizas libres de contaminación, que abastecen especialmente los comedores de las escuelas locales.

En el equipo dedicado a la construcción, un trabajador principal puede ganar 300 yuanes al día, mientras que un trabajador auxiliar, de 120 a 150 yuanes. Bajo este equipo hay 12 destacamentos con 286 trabajadores, en los que casi un centenar son mujeres.

El equipo dedicado al transporte tiene más de 40 trabajadores, y más del 60 % son personas que regresaron de otros lugares. Si los agricultores transfieren su derecho de gestión de tierras por contrato a la cooperativa, pueden lograr un préstamo garantizado por ella para comprar grandes camiones o vehículos de mediano tamaño. El equipo dedicado al transporte cuenta ahora con unos 50 vehículos. Un conductor de camiones grandes puede ganar alrededor de 30.000 yuanes al mes, mientras que un conductor de vehículos de mediano tamaño puede percibir más de 10.000 yuanes. En su tiempo libre, los conductores también pueden realizar otros trabajos temporales.

La cooperativa proporciona a los agricultores necesitados y a los trabajadores que regresan de otros lugares mayores oportunidades de empleo. Según las estadísticas, al cabo de dos años, los que se van de Tangyue a trabajar en otros lugares se han reducido de 860 personas a unos 50.

El ingreso neto per cápita se ha incrementado de menos de 4000 yuanes en 2013 a 10.030 yuanes en 2016. Asimismo, el ingreso de la economía colectiva de la aldea aumentó de menos de 4000 yuanes a 202.145 yuanes. En 2016, la aldea de Tangyue se liberó de la miseria, en lo que significó la impresionante transformación de una aldea pobre a un ejemplo de sociedad modestamente acomodada.