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2017-April-13 15:31

Los metros en China siguen creciendo

 

Por NAN BEIBAO

 

A finales de 2016 entró en funcionamiento el tramo norte de la línea 16 del Metro de Beijing (Bei’anhe-Xiyuan), lo que brinda un mejor desplazamiento para los que viven en Xibeiwang, fuera del quinto anillo de la capital. Anteriormente para Tang Jie, llegar hasta la ciudad era como “escalar una montaña tras otra”. Después del trabajo la única forma de pasar el tiempo libre era permaneciendo en casa. Ahora el metro pasa tan cerca que suele salir con amigos y colegas para divertirse y hacer compras en zonas céntricas de la capital, como Wangfujing o Sanlitun. “Aunque por el momento solo han abierto esta parte de la línea 16, tiene una gran relevancia, pues actualmente puedo hacer en unos minutos el trayecto para el que necesitaba 30”, expresa.

Como un sistema independiente sobre rieles, el metro tiene entre sus ventajas la alta velocidad, el bajo consumo energético y la capacidad de avanzar sin las limitaciones propias del transporte por carretera. Ahí tiene su origen el apelativo de “arteria de ciudades modernas” y símbolo de las metrópolis internacionales.

 

Desarrollo y cambios del metro en China

 

El ambiente social y la situación económica existentes definieron la aparición y el desarrollo del metro en China. Su historia se divide en dos etapas: la de uso militar y la civil. Con el fin de salvaguardar la seguridad de la República Popular China, en la década de 1950 el Gobierno incluyó el metro en su plan de desarrollo militar.

El presidente Mao Zedong propuso construir un ferrocarril subterráneo en Beijing y otras ciudades. En octubre de 1969, la primera línea del metro de la República Popular China, de 30,5 km de longitud, se puso en marcha. Su estación inicial era Beijingzhan (la Estación de Trenes de Beijing), y la última, Gucheng. Los túneles de esa línea podían servir de protección en caso de guerra.

21 de diciembre de 2016. La tuneladora EPB (del inglés Earth Preasure Balance) de mayor diámetro del país, llamada Qilinhao (Unicornio), es diseñada y desarrollada de manera conjunta por Six Engineering Bureau de CREC y China Railway Engineering Equipment Group CO., LTD. Cnsphoto

 

La segunda fase se inició tras la aplicación de la reforma y apertura al exterior. El desarrollo social y el aumento demográfico limitaban el desplazamiento y en algunas ciudades chinas ocurrían atascos. Aliviar el tráfico y promover el desarrollo de la comunicación urbana fueron los objetivos esenciales para construir estas vías de transporte. En la década de 1980 solamente ciudades grandes como Beijing, Shanghai, Guangzhou y Tianjin planeaban construir trenes subterráneos. Desde las postrimerías del siglo pasado hasta comienzos del presente, en todas las ciudades principales chinas se han lanzado proyectos de este tipo.

Tomemos como ejemplo Beijing, Shanghai y Guangzhou. Para recibir los Juegos Olímpicos de 2008 y facilitar el desplazamiento de los deportistas y el público, se añadieron varias rutas al Metro de Beijing, como la línea Batong, las líneas 4, 5 y 10 (primer segmento), la línea Aoyun (Olímpica) y la del aeropuerto. Después de dicho evento se inauguraron consecutivamente las líneas 6, 7, 15 y 16. Desde diciembre de 2016, el Metro de Beijing cuenta con 18 líneas en total.

Antes de la celebración de la Expo Mundial de Shanghai 2010, se establecieron varias redes de rieles en esa ciudad (cuatro horizontales, tres transversales y una circular) para aliviar el transporte de pasajeros y se añadieron las líneas 12, 13 y 16. Desde diciembre de 2016, el Metro de Shanghai cuenta con 14 líneas.

Para celebrar los Juegos Asiáticos 2010, en Guangzhou se añadieron tres nuevas líneas de metro y se ampliaron otras tres. Desde finales de 2016, Guangzhou cuenta con 10 líneas. En todo el país, 29 ciudades chinas disponen del servicio de metro.

 

Características de los trenes subterráneos

 

Con más de 50 años de desarrollo, el metro se ha convertido en un símbolo del espíritu laborioso del pueblo chino y de su capacidad para enfrentar dificultades. Las líneas parecen dragones que impulsan el desarrollo económico en las ciudades. Los trenes subterráneos de China poseen algunas características singulares.

En primer lugar, sus trayectos son más largos que los de algunos países desarrollados. En noviembre de 2016, el Metro de Shanghai con 617 km y el de Beijing con 554 km sobrepasaron al Metro de Nueva York y al de Londres. Otras cinco ciudades chinas poseen más de 200 km de líneas subterráneas, como Shenzhen (286), Guangzhou (278), Nanjing (225), Hong Kong (221) y Chongqing (202).

31 de diciembre de 2016. Línea 16 del Metro de Beijing. CFP

 

En segundo lugar, transportan una gran cantidad de pasajeros. Durante todo el mes de mayo de 2016, el metro transportó en Beijing a más de 258 millones de pasajeros, o sea, 8,33 millones de personas como promedio diariamente. Durante los 21 días laborables de dicho mes trasladó a más de 197 millones de personas.

En tercer lugar, sus diseños fusionan numerosos elementos culturales. Al mismo tiempo que reflejan el avanzado desarrollo científico y tecnológico, los diseños mezclan cultura y modernidad. Xiaobao, estudiante universitario de Shenyang, expresa que los seis vagones de la línea 2 del metro de esa ciudad están decorados con papeles coloridos que muestran la historia china desde el Neolítico, la dinastía Qing, la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa hasta los cambios en Shenyang. Mientras viaja en el metro puede conocer la historia de su ciudad.

 

Mayor prosperidad

 

A medida que nuevas líneas se inauguran en las ciudades, la gente depende mucho del metro y lo asume como la primera opción para viajar. Liu, estudiante de la Universidad de Comunicación de China, recuerda que antes de ponerse en marcha la línea Batong de Beijing, para ir hasta Wangfujing debía tomar un autobús y luego el metro durante más de una hora. Después de su apertura en 2003 el tiempo se redujo, especialmente para los que viven en el distrito de Tongzhou.

El profesor Min, de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, para dar clases en Songjiang y Hongkou necesitaba cada día entre tres o cuatro horas para recorrer 47 kilómetros. Actualmente, ese tiempo se ha reducido a la mitad si toma el metro e, incluso, puede preparar algunas clases durante el trayecto.

La construcción del metro también ha traído prosperidad a los territorios que le rodean con la creación de zonas comerciales. La estación de Xujiahui, en Shanghai, es un buen ejemplo en el aprovechamiento del flujo de pasajeros generando un núcleo de desarrollo económico acelerado. Se han establecido edificios de oficinas, centros comerciales, restaurantes y sitios de entretenimiento. Se ha convertido en el principal mercado de productos de alta categoría y de consumo personalizado, lo cual ha impulsado en gran medida el desarrollo económico local. La señora Chen, quien trabaja en una empresa de Xujiahui, valora que después de salir de la oficina pueda ir con sus amigos a cenar en restaurantes cercanos y hacer compras. Grandes cambios se han producido en las estaciones de Wudaokou y Zhongguancun en Beijing y en la de Xinjiekou en Nanjing.

Sin embargo, el metro no solo provoca cambios, sino que también ayuda al desarrollo de una ciudad. Con el XIII Plan Quinquenal (2016-2020), las ciudades chinas avanzan a un ritmo cada vez más acelerado y demandan la construcción de nuevas líneas de metro.

Análisis

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