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2017-June-7 17:06

Cada vez más cerca de China

 

Por MICHAEL ZÁRATE

 

15 de mayo de 2017. El presidente Xi Jinping saluda a su homóloga chilena, Michelle Bachelet. Cnsphoto

 

A mediados de mayo, líderes de 30 países se dieron cita en Beijing con el ánimo no solo de ir consolidando la Iniciativa de la Franja y la Ruta, planteada por China, sino también de respaldar la globalización y el mutilateralismo. De aquella treintena de líderes, tres procedieron del mundo hispanohablante: Michelle Bachelet (Chile), Mauricio Macri (Argentina) y Mariano Rajoy (España), cada uno de los cuales busca convertir a su nación en un puente que enlace la Franja y la Ruta con una región muy alejada geográficamente de China, como es América Latina.

Desde 2013, año en el que fue propuesta la Franja y la Ruta, China ha invertido más de 50.000 millones de dólares en los países implicados en esta iniciativa, sobre todo en los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, el Medio Oriente y el Sur de Asia. En el caso de América Latina, muchos de sus países aguardan que la iniciativa no se limite a las naciones por donde pasaban las antiguas rutas de la seda, sino que puedan también beneficiarse de la mayor inversión proyectada en infraestructuras, sector que es una deuda pendiente para los latinoamericanos.

Pero no solo de cemento vive América Latina. Más allá de las expectativas por la Franja y la Ruta, los presidentes de Chile y Argentina aprovecharon su estadía en Beijing para presentar a sus países como socios confiables para la llegada de inversiones chinas y también como grandes abastecedores de productos alimentarios en un contexto crucial: América Latina busca diversificar sus exportaciones a China, y China viene experimentando una mayor demanda de productos alimentarios de alta calidad por parte de su creciente clase media.

 

Chile, el éxito de la fruta fresca

 

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue uno de los primeros líderes en llegar a China. Lo hizo el viernes 12 de mayo a las 23:25 (hora de Beijing). Durante su paso por la capital china, Bachelet aseguró que su país estaba listo para convertirse no solo en el puente entre Asia y América Latina, sino también en uno de los protagonistas del nuevo plan de infraestructuras impulsado por el Gobierno chino.

Horas después, el sábado 13 de mayo, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) anunció la incorporación de Chile como miembro de la entidad. “Estamos convencidos de que formar parte de esta institución supondrá un gran beneficio para proyectos de conectividad e infraestructura”, mencionó Bachelet en una declaración conjunta con el presidente del BAII, Jin Liqun. Aquel día Bachelet se convirtió también en la primera jefa de Estado en visitar la sede del BAII, entre cuyos miembros fundadores (no regionales) figuran Brasil y España, mientras que Perú y Venezuela decidieron unirse hace dos meses. Además de Chile, ese día el BAII anunció también el ingreso de otro país latinoamericano: Bolivia.

Tras la reunión con Jin Liqun, Bachelet citó ejemplos en los que –dentro del marco de la Franja y la Ruta– la inversión china puede ser fundamental, como la instalación de un cable submarino de fibra óptica entre China y Chile (un proyecto que está en fase de estudios de prefactibilidad) o los corredores bioceánicos Atlántico-Pacífico. “China es la perspectiva del futuro, de la conectividad de la era digital y por eso ha sido importante nuestra participación en el foro”, declaró el canciller chileno, Heraldo Muñoz, a Radio Cooperativa de Chile.

Ese mismo sábado 13, Bachelet y el presidente chino, Xi Jinping, encabezaron la firma de una decena de acuerdos de cooperación en materia turística, financiera y comercial, entre los que destacan el protocolo de requisitos fitosanitarios para la importación de palta (aguacate) fresca a China y el protocolo para la exportación de frutas frescas mediante envíos marítimos contratados en un tercer país.

Precisamente, el caso de la fruta fresca es uno de los logros de mayor orgullo para la estrategia comercial chilena en China. El año pasado, Chile logró superar a Tailandia como la mayor fuente de fruta fresca a China, algo que es muy notorio para quien recorra los mercados de este país, donde las cerezas, arándanos, kiwis, ciruelas, manzanas, uvas y paltas de Chile ganan cada vez más popularidad.

Sin embargo, el embajador chileno en China, Jorge Heine, reconoció que un área que no ha estado a la altura del intenso flujo del comercio chino-chileno es el de la inversión. Por ello, la presidenta Bachelet aprovechó su estadía en Beijing para participar en el seminario “Oportunidades de Agronegocios: Comercio, Inversión e Innovación”, en donde el ministro de Agricultura de Chile, Carlos Furche, propuso a los empresarios chinos invertir en el plan de expansión de la fruticultura que el Gobierno chileno viene impulsando en la región sur del país.

Pero hay otros sectores en Chile que podrían beneficiarse de la llegada de la inversión china. En diálogo con China Hoy, el director de InvestChile, Carlos Álvarez, mencionó sectores como los servicios globales, los equipamientos y las tecnologías asociadas a la minería, los alimentos elaborados y los saludables, el turismo y la energía (particularmente la energía renovable y solar).

 

Argentina, de “granero” a “supermercado”

 

Durante los cinco días que estuvo en China, el presidente argentino, Mauricio Macri, invitó a las empresas chinas a invertir más en la infraestructura de su país y de Sudamérica, “donde hay una labor delante enorme en la construcción de rutas, puentes, puertos y aeropuertos”, dijo. En ese sentido, Macri destacó la apuesta por Argentina que han hecho compañías como Huawei y Sinopec.

 

17 de mayo de 2017. Los presidentes de China, Xi Jinping, y de Argentina, Mauricio Macri, se reúnen en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing. Cnsphoto

 

Días antes del foro en Beijing, el embajador argentino en China, Diego Guelar, había adelantado que su país tiene dos propuestas de participación activa en la Iniciativa de la Franja y la Ruta: una es su intención de incorporarse al BAII –que el presidente Macri confirmó durante su visita de Estado– y la otra tiene que ver con brindar una mayor seguridad alimentaria a China y a los demás países participantes de la Franja y la Ruta.

“Usted planteó que Argentina deje de ser el granero del mundo para convertirse en el supermercado”, le dijo el presidente chino, Xi Jinping, a Mauricio Macri durante la reunión que ambos líderes sostuvieron el miércoles 17 de mayo en el Gran Palacio del Pueblo. “China quiere importar productos argentinos competitivos con valor agregado de ese supermercado para achicar el déficit comercial”, agregó Xi.

En efecto, el déficit comercial es un tema crucial para ambas partes. Al brindar un discurso en la Academia China de Ciencias Sociales, el presidente Macri sostuvo que uno de los propósitos de su visita a Beijing era “equilibrar la balanza” comercial que actualmente es muy favorable para China. El sector de la alimentación es visto en Argentina como una oportunidad para ello, y de ahí que Macri se dirigiera el jueves 18 a Shanghai, donde participó en la feria de alimentación SIAL, la mayor feria de productos alimenticios de Asia, donde Argentina fue el país invitado de honor.

“Por un lado, Argentina necesita fuentes de financiación y aumentar la cuota de exportación para los productos locales. Pero, a la vez, la visita del presidente Macri ha buscado estrechar los lazos en un marco de cierta igualdad. Hay un desbalance de poder en la relación”, manifestó a China Hoy el argentino Gabriel Holand, quien es director de la consultora HR Global y doctorando en Relaciones Internacionales.

Ante esta situación cabe resaltar el memorando de entendimiento que el 2 de mayo firmó el Gobierno argentino con el gigante chino de comercio electrónico Alibaba para la venta de carne, pollo, mariscos y vino en China.

Finalmente, en el campo estricto de la relación bilateral, los presidentes Xi y Macri firmaron una serie de acuerdos de cooperación que involucran inversiones valorizadas –según la parte argentina– en 15.000 millones de dólares. Entre estos destacan la construcción y financiación de dos centrales nucleares en las provincias de Buenos Aires y Río Negro, la renovación de las líneas de los ferrocarriles San Martín y Belgrano Cargas, así como un protocolo para la exportación de uvas de mesa.

 

España, infraestructura en la mira

 

15 de mayo de 2017. El presidente Xi Jinping junto a su homólogo español, Mariano Rajoy. Cnsphoto

 

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, llegó al foro en Beijing decidido a promocionar el liderazgo mundial de las empresas españolas en el sector de la infraestructura, teniendo en cuenta además que España es miembro fundador del BAII. Para Rajoy, la Iniciativa de la Franja y la Ruta permitirá un gran acercamiento entre Europa y Asia. “China y en general Asia son una parte muy importante de la economía mundial, así que mejorar su conectividad intrarregional tendrá beneficios para todos”, sostuvo.

Si bien Rajoy regresó a España sin proyectos concretos en el campo de la infraestructura, el dirigente europeo aprovechó su estadía para subrayar la recuperación de la economía española en los últimos años, como se lo hizo saber al presidente Xi Jinping en la reunión que ambos mantuvieron la tarde del sábado 13 de mayo. “La economía de mi país, como la de toda la Unión Europea, se basa en la apertura y la libre competencia”, mencionó Rajoy a la Agencia Xinhua. “Podemos sacar más partido a nuestra conexión ferroviaria y equilibrar nuestra relación comercial con China”.

Precisamente, uno de los proyectos que en el marco de la Franja y la Ruta podría desarrollarse aún más es la línea ferroviaria que ya une a la ciudad china de Yiwu con Madrid, y que con sus actuales 13.000 km –que se recorren en 17 a 19 días– es la más larga del mundo. Sin embargo, España no busca ser solo el punto final del transporte de mercancías chinas a Europa, sino sacarle provecho a su posición geoestratégica y convertirse en la gran puerta de acceso de China a los mercados de América Latina y del norte de África.

Otro punto a destacar es que a España no solo le interesa el sector de la infraestructura, sino también potenciar la llegada de más turistas chinos, un fenómeno que ya está siendo apreciado en la tierra de Cervantes. Solo en 2016 arribaron a España unos 400.000 turistas chinos, un incremento casi del 40 % respecto al año anterior, según reveló a China Hoy Darío Polo, consejero de Turismo de la Embajada de España en China. A ello hay que agregar el aumento del número de vuelos directos entre España y China. Apenas el 5 de mayo pasado, Air China inauguró la ruta Barcelona-Shanghai.

Con su participación en el foro, Rajoy buscó afianzar la relación con China, pero también promover que España vuelva a tener el papel que tuvo en los siglos XVI, XVII y XVIII, cuando fue uno de los principales canales para la llegada de los productos chinos a América y Europa. El tiempo y la historia dirán si se redujeron mucho más las distancias entre el mundo hispanohablante y China.

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