La fuerza motriz del crecimiento de China
La reestructuración económica sostiene la continuidad del crecimiento económico. CFP
Aunque la economía china parece desacelerar su ritmo de crecimiento, no pierde, en realidad, la fuerza motriz y el potencial para mantener su desarrollo, como por ejemplo la reestructuración, la competencia por el mercado y otros elementos.
La reestructuración comienza a evidenciar sus efectos. Después del estallido de la crisis financiera internacional, China empezó una reestructuración económica, que sostiene la continuidad del crecimiento económico. Gracias a la optimización de la estructura del sector terciario o de servicios, viene subiendo la proporción de su valor agregado en el PIB, e incluso, superando la del sector secundario. Por ejemplo, el valor agregado del sector terciario ocupó el 46,6 % del PIB en la primera mitad de este año, aumentando 1,3 puntos porcentuales en relación con el mismo período del año pasado y 0,6 puntos porcentuales superior con respecto al del sector secundario. El acelerado desarrollo del sector terciario, con un ritmo del 8 % en la primera mitad del año en curso, supera el crecimiento del PIB.
Dentro del sector terciario, los servicios de producción, como el comercio electrónico, se desarrollan con una rapidez mucho mayor que las industrias tradicionales. Según el informe del Centro de Investigación del Comercio Electrónico de China, el volumen de transacciones del comercio electrónico alcanzó 4,5; 6; 7,85 y 10,2 billones de yuanes en 2010, 2011, 2012 y 2013, respectivamente, representando un aumento del 22 %; 33 %; 30,8 % y 29,9 %. Hasta diciembre de 2013, el número de personas dedicadas al comercio electrónico había superado 2,35 millones y, además, 16,8 millones de personas tenían un trabajo relacionado con el comercio electrónico. Más de 19 millones de empresas medianas y pequeñas utilizan la plataforma de comercio electrónico de pagos a terceros.
Como China reajusta la estructura sectorial de la economía y acorta la capacidad productiva excedente y la tecnología atrasada, las industrias que economizan energía o son inocuas para el medio ambiente logran un gran desarrollo. El valor global de la producción de las citadas industrias alcanzó 0,98; 1,16; 1,38 y 1,65 billones de yuanes en 2009, 2010, 2011 y 2012, con un aumento respectivo del 16,1 %; 17,8 %; 19,1 % y 19,4%, ofreciendo empleo a más de 25 millones de personas.
16 de marzo de 2013. Edificios en miniatura en la Feria de Bienes Inmuebles de Shanghai.
La competencia en el mercado fomenta el desarrollo acelerado de la economía popular. Por un lado, China refuerza el presupuesto y acorta el consumo a costa del erario público y, por otro lado, cambia la función del gobierno, reduce los trámites administrativos de examen y aprobación, facilita las actividades de gestión en el mercado y preserva el orden de la competencia equitativa en el mercado. Estas políticas estimulan el retiro de inversiones y del consumo público, así como la entrada de las inversiones populares, elevando, en gran medida, la eficacia económica. En 2013, la inversión popular aumentó un 23,1 % en relación con el mismo periodo del año pasado, superior al crecimiento de la inversión global nacional (19,6 %). En los primeros seis meses del presente año, la inversión popular registró un aumento del 20,1 %, que sigue siendo superior al 17,3 % correspondiente al crecimiento de la inversión global. El volumen global de las ventas al por menor de los bienes de consumo alcanzó 12,4 billones de yuanes en la primera mitad del año en curso, con un aumento del 12,1 % en relación con el mismo periodo del año pasado. Además, la competencia entre las diferentes ciudades y provincias contribuye al mantenimiento del desarrollo estable de la economía local y al pleno empleo.
China cuenta con más de 1300 millones de habitantes y se ha convertido en uno de los países de renta media. Su mercado posee un gigantesco potencial por la demanda doméstica. Según cálculos preliminares, la clase media tiene, por lo menos, varios cientos de millones de personas, quienes garantizan un poder adquisitivo, ayudando a China a resistir el ataque de la crisis financiera internacional. Con el aumento de los ingresos, el modo de vida de los chinos viene cambiando gradualmente: destinan más dinero al turismo y a la inversión, en vez de solo depositar en el banco.
Construcción del Parque Industrial en la Franja Económica del Yangtsé en Jiujiang, provincia de Jiangxi. Fotos de CFP
En resumen, muchos elementos apoyan el aumento estable de la economía china. Pero, por supuesto, no debemos pasar por alto los riesgos surgidos en el funcionamiento económico, que exigen el control macroeconómico del Gobierno Central.
*Investigador del Centro de Estudios del Desarrollo del Consejo de Estado.