CHINAHOY

HOME

2014-January-8 15:40

La Ruta de la Seda en la historia

Por LI WUZHOU

EL 26 de octubre de 2013, arqueólogos chinos desenterraron una moneda de oro fundida en el reinado de Anastasio I (430-518) del Imperio Bizantino, en una tumba de la dinastía Wei del Norte, en la ciudad de Luoyang, provincia de Henan. No es la primera vez que se encuentran monedas de oro de Persia y de la Antigua Roma a lo largo de la Ruta de la Seda.

La Ruta de la Seda, con 2000 años de historia y 7000 km de largo, servía de puente que unía los antiguos estados de China, India, Persia, Arabia, Grecia y Roma, fomentándose así los intercambios entre las civilizaciones asiática y europea.

Moneda de oro fundida en el reinado de Anastasio I del Imperio Bizantino. CFP
 

El nombre de la ruta

Al ser una vía comercial que unía, en la antigüedad, a China y Occidente, numerosas mercancías, como piedras preciosas, seda, artículos de porcelana, entre otras, iban y venían.

En cuanto a su nombre, muchos estudiosos tuvieron sus propias ideas. Sin embargo, el geógrafo alemán Ferdinand von Richthofen la llamó Ruta de la Seda en 1877, y fue el que ganó, rápidamente, el reconocimiento mundial.

De las mercancías exportadas desde la antigua China, la seda era la más representativa. Cuando los enviados diplomáticos chinos visitaban otros países, llevaban siempre seda como regalo de amistad. Es más, durante un tiempo, los gobernantes y los nobles de Occidente se sentían orgullosos de vestirse con seda china. En el mercado de la Antigua Roma del siglo I, el precio de la seda china subió hasta 12 taeles de oro por libra.

Si bien la denominada Ruta de la Seda por Ferdinand von Richthofen se refería a la vía entre China y la India para el comercio de la seda, los historiadores la utilizaron, posteriormente, para señalar todos los caminos comerciales que comunicaban a China con Occidente.

Museo de Historia de Shaanxi en Xi´an. Yu Xiangjun

 

Prosperidad y decadencia

En el año 138 a.e.c., Zhang Qian encabezó un séquito de cientos de personas desde Chang’an, la capital de la dinastía Han, en un viaje hacia el oeste, hasta Asia Central. En 119 a.e.c., Zhang Qian fue enviado, por segunda vez, en visita oficial a muchos estados de la región y, en respuesta, estos países también enviaron a sus diplomáticos a visitar Chang’an. De esta manera, los intercambios entre los Han y Xiyu (regiones del oeste que incluían Asia Central) se hacían más frecuentes. En el año 73, la dinastía Han del Este envió a Ban Chao (32-102) a Xiyu, quien mandó a su séquito encabezado por Gan Ying a visitar luego el Imperio Romano, llegando hasta el Golfo Pérsico. En el año 166, los enviados del Imperio Romano llegaron a Luoyang, estableciéndose así los primeros contactos directos entre un país europeo y China.

La Ruta de la Seda logró un mejor desarrollo durante la dinastía Tang (618-907), cuando cerca de 4000 árabes y persas se instalaron en China, con casas y tierras propias.

Sin embargo, en las postrimerías de la dinastía Tang, su centro económico fue trasladándose hacia el sur debido a los conflictos en las fronteras del norte, lo que estimuló la prosperidad de las rutas de la seda del sur y marítima, mientras que la Ruta de la Seda del norte se dejó tranquila.

No volvió a prosperar hasta el siglo XIII, cuando Gengis Kan (1162-1227), el emperador mongol, dirigió sus tropas de caballería a conquistar Asia Norte, y los comerciantes que contaban con los permisos respectivos podían hacer negocios directos entre China y Europa.

Después de la dinastía Yuan (1271-1368), la Ruta de la Seda, gradualmente, fue cayendo en decadencia, una vez más. En primer lugar, el Imperio Otomano ocupó la capital del Imperio Romano de Oriente, Constantinopla, lo que dificultó los intercambios comerciales entre Europa y China; en segundo lugar, Vasco da Gama descubrió la línea de navegación en el océano Índico en 1498; y en tercer lugar, el medio ambiente a lo largo de la Ruta de la Seda sufrió muchas destrucciones y numerosas ciudades se hundieron en un mar de arena.

Como se aplicó la política de puertas cerradas y de prohibición sobre el comercio marítimo con países extranjeros, la dinastía Ming (1368-1644), a pesar de las siete expediciones navales realizadas por Zheng He entre 1405 y 1433, dejó de prestarle atención al desarrollo de la Ruta de la Seda. Mientras tanto, Occidente inició su navegación en los siglos XIV y XV, y la gente empezó a tener la opción del mar para llegar a su destino. La Ruta de la Seda terrestre decayó rápidamente.

Al entrar en el siglo XXI, en la antigua Ruta se construyó una vía férrea internacional de 10.900 km de largo, que une la ciudad de Lianyungang (China) con la de Rotterdam (Holanda). En febrero de 2008, los ministros de Comunicaciones de 19 países europeos y asiáticos se reunieron en Ginebra (Suiza) para firmar una carta de intención para aumentar la inversión en la antigua Ruta de la Seda y otras vías históricas entre Europa y Asia.

La Ciudad Negra de la bandera de Ejin, en Mongolia Interior, es la reliquia histórica de la antigua Ruta de la Seda de mayor envergadura y que mejor se ha conservado. CFP

 

Cuatro itinerarios

La Ruta de la Seda, en su sentido más amplio, tiene cuatro itinerarios: el primero, el más importante, es el abierto por Zhang Qian, que empieza en Chang’an, vía el Corredor de Hexi y la región autónoma uigur de Xinjiang, para llegar a Asia Central, Asia Occidental y Europa. Este itinerario no es una línea recta, sino cubre regiones de la cordillera del Pamir, Ferganá, Uzbekistán, Alejandría (Egipto), Pakistán, Kabul (Afganistán), Sistán, Kirguizistán, Kazajistán, Persia y Roma.

El segundo es conocido como la Ruta de la Seda del Suroeste. Empieza en Chengdu, vía Yunnan, sigue por Myanmar, India, Pakistán hasta llegar a Asia Central. Generalmente, se usaban mulas para transportar mercancías, como la seda de Yunnan y la tela de Sichuan, que llegaban primero a la India y luego a Europa.

El tercero se extiende en el norte y tiene dos ramas. La rama norteña parte de la altiplanicie de Siberia, vía la altiplanicie de Mongolia, hacia el oeste, pasando por los mares de Aral, Caspio y Negro hasta llegar a Europa Oriental. La rama sureña empieza en la cuenca del río Liaohe, continúa al norte de la cordillera Tianshan hacia el oeste hasta llegar a Asia Central, Asia Occidental y Europa Oriental. Fue famoso por su comercio de té.

El cuarto es la Ruta de la Seda Marítima. Durante la dinastía Han (206 a.e.c.-220), los chinos abrieron la línea de navegación marítima de Guangdong a la India. Después de la dinastía Song (960-1279), las vías fluviales partían desde Guangzhou, Quanzhou y Hangzhou, vía el Estrecho de Malaca, hasta llegar a los países del subcontinente indio, o vía el océano Índico y el mar Arábigo hasta llegar al Califato e, incluso, a la costa este de África.

Al ser el punto de partida del itinerario más importante de la Ruta de la Seda, Chang’an (actualmente la ciudad de Xi’an) contaba con una superficie de 84 km² durante la dinastía Tang, tres veces la de Roma. La población de Chang’an había superado el millón de habitantes, la mayor ciudad del mundo de aquella época.

Ruinas de la antigua ciudad de Loulan.

 

Intercambio de mercancías

Aparte de la seda, la porcelana era la segunda mercancía que se transportaba, principalmente, en la Ruta. Además de China, Turquía es el país que conserva más artículos de porcelana azul y blanca. Este tipo de porcelana, de la dinastía Yuan (1206-1368), se elaboró, principalmente, para ser exportada a los países islámicos. En la actualidad, China solo tiene 100 artículos conservados, mientras que más de 200 han quedado esparcidos en diferentes lugares del mundo, de los cuales más de 40 se conservan en el Museo del Palacio de Topkapi, en Turquía.

Las plantas que se ven hoy con frecuencia en Occidente, como el moral, cuya hoja es la única comida del gusano de seda, el bambú, el peral, el abedul, la malva arbórea, el rosal y el arbusto de té; así como ingredientes o medicinas herbáceas, como canela china, jengibre, rizoma de coptis chino, ruibarbo, fuling, entre otras especies, son de origen chino y fueron transmitidos a través de la Ruta de la Seda.

Por supuesto, China también consiguió muchas cosas preciosas de Occidente, como la alfombra de lana, el mercurio, el ágata, el ámbar, el carey, el perfume y el vidrio. Este último ejerció una influencia muy importante en el desarrollo de las industrias de porcelana y los tejidos de piel, en la industria textil.

Las uvas, la nuez, el pepino, la pimienta, la zanahoria, la sandía, la espinaca, la granada, el higo, el cilantro, la oliva, entre otras frutas y verduras, tan familiarizadas en la vida diaria de los chinos fueron, en realidad, importados hace muchos años, a través de la Ruta de la Seda.

Difusión de la civilización

Por medio de la Ruta de la Seda, la técnica metalúrgica, la técnica de perforación de pozos y la técnica de crianza de gusanos de seda, así como los conocimientos en astronomía, medicina, música y arquitectura fueron llevados, desde China, a Occidente. El arte chino también ejerció gran influencia en el arte de Asia Central y Occidental. En muchas antiguas pinturas de Persia, Arabia y Turquía se perciben influencias de la pintura tradicional china.

Los cuatro inventos más importantes y conocidos de la antigua China: la brújula, la pólvora, la fabricación del papel y la imprenta afectaron notablemente el desarrollo de la civilización mundial. La masificación del papel y de la imprenta bajó, en gran medida, el costo de los libros y la educación. El uso de la brújula en la navegación marítima contribuyó al descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón y a la circunnavegación de la Tierra por Fernando de Magallanes.

El budismo, la magia, las artes plásticas y, la música y la danza de diferentes etnias de Asia Central también fueron transmitidos a través de la Ruta de la Seda al interior de China. Instrumentos musicales persas, como el konghou y la pipa, forman ya parte de los instrumentos tradicionales chinos.

En el año 961, por invitación de la corte de la dinastía Song, el astrónomo islámico Ma Yize (921-1005) vino a China a participar en la elaboración del Calendario Yingtianli (correspondiente al cielo) y a asumir el cargo de director del Observatorio Astronómico de Song. Durante el gobierno de la dinastía Yuan (1206-1368), se establecieron instituciones como el Observatorio Astronómico Islámico y la Academia Medicinal Islámica. En los primeros años de la dinastía Ming (1368-1644), todavía se utilizaba el calendario islámico.

La introducción del budismo afectó la historia china y forma parte de la cultura china. El budismo y otras dos doctrinas locales, el confucianismo y el taoísmo, constituyen las tres religiones más importantes de la antigua China.

Mahoma fundó el islamismo en el año 622. Dos siglos después, China tuvo registros de la presencia de los musulmanes, quienes pasaron a ser la etnia hui.

Dos aventureros irlandeses llegaron a Shanghai, el 16 de enero de 2013, tras una difícil expedición de 16.000 km en 292 días, siguiendo la trayectoria de la antigua Ruta de la Seda. CFP

 

Reliquias de un antiguo puente de la ciudad de Chang´an de la dinastía Han son registradas. 

 

Migración étnica

En algunas aldeas del distrito de Yongchang, provincia de Gansu, vive un grupo de habitantes de apariencia muy diferente: ojos profundos y azules, tabique alto, cabello rubio y piel blanca. Y el diseño de la aldea es parecido a la “formación de las escamas del pez” de la legión romana.

En 2007, el Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad de Lanzhou le dedicó dos años a la investigación de genes de los descendientes de la legión romana en Gansu y llegó a la conclusión de que, de un total de 91 muestras de sangre planteadas por Gansu, todas eran de Asia Central y Occidental. La legión romana de Gansu debe ser de descendientes de los mercenarios de Afganistán.

Según registros históricos, en Chang’an, la capital de la dinastía Tang, se estableció, especialmente, un mercado para los comerciantes árabes y persas, donde había joyerías, farmacias, etc.

En vista de que el gobierno de Song estimuló el comercio, se incrementó mucho la inmigración de árabes, persas y otros habitantes de Asia Central a China. Según datos históricos, los procedentes de Xiyu que vivían en Guangzhou, Quanzhou, Yangzhou, Mingzhou y Hangzhou llegaron a ser centenares de miles. Ellos son los antepasados de una parte de los hui de hoy en día.

Por supuesto, también había etnias que se trasladaron de Oriente a Occidente. Los pueblos túrquicos que habían vivido en la región de la Cordillera Gran Khingan se dividieron en dos partes durante las guerras que estallaron durante la dinastía Tang. La rama este se incorporó más tarde al gobierno de Tang, mientras que la rama oeste se mudó al oeste hasta Turquía.

Los hunos se rindieron ante el imperio de la dinastía Han del Este (25-220), pero una parte de ellos se exilió en el oeste y se estableció en el siglo IV en la costa oeste del mar Negro.

Los uigures, un pueblo nómada del norte, fundó el Imperio Uigur en el norte del Desierto de Gobi durante su mayor apogeo. Una rama de ellos emigró al Asia Central.

Personajes de la Ruta de la Seda

A lo largo de la historia, muchos personajes chinos y extranjeros han estado vinculados con la Ruta de la Seda, entre los cuales hay que mencionar primero a Zhang Qian, quien abrió oficialmente la ruta para que los posteriores comerciantes siguieran sus huellas.

En el año 138 a.e.c., el emperador Wudi (156-87 a.e.c.) de la dinastía Han envió a Zhang Qian en misión diplomática a Xiyu, con el fin de unir a los yuezhi (un pueblo que había sido expulsado por los hunos de Hexi a Xiyu) y lanzar un ataque por ambos lados contra los hunos. Sin embargo, fue capturado por los hunos a medio camino. A pesar de haber estado 11 años encarcelado, no olvidó su misión. Escapó y trató de llegar a los yuezhi. Al regresar a Chang’an, le transmitió al emperador Wudi lo que sabía sobre Xiyu, así como el deseo de los estados en Xiyu de establecer relaciones con Han. En 119 a.e.c., Zhang Qian fue enviado por segunda vez a Xiyu para una visita oficial a los estados de la región. Desde entonces, se fueron estrechando los intercambios entre las dos partes.

Tang Sanzang, conocido también por su nombre budista de Xuanzang, partió de Chang’an en 627, primer año del reinado de Zhenguan de la dinastía Tang. Tomó la Ruta de la Seda para llegar a la India. Durante los años que vivió en la India, pudo llegar a todos los rincones del país. En el año 645, regresó a China y se dedicó a traducir 75 sutras budistas que había traído de la India, en 1335 tomos. Escribió también una obra para registrar sus experiencias en la expedición a Xiyu, que se ha vuelto un valioso libro histórico. Conmovido por su indoblegable espíritu, Wu Cheng’en escribió la novela Peregrinación al oeste (una de las cuatro obras clásicas de China), que toma aquella experiencia como base de la historia. De esta manera, Xuanzang se volvió un personaje mítico conocido en todo el país.

A diferencia de Xuanzang, el monje indio Kumarajiva (344-413) llegó a China en el año 382 para transmitir el budismo en este país oriental. Presidió el trabajo de traducción de 35 sutras budistas en 294 tomos.

Marco Polo (1254-1324) fue un explorador italiano equiparable con Zhang Qian. Nació dentro de una familia de comerciantes. A sus 17 años, llegó a China junto con su padre y su tío. Gracias a los 17 años que vivió en China pudo escribir, a su regreso, Los viajes de Marco Polo, contando sus experiencias en el país más rico de Oriente. Una vez publicado, su libro despertó un gran interés en los europeos por Oriente, lo que impulsó mucho la apertura de nuevas líneas de navegación marítima. Los geógrafos occidentales elaboraron un mapa mundial de acuerdo con las descripciones de su libro.

Dibujos, con forma de rombo, típicos de las cuevas de Kucha, un antiguo imperio budista en la Ruta de la Seda.

Monje indio Kumarajiva.

Marco Polo.

Mongje Xuanzang.

Figura de cera de Zhang Qian.