China y la OMS fortalecen la cooperación

22 de enero de 2015. El primer ministro chino, Li Keqiang, junto con la directora general de la OMS, Margaret Chan Fung Fu-chun en Zurich. CNSPHOTO
RECIENTEMENTE, Beijing adoptó una nueva ley de control del tabaco severa. Desde el 1 de junio de 2015, todos los lugares públicos techados -y muchos lugares públicos al aire libre- en Beijing deben estar al 100 % libre de humo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha participado positivamente en el proceso de promover y abogar por la nueva ley, que es la legislación de control del tabaco más fuerte aplicada en China hasta la fecha. En mayo se lanzó una campaña de control de tabaco titulada #RUFREE en la red de metro de Beijing, incluyendo carteles con imágenes de varias celebridades chinas que expresaban su apoyo a unas más estrictas políticas de control de tabaco.
Además de aumentar la conciencia pública sobre los peligros del tabaco, la OMS ha apoyado firmemente la introducción de nuevas restricciones a la publicidad del tabaco contenida en la revisada Ley de Publicidad de China.
“Estamos trabajando muy de cerca con nuestras contrapartes para que China esté a la altura de las convenciones internacionales de lucha contra el tabaco”, dijo el Dr. Bernhard Schwartländer, representante de la OMS en China.
Este es solo un ejemplo de cooperación entre la OMS y China. De hecho, la OMS ha mantenido una larga cooperación con China en muchos aspectos.
Trabajar juntos por la salud de la humanidad
La medicina tradicional china tiene miles de años de historia, pero es desafiada por las teorías médicas modernas. “Creo que sería muy arrogante ignorar este hecho, simplemente porque la medicina occidental es tan fácil de entender”, dijo el Dr. Schwartländer. La OMS hace hincapié en que la medicina tradicional puede desempeñar un papel importante para alcanzar la meta de “Salud para Todos”, y ha fortalecido su cooperación con China en cuanto a la medicina tradicional china en los últimos años.
“La sabiduría de los principios de la medicina tradicional china es preciosa y valiosa. En muchos sentidos, la medicina occidental y la medicina tradicional pueden ser muy sinérgicas, y eso es exactamente lo que debemos entender, es decir, cómo esas sinergias se pueden implementar, cómo se pueden emplear esos dos tipos de medicina juntos”, afirmó Schwartländer. También señaló que las dos partes tienen que mejorar y fortalecer la medición de la eficacia y la regulación de los medicamentos recetados.
La OMS es solo la plataforma para el diálogo entre Oriente y Occidente. “La mejor gente de China se une con las mejores personas del mundo para que puedan intercambiar conocimientos y desarrollar estrategias conjuntas”, dijo.

Además, hay muchas otras áreas, tales como las enfermedades no transmisibles y las enfermedades crónicas, en las que el Dr. Schwartländer piensa que la cooperación es realmente muy importante. En la hepatitis, por ejemplo, China ha logrado notables progresos en los últimos 25 años con su programa de vacunación contra la hepatitis B. Nuevos datos muestran que menos del 1 % de los menores de 15 años de edad en China están infectados con la hepatitis B, es decir, 90 % menos que en la época anterior a la vacunación.
Pero ahora hay que hacer más para mejorar el tratamiento de la hepatitis en China. De los aproximadamente 100 millones de adultos que viven con hepatitis B o C en China, decenas de millones necesitan urgentemente tratamiento, pero no pueden acceder a él. La OMS está colaborando estrechamente con el Gobierno chino para mejorar el acceso al tratamiento para estas personas.
“Invertir en un enfoque de salud pública para el tratamiento de la hepatitis -es decir, que el tratamiento esté disponible para todos los que lo necesitan a través de un esquema de subsidio público, sobre una base equitativa- resultará en menos muertes y se evitarán costos significativos tanto para la sociedad como para el Gobierno”, dijo el Dr. Schwartländer.
La cooperación entre la OMS y China se ha extendido a asuntos médicos internacionales. Cuando el ébola estalló en 2014, China respondió rápidamente y fue uno de los primeros países en unirse a la lucha mundial para dar apoyo a la OMS. Más de 120 millones de dólares se canalizaron para ayudar a los países afectados por la epidemia. “Los mejores expertos en China viajaron y vivieron en África. Ellos sacrificaron su tiempo y sus familias para ir allá a ayudar a combatir las enfermedades”, explicó el Dr. Schwartländer.
La reforma de la salud
En los últimos cinco años, China ha llevado a cabo la mayor reforma de salud en su historia con resultados notables: el 95% de los 1390 millones de ciudadanos de China tienen ahora acceso a un paquete básico de seguro de salud, por encima del 30 % que gozaba de este beneficio en 2003. Sin embargo, aún quedan retos. “Para crear un nuevo sistema de salud, la reforma de salud que se está dando en este momento en un país como China tiene una enorme tarea por delante. Probablemente sea la más grande reforma de salud que el mundo haya visto”, dijo el Dr. Schwartländer. Para que China construya un sistema de salud sólido, sostenible, equitativo y rentable, equipado para enfrentar los desafíos actuales y futuros, se necesitan más reformas.
A petición de los altos funcionarios del Gobierno, el Banco Mundial y la OMS están colaborando con el Ministerio de Hacienda, la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar (NHFPC, siglas en inglés) y el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China para analizar las limitaciones actuales en el proceso de la reforma de salud e identificar soluciones prácticas.
“Ahora estamos trabajando muy de cerca con nuestros homólogos chinos para facilitarles la fase de ‘aguas profundas’ de la reforma de la salud”, mencionó el Dr. Schwartländer. “Esto no es algo que vaya a traer resultados rápidos. Pero, de nuevo, dado el gran tamaño de China, hay obstáculos que superar sobre los que realmente tenemos que pensar muy cuidadosamente con nuestra contraparte. Esto describe también un poco nuestra forma de trabajar con nuestros socios del Gobierno”.
El Dr. Schwartländer señaló que uno de los problemas es que el sistema de salud chino no ha seguido el ritmo de los avances de la metodología moderna en algunas áreas. “Por ejemplo, la hepatitis es una enfermedad crónica que no solía tener un tratamiento eficaz hasta hace unos pocos años. Ahora, un muy buen tratamiento está disponible, pero el sistema chino no puede aceptarlo porque es demasiado caro y complicado”, acotó el Dr. Schwartländer.
“Esto es algo en lo que tratamos de trabajar con nuestros colegas. Tratamos de ayudarlos con las autoridades chinas y las empresas farmacéuticas para hacer que el precio sea más asequible, y así el pueblo chino se pueda beneficiar de terapias que existen en otros países, pero no han llegado a China “, agregó.
El trabajo conjunto del Banco Mundial y la OMS con el Ministerio de Hacienda, la NHFPC, y el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China ofrecerá recomendaciones al Gobierno sobre las acciones prácticas y concretas que son necesarias para construir un sistema de salud para el futuro a finales de este año.

29 de mayo de 2015. El Dr. Schwartländer enseña a unos pasajeros el gesto de “No fumar” en una campaña en el metro de Beijing. CFP
Seguridad alimentaria, una prioridad máxima
“De la granja al plato, la seguridad alimentaria es una responsabilidad de todos”, fue el tema principal del Día Mundial de la Salud de la OMS este año. En China, el Gobierno siguió al frente con el XII Plan Quinquenal, donde se señala a la inocuidad de los alimentos como una tarea nacional crítica.
“Tener alimentos seguros es fundamental: la gente quiere, y necesita, saber que cada bocado de comida que ingiere es seguro para comer. Cuando el primer ministro, Li Keqiang, dijo al Consejo de Estado que la comida era esencial y que la seguridad debía ser una prioridad, se reconoció que China tenía que centrarse en los problemas ocasionados por los alimentos insalubres”, dijo el Dr. Schwartländer.
El Día Mundial de la Salud se celebra cada 7 de abril para destacar un área prioritaria de interés para la Organización Mundial de la Salud. En 2015, el tema central del Día Mundial de la Salud fue la seguridad alimentaria. En China, la OMS utiliza el Día Mundial de la Salud para promover la concienciación de la seguridad alimentaria, entre todos los sectores de la cadena de producción de alimentos. Según un estudio de 2011, en China más de 94 millones de personas se enferman a causa de enfermedades bacterianas transmitidas por los alimentos cada año, con aproximadamente 3,4 millones de hospitalizaciones y más de 8500 muertes. La campaña “De la granja al plato” muestra los pasos que cada parte puede tomar para reducir la incidencia de enfermedades transmitidas por alimentos.
“Estamos trabajando con las autoridades chinas, en particular con la Administración Estatal de Supervisión de Alimentos y Medicamentos, para asegurarnos de que los productos sean elaborados en China con los más altos estándares de calidad y así puedan ser utilizados en el mercado internacional. Esto puede beneficiar a aquellos que realmente lo necesiten en este momento”, sostuvo el Dr. Schwartländer.