Por YU JING*
La reforma de las empresas estatales en la etapa más difícil
LA reforma de las empresas estatales de China experimentó ya tres etapas de desarrollo: la etapa de “transferencia de poderes y cesión de ganancias”, antes de la Tercera Sesión Plenaria del XIV Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) de 1993; la etapa de “innovación de los sistemas”, de comienzos de la década de los 90 a los primeros años del siglo XXI; y la etapa de “desarrollo de activos estatales”, que inició después del XVI Congreso del PCCh que tomó como símbolo la fundación de la Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales (CSAAE), en 2003. A partir de noviembre de 2013, cuando se convocó la Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, la reforma de las empresas entró en una nueva etapa – profundización de la reforma.
Nuevas medidas y nuevo progreso
La profundización de la reforma de las empresas estatales es una de las más relevantes tareas planteadas en la Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, en 2013, en cuanto a la profundización de la reforma en todos los ámbitos.
Tres medidas fueron tomadas para la reforma de las empresas subordinadas a departamentos centrales: primero, el Ministerio de Hacienda cobra más por las ganancias obtenidas por estas empresas como rédito del capital estatal, alcanzando del 10 al 25 % del total, y aumentó la proporción del presupuesto central para la gestión del capital estatal en el presupuesto de la hacienda pública, elevándola del 6,5 % de 2013 al 13 % de 2014; segundo, la CSAAE decidió ensayar en seis empresas subordinadas a departamentos centrales la reorganización de corporaciones con inversión de capital estatal, el desarrollo de la economía con propiedad mixta y la Junta Directiva con facultad para seleccionar y contratar a altos ejecutivos, para evaluar los resultados de la gestión empresarial y de administrar las remuneraciones, entre otras. Varias empresas centrales, como Sinopec, empezaron a introducir capital social y privado para desarrollar proyectos con capital mixto; tercero, el Buró Político del Comité Central del PCCh aprobó documentos sobre la reforma del sistema de remuneración de altos ejecutivos en empresas centrales y, una razonable y rigurosa normalización de sus condiciones y gastos profesionales.
Después de la Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, más de 20 provincias y municipios de jurisdicción central pusieron en marcha las orientaciones sobre la reforma, concernientes a seis aspectos: primero, establece y mejora el sistema presupuestario de gestión del capital estatal, elevando la porción de las ganancias entregadas al Estado hasta el 30 % en algunos lugares, o aumentando la porción transferida del capital estatal a los fondos de seguridad social o al reajuste industrial, la construcción de infraestructura y el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo. Segundo, determina las funciones específicas de las empresas estatales y ejerce el control y la administración, en correspondencia con sus especifidades. Tercero, desarrolla la economía de propiedad mixta y el sistema de tenencia de acciones por los empleados. Cuarto, acelera la titularización del capital estatal, poniendo en juego el papel del mercado de capitales en la distribución de recursos y fomentando el reajuste estratégico de la estructura distributiva del capital estatal. Quinto, reforma y perfecciona el régimen de administración de los activos estatales. Sexto, promueve el completamiento del sistema empresarial moderno en las empresas estatales.
Problemas existentes
En un contexto en el que la situación nacional e internacional cada día son más complicadas, la profundización de la reforma de las empresas estatales necesita un manejo muy acertado de la situación general.
En primer lugar, el problema de la relación entre la reforma encaminada a la regulación en función del mercado y la persistencia en el socialismo con características chinas. Algunos creen que son dos cosas imposibles de conseguir al mismo tiempo. Pero es una apreciación arbitraria. La principal tendencia de la teoría económica de Occidente también reconoce que no hay en el mundo un mercado perfecto y todopoderoso. En el mercado imperfecto, el sistema de empresas estatales es un medio de regulación y control del Estado sobre el desarrollo socioeconómico y tiene una relación complementaria y sustitutiva con otros sistemas económicos. El trabajo más relevante de la reforma de las empresas estatales es aprender y sacar provecho de las experiencias y lecciones de otros países en la situación actual y real de China, para simplificar la administración, descentralizar los poderes, estimular el vigor de las empresas y, a la vez, enfatizar el control, la administración y la regularización.
En segundo lugar, el problema de la relación entre la reforma de las empresas estatales y el desarrollo económico y su cambio de modelo. En los últimos dos o tres años, han aumentado, constantemente, las señales de incertidumbre en la situación internacional y la economía china está modificando su crecimiento de elevado a adecuado. La industrialización china ha entrado en la etapa media y posterior. El crecimiento impulsado por la inversión ha encontrado su “cuello de botella”. El crecimiento económico y el progreso social necesitan una nueva fuerza motriz y muchas actividades industriales exigen un nuevo pensamiento.
La estructura económica industrial de China experimentará importantes cambios en los futuros 20 o 30 años. Siendo fuerzas principales de la microeconomía china, las empresas estatales y las privadas deben tener capacidad de adaptarse a esos cambios. La reforma debe crear condiciones favorables a que las empresas se preparen bien para enfrentarse a la futura competencia. A las empresas estatales se les exige poner en juego su superioridad en la posesión de recursos y, a la vez, romper las trabas del régimen.
Por último, el problema de la relación ente la reforma de los activos estatales y la reforma de las empresas estatales. Thomas Piketty, autor de El Capital en el siglo XXI, señaló: “Siendo un ejemplo excepcional, China cuenta con activos públicos de propiedad estatal que ocupan más de la mitad del capital nacional. Si puede distribuir con equidad la riqueza creada por el capital, China, posiblemente, evitará los zigzags que vivieron otros países y encontrará el equilibrio entre los capitales público y privado”. China posee un volumen considerable de activos estatales. Existe aún un gran espacio de progreso en la mejora de la eficacia de su operación y en su contribución al bienestar público social. En los últimos años, son más y más las contradicciones en cuanto a los intereses entre aportadores de capital y las empresas estatales, entre las empresas estatales y el Gobierno, y entre el mercado y la sociedad. Todavía están muy inmaduros los sistemas y mecanismos de administración para garantizar que sirvan a la sociedad la mayor parte de las empresas estatales y el capital estatal de enorme monto. Este es, justamente, el punto clave de la reforma.
Estos problemas no pueden resolverse radicalmente, solo, con los esfuerzos de las empresas estatales, sino que se integran con la modernización del sistema de gobernación y administración del país, de la capacidad de gobernación. Sin determinar el lineamiento concreto de la reforma de los activos estatales, no se obtendrán progresos esenciales en la reforma de las empresas estatales.
Dirección del futuro
En la Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, se señaló: “las empresas estatales, de propiedad de todo el pueblo, son fuerzas principales para impulsar la modernización del país y garantizar los intereses comunes del pueblo. Una visión de largo alcance hace notar que el núcleo de la reforma no reside en que las empresas estatales se retiren o no de ciertos sectores, o en qué magnitud se retiren, sino en cómo innoven sistemas y mecanismos de administración para elevar la calidad del desarrollo de todos los departamentos económicos estatales y su contribución al desarrollo de la economía nacional y a la mejoría de la calidad de vida todo el pueblo. No se debe poner la mirada, solo, dentro de dichos departamentos, estudiando cómo aprovechar bien los activos en existencia, sino ampliarla a la sociedad, al mundo y al futuro, dirigiendo las empresas estatales a desplegar bien su función y su papel, complementarios con los de empresas de otro tipo y contribuir a un desarrollo más saludable, competitivo y más sostenible del país.
La Cuarta Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, recién clausurada en octubre, en Beijing, aprobó las Decisiones del Comité Central del PCCh sobre importantes problemas relacionados con la promoción, en todos los ámbitos, de la administración del país con arreglo a la ley (Decisiones, en lo adelante), ofreciendo una garantía judicial para la profundización de la reforma. Cuando hablan de “El ejercicio de la administración con arreglo a la ley acelera la construcción de un Estado de derecho”, las Decisiones mencionan la reforma de los activos estatales. Por ejemplo, dicen: el gobierno debe cumplir cabalmente sus funciones según la ley, y los órganos administrativos no pueden establecer poderes extrajudiciales y no deben tomar decisiones sin fundamento en las leyes o reglamentos en perjuicio de los intereses de ciudades, personas jurídicas u organizaciones legales, o en agravamiento de sus obligaciones. También enfatiza el perfeccionamiento del sistema de auditoría, garantizando el ejercicio independiente y con arreglo a la ley de los poderes de auditoría y supervisión, sobre todo, para los activos y recursos estatales, y las responsabilidades de los cuadros. Estos reglamentos cobran un sentido importante para hacer razonable la relación entre el Gobierno y las empresas, así como reglamentar las conductas, tanto de operadores como de supervisores de los activos estatales.
*Investigadora y subdirectora de la oficina de estudios sobre los sistemas empresariales del Instituto de Economía Industrial de la Academia China de Ciencias Sociales.