El despegue del jumbo chino
Por AN XINZHU
El montaje del sistema aerotransportado del modelo comercial C919, el primer avión de pasajeros diseñado y fabricado con derecho de propiedad intelectual de China, ha concluido con éxito. Ha pasado los exámenes estáticos y de integración de sistemas, y el 28 de febrero y 1 de marzo pasados se realizaron dos pruebas de deslizamiento. Se prevé que antes de julio de este año alce el vuelo por primera vez.
Diseñado y fabricado por la Corporación de Aviones Comerciales de China (COMAC, siglas en inglés), el C919 servirá para vuelos comerciales en arterias principales de cortas y medianas distancias. Su fabricación incorpora a China al pequeño grupo de países capaces de fabricar aviones comerciales, compuesto por Estados Unidos y las naciones europeas. Después de casi 10 años de arduos esfuerzos, el sueño de los chinos de fabricar su propio avión jumbo se está haciendo realidad. El proceso ha estado profundamente ligado con la corporación tecnológica internacional. El país ha pasado de ser un subcontratista fabricador de componentes, a un jugador clave capaz de diseñar y producir aviones de forma independiente.
Innovación corporativa en tecnologías clave
Diez años han pasado desde que el proyecto del C919 fuera aprobado, pero el sueño chino de un propio avión jumbo tiene su origen 46 años atrás.
El Y-10, el primer proyecto de un avión de pasajeros de gran tamaño hecho en China, comenzó en 1970. Tuvo su debut en 1980, pero fue cancelado en 1985. En ese momento, la débil base industrial del país y su deficiente tecnología no podían garantizar el ambiente adecuado para tal aeronave. Como resultado, nunca fue producido comercialmente.
En 2007 China arrancó otra vez con el plan de fabricación de aviones comerciales para arterias principales, a fin de tomar parte en un mercado dominado por dos gigantes de la aviación: Boeing de EE. UU. y Airbus de Europa. La COMAC, fundada en mayo de 2008, es una parte importante del programa del gran avión de la nación. Sin embargo, los avances necesarios en tecnologías de fabricación y equipos no se lograron de un día para otro. Tras largo tiempo de investigación y exploración, la COMAC logró crear un modelo propio activando la I+D y la estructuración de la cadena industrial de la aviación para la fabricación del avión.
La COMAC posee la patente del C919. De acuerdo con Chen Yingchun, subdirector de diseño del C919, el equipo de la corporación se encargó de procesos clave como el diseño, el montaje final, los vuelos de prueba y su comercialización. China diseñó y probó la configuración aerodinámica del avión, y terminó independientemente el diseño, las pruebas de rendimiento, la fabricación de piezas y la integración de sistemas de la aeronave. El C919 es realmente “hecho en China”.
Las alas son las principales portadoras de la carga en la estructura general y, además, forman los componentes técnicos más difíciles. Con la nueva tecnología de alas supercríticas explorada por China, las del C919 son capaces de elevarse 2 metros en las pruebas estáticas. El consumo de combustible de los grandes aviones de pasajeros es enorme, mientras que la utilización de la tecnología de alas supercríticas logra una mayor eficiencia en el ahorro de combustible, aumentando la eficiencia aerodinámica en un 20 % y reduciendo la resistencia en un 8 %.
Dichas alas en el modelo C919 fueron desarrolladas por el Grupo Industrial de Aviones de Xi’an (AVIC Xi’an Aircraft Industry Group). Sin embargo, una tecnología crucial en la fabricación de alas de avión –el granallado de compresión en paneles grandes enteros– fue durante mucho tiempo un monopolio extranjero, lo que restringió el desarrollo de grandes aviones en China. Después de profundas investigaciones teóricas y experimentos sistemáticos, el Grupo Industrial de Aviones de Xi’an llegó a dominar la tecnología y dispuso de las patentes necesarias, convirtiéndose en una de las pocas compañías en el mundo con derechos intelectuales de esa tecnología.
Cadena de fabricación industrial internacional
Las dimensiones del C919 son muy similares a las del Boeing 737 y del Airbus A320. Mide 38,9 metros de largo, 35,8 metros de ancho con las alas y 12 metros de alto. El vuelo estándar tiene un alcance de 2200 millas náuticas (NM) y el extendido puede cubrir 3000 NM. Puede alcanzar una altitud máxima de 35.000 pies. En comparación con modelos similares en el mercado, el C919 tiene una mayor capacidad de pasajeros y un menor consumo de combustible.
Antes de que comenzara a desarrollar el C919, China ya era un importante proveedor de componentes para aviones. Actualmente, más de 8000 aviones Boeing están dotados de accesorios fabricados en China. Para un suministro de piezas fácil y económico, el Airbus estableció una línea de montaje final en Tianjin en 2008.
Estos proveedores chinos se convirtieron naturalmente en los fabricantes del fuselaje del C919 cuando China planteó su proyecto de aviones comerciales. El Grupo Industrial de Aviones de Xi’an, proveedor de alas supercríticas para el C919, fabrica también las alas para el Airbus A320 y ha producido los empenajes verticales para más de 3000 aviones de Boeing 737 de nueva generación. La compañía AVIC SAC Commercial Aircraft es responsable de la producción del empenaje del C919 y, al mismo tiempo, la proveedora exclusiva de las colas para el proyecto Boeing 787.
El abastecimiento global y la colaboración internacional son una tendencia imparable en la industria de la aviación. Se planea que en China se realicen el diseño y el montaje final de los aviones comerciales, pero reclutarán a los proveedores de piezas y componentes a nivel global a través de licitación pública. Mientras tanto, la capacidad de producción de las empresas nacionales aumentará gradualmente con la introducción de nueva tecnología.
La producción del C919 muestra los abundantes recursos con que cuenta el país. Sus 22 provincias y municipios y más de 200 compañías participaron en el desarrollo del jumbo jet, así como 16 proveedores de materiales (como el Grupo Baosteel de China) y 54 proveedores potenciales de piezas estandarizadas. Muchas instituciones financieras prestan servicios de fondos y arrendamiento. Los parques de aviación industrial se construyeron en las provincias de Shanxi, Jiangsu y Hunan, en donde cientos de miles de obreros industriales se dedican a la fabricación del avión.
Entrar en el mercado mundial
Es necesaria una inspección estricta para cumplir las normas internacionales antes de que el nuevo avión pueda entrar formalmente en el mercado.
Uno de los obstáculos existentes para China es obtener el certificado de acceso al mercado para su avión de pasajeros de gran tamaño. Los nuevos modelos de aviones deben ser aprobados bajo el sistema de estándares de seguridad de la aviación internacional, ya sea por la Administración Federal de Aviación Civil de EE. UU. (FAA, siglas en inglés) o por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA). Los jumbo jets no están autorizados a volar sobre territorios extranjeros sin los certificados autorizados, conocidos como aeronavegabilidad. El C919 se encuentra actualmente en fase de pruebas para validar su seguridad.
China ha firmado acuerdos bilaterales de aeronavegabilidad con Estados Unidos y algunos otros países. Veinte aviones MA60 han sido vendidos a siete países extranjeros, incluido el Congo. Noventa y cinco aviones Y12 han sido vendidos a 20 países, como Uganda. La aprobación de estos modelos garantizó que los productos de aviación de China ingresaran al mercado internacional.
Todavía hay un largo camino por recorrer antes de que el C919 pueda competir con Boeing y Airbus. Sin embargo, ya se está preparando para su vuelo de estreno. Este año será un hito para la aviación comercial de China. Además de este lanzamiento, la COMAC comenzará el desarrollo de un avión de cuerpo ancho, y tiene como objetivo lograr la producción en pequeña escala y la entrega a clientes del nuevo avión regional ARJ21. El país está en la cúspide de la era “hecho en China” en aviones comerciales.