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2014-September-26 15:34

El ecuatoriano que pasó el “Puente chino”

Por RAFAEL VALDEZ

JOSÉ Aillón, ecuatoriano de 20 años, fue el hispanohablante más destacado en la última edición del concurso mundial “Puente Chino” que mide los conocimientos del idioma y la cultura china. José le contó a China Hoy los entretelones de este concurso.

Por segundo año consecutivo, los representantes de Ecuador son los hispanohablantes más destacados en el concurso mundial de idioma y cultura “Puente Chino”. En la reciente edición, José Aillón, de 20 años, se ubicó entre los 30 mejores del mundo y fue el único hispanohablante en alcanzar dicha etapa.

José, quien ha estudiado chino durante un año y medio, acaba de mudarse a la ciudad de Hangzhou donde estudiará Negocios Internacionales en la Universidad de Zhejiang.

El ecuatoriano José Aillón junto a los presentadores del programa que se transmitió por Hunan TV.

 

El concurso

La primera etapa se realizó en la ciudad de Changsha, provincia de Hunan, donde está la sede de Hunan TV, el canal que transmitió el concurso a toda China.

Durante los primeros días, José y los demás participantes estuvieron repasando y puliendo el discurso que presentarían en la semifinal. Además, cada uno filmó un video de presentación. Allí, José apareció disfrazado del filósofo Confucio.

La primera etapa del concurso consistió de dos partes: una prueba escrita y otra en computadora sobre conocimiento del idioma, de la cultura y de la condición actual de China. “Un mes previo a la competencia me preparé muy bien con Alonso Quijano, representante ecuatoriano en esta competencia el año anterior quien obtuvo el segundo lugar de América, la profesora Liu Mingyu y el Instituto Confucio de la Universidad San Francisco de Quito, a quienes agradezco infinitamente por la oportunidad que me han dado. El puntaje de mi examen fue de 92/100”.

La segunda parte fue una actuación artística relacionada con la cultura China. José tocó el piano e interpretó la canción china “童话 (Tong Hua). “Lastimosamente, el teclado era muy malo y empecé nervioso a tocar la canción, sin embargo todos en la sala se la sabían y me acompañaron cantando y aplaudiendo, fue un momento muy bonito”.

De los 126 concursantes de 87 países, solamente entraron a la final los mejores 30. Esto se definió con la suma de la puntuación de las dos etapas de semifinales: 40 % el concurso ‘Pasar el Puente’ (过桥比赛), y 60 % el Discurso de Semifinales (复赛演讲).

El tema del discurso de José era ‘Mi sueño Chino’. “Hablaba del esfuerzo que vi siempre en mi familia para darnos una mejor vida, y cómo eso me motiva a desarrollarme y hacer crecer la empresa familiar. También hablaba de un sueño muy reciente que tengo, que es convertirme en una especie de ‘embajador cultural’ que motive y contagie el amor que tengo por China a muchos más latinoamericanos, y obviamente, hacer que más chinos se fijen en el potencial de Latinoamérica”.

En esta fase, tres concursantes pasaban directamente a la final y los seis siguientes con mejor puntaje tenían una oportunidad de repechaje que consistió en darles 30 segundos adicionales para impresionar al jurado. Luego, ellos eligieron a los otros tres finalistas porque, en total, seis pasaron a la final.

“Yo estaba en el grupo del repechaje y había preparado otra canción en el piano, pero ese día me avisaron que no había piano, así que improvisé. Le pedí a un amigo canadiense que me prestara su guitarra. Canté la canción ‘爱你’ de Kimberley. Creo que ha sido la vez que mejor he cantado en toda mi vida (risas) y la audiencia también me apoyó mucho.”

Después de esa etapa clasificaron tres estadounidenses, un canadiense, una brasileña y José, el único hispanohablante que seguía con vida.

En la segunda parte de la semifinal, José interpretó la canción 爱你 conquistando al jurado.
 
Las finales

Los treintas participantes que seguían en competencia se trasladaron a la ciudad de Xi’an, famosa por los Guerreros de Terracota.

En esta etapa se pusieron a prueba sus capacidades para afrontar una situación real. A los participantes del continente americano les tocó, por sorteo, un desafío relacionado con el comercio.

Un día antes de la competencia, les entregaron material para estudiar acerca de los posibles objetos que tendrían que vender. “Esa noche estudié muchísimo porque de los concursantes de América, todos habían estudiado al menos 5 años, mientras que yo solo había estudiado 1 año y medio, entonces me sentía en desventaja”.

A José le tocó vender estatuas de los soldados de Terracota. “Empecé muy entusiasta a llamar gente para vender, se acercaron dos ancianas y después de explicarles qué significan cada uno, hice mi primera venta. Después una señora con su bebe se acercó a la tienda. La señora me encargó al bebe mientras miraba las estatuas y de repente el bebé se puso a llorar. Por suerte se calmó pronto y a ellos también logré venderles dos estatuas más. Después se acercó una pareja de novios, la mujer estaba muy curiosa viendo las estatuas y el novio estaba molesto por la presencia de las cámaras y le pedía a la novia que se retiraran rápido. Les convencí de que se quedaran un momento mientras les explicaba lo que vendía. En eso, la mujer tomó la estatua más grande y más cara, y accidentalmente se le cayó al piso rompiéndose completamente. Yo no lo podía creer. ¡No sabía qué hacer! El novio empezó a gritarle a la novia que era una tonta por haberlo roto, ¡qué incómoda situación! Después de un momento, me di cuenta que tanto drama no era posible, que estábamos en un show de TV y que ellos, de seguro, eran actores que me querían jugar una broma. Así que me calmé un poco y me di cuenta que ya no se trataba de la venta de los productos, sino de saber manejar la situación. Los novios no se callaban, así que hice callar al hombre y le pregunté: ¿Amas a tu novia? Los dos se quedaron callados, entonces les conté que yo llevo seis meses sin ver a mi novia porque ella está en Corea. Les dije que son afortunados por tenerse el uno al otro, así que no deberían preocuparse por las estatuas rotas, sino solo darse un fuerte abrazo (risas). Inmediatamente se acercó la presentadora aplaudiendo y diciendo que el desafío había terminado”.

Apenas llegaron a China, José y los demás concursantes visitaron la gran muralla. Fotos cortesía del entrevistado

 

Después de recibir elogios por el jurado, José esperaba el resultado. Él compartió el desafío con la concursante brasileña que había estudiado chino por cinco años y, sin duda, tenía un mejor nivel.

Al momento de conocer el veredicto, los jueces volvieron a halagar la actuación de José, sobre todo, por el corto tiempo en que ha alcanzado un buen nivel de mandarín. “Ellos dijeron que al aprender un idioma no solo es importante aprender palabras, gramática y hablarlo perfecto. Lo más importante es cómo lo usamos en la vida real y qué es lo bueno que hacemos con él”.

Al final, la brasileña pasó a la siguiente fase y, un mes después, se coronó como la campeona mundial. José, por su lado, tiene la satisfacción de haber quedado tercero en América y haber ganado una beca completa para seguir estudiando el idioma en China.

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