El arte inigualable del mobiliario clásico chino

Por ABEL ROSALES GINARTE

Los muebles de China, como sus instrumentos musicales, tienen en la madera el elemento esencial que los une a la madre naturaleza. La dinastía Tang (618-907) cambió la forma tradicional de sentarse en esteras en el suelo. Su capital en Chang’an, actual Xi’an, fue la ciudad más poblada del mundo y algunos historiadores coinciden en señalar que resultó una época de esplendor en la civilización china. La edad de oro del arte y la literatura en el mayor país de Asia. La aparición de mesas y sillas influyó en el estilo de vida de la gente, aunque su popularidad era baja.

Fue la dinastía Ming (1368 y 1644) la que creó todo un estilo verdaderamente chino en la creación de muebles. Los utilizados por las clases sociales adineradas en la dinastía anterior, que eran altos, fueron reemplazados por otros en los que la simpleza y la elegancia forjaron una tradición. Talento y esmero dieron vida al mobiliario clásico de China. Actualmente son reconocidos como “muebles al estilo Ming”.

Los viajes del gran navegante Zheng He otorgaron esplendor al comercio marítimo, con el cual llegó a China mucha madera del sudeste de Asia. La calidad de las herramientas de carpintería se perfeccionó. El científico de la dinastía Ming, Song Yingxing, escribió el libro Tiangong Kaiwu, considerado por algunos especialistas extranjeros como una enciclopedia de la artesanía de China del siglo XVII. Pero el único libro de carpintería tradicional que existe hoy en China es una compilación realizada por Wu Rong, bajo el título de El canon de Lu Ban. Diseños y prácticas de los maestros carpinteros, e incluso de los literatos, de las dinastías siguientes al período de Primavera y Otoño se revelan en más de 30 modelos de muebles, cada uno con sus medidas, estructura, espiga y ornamento, junto con explicaciones gráficas.

El ingenio en la dinastía Ming

Hábiles y creativos, con una maravillosa capacidad para darle vida a verdaderas obras de arte, los carpinteros de la dinastía Ming moldearon la historia sin imaginarlo. La silla de estilo Ming posee un soporte de pies que puede dispersar mejor el centro de gravedad del cuerpo, lo que garantiza que la persona no se sienta agotada. Era colocada en sitios y ocasiones formales, y exigía que la gente adoptara una postura correcta. Como usted puede imaginar, este tipo de muebles influyó en el comportamiento de la gente.

Las manos laboriosas de miles de carpinteros anónimos han quedado en el olvido, pero su arte anda repartido por el mundo como un sello inestimable de la cultura china. Podemos imaginar los talleres donde los carpinteros iban dibujando obras maestras, que luego ensamblaban sin olvidar un detalle. Son grandes maestros de la humanidad porque su arte perdura hasta nuestros días. Para otorgar una elegancia sin par a sus muebles, usaban lacas rojo púrpura, incrustaciones de nácar, jade y conchas. Los coleccionistas consideran un mueblo de ese período un verdadero tesoro.

Por su parte, la dinastía Qing (1644-1911) se destacó por usar lacas rojo bermellón, aunque también utilizaban incrustaciones de nácar, jade y conchas de tortuga.

Lujo y magnificencia en la dinastía Qing

El sándalo rojo oscuro era la madera preferida por la familia imperial. Un delicado trabajo de tallado era preciso en unos muebles que aún hoy pueden verse en la Ciudad Prohibida. El barroquismo superó a la simplicidad y la producción fue tal que se empezaron a exportar muebles chinos especialmente a Europa. El exagerado uso de tallas y ornamentaciones provocó que en Occidente se creara un concepto erróneo del verdadero estilo chino en la fabricación de muebles.

Ante tal auge aparecieron escuelas que se distinguían por su origen de producción y estilos: la de Suzhou, la de Guangzhou y la de Beijing. La primera fue la única que mantuvo el estilo de la dinastía anterior. Sillas y taburetes, mesas y mesillas, armarios, camas y camillas, estantes y biombos conforman una lista interminable de las producciones generadas en esa época. El uso de accesorios de metal para reforzar los muebles caracterizó a las producciones de las dos últimas dinastías de China.

Valorar el origen y la calidad de los muebles tradicionales de China es bastante complejo. El proceso pasa por distinguir la madera, su calidad y origen hasta la escuela donde fue creado. Cada uno de ellos guarda una historia llena de misterios. Cuando visitamos el Palacio de Verano en Beijing podemos encontrar un restaurante que ofrece comida al estilo imperial. Pinturas y diseños muestran las costumbres de la dinastía Qing. La emperatriz Ci Xi sentía una especial fascinación por ese palacio. Los muebles del local mantienen la tradición. En sus memorias Confieso que he vivido, el poeta chileno Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura, recuerda su visita al lugar. Acompañado por el también poeta, Ai Qing, pudo conocer algunos de sus elementos históricos.

A pesar del tiempo los muebles parece que se niegan al olvido. Si la vida le ofrece la oportunidad de llegar a Beijing no olvide visitar el Palacio de Verano, pasear en barco por su enorme lago y degustar la comida que alguna vez consumieron los emperadores de la última dinastía de China. También existe un escenario donde el emperador solía disfrutar de presentaciones de ópera. Allí se conserva su trono, también hecho de madera como las sillas del restaurante.

Con su singular capacidad para captar el alma de China, el sinólogo peruano Guillermo Dañino, refiriéndose al arte del mobiliario escribe en la Enciclopedia de la cultura china: “La influencia que el estilo arquitectónico ejerció sobre el diseño de muebles fue muy grande, ya que la gran estructura de madera sirvió de modelo a las pequeñas obras de madera. Pero los ebanistas tras muchos años de ejercicio, adquirieron una habilidad independiente de la construcción, lo que dio a su trabajo un gran valor decorativo. En el aspecto artístico aprendieron mucho de la pintura, de la escultura y de las artes plásticas. Buscaron líneas armónicas y vigorosas, y formas sencillas y decorativas”.

Simplicidad y elegancia son elementos indispensables en el mobiliario clásico de China. Aunque en la actualidad la mayoría de los chinos prefiere muebles modernos al estilo occidental porque son más baratos, conocen y valoran su historia.