Acusan infundadamente a China por ejercer presión sobre empresas extranjeras
RECIENTEMENTE, la reguladora antimonopolio de China realizó una investigación contra Microsoft, Mercedes-Benz y Audi, entre otras multinacionales. Algunos medios extranjeros importantes han criticado a China por su utilización de la Ley Antimonopolio para ejercer presión sobre las empresas extranjeras. Estas reacciones están previstas, pero son contrarias a la razón.
La Ley Antimonopolio de China no tiene contenido extremo en comparación con la de otras economías, sino moderado. Pruebas irrefutables son suficientes para comprobar que dichas empresas extranjeras han infringido la Ley Antimonopolio de China. ¿Qué inconveniencia hay para exigir con la ley que esas empresas corrijan sus errores? ¿Acaso tienen derecho extraterritorial?
En realidad, Estados Unidos y los países europeos han lanzado, en varias ocasiones, acusaciones antimonopolio contra firmas como Microsoft, Mercedes-Benz y Audi, imponiéndoles serios castigos. Tienen una cuota de mercado e ingresos en China casi iguales que en Estados Unidos y los países europeos. ¿Por qué China no puede investigar sus conductas con respecto al monopolio? Es sabido que las grandes empresas transnacionales se suelen comportar más desenfrenadamente en países en desarrollo que en su propio país.
Vale advertir a las empresas extranjeras que China siempre hace investigaciones antimonopolio, primero, en sus propias empresas. En los casos de China Telecom y China Unicom, en 2011, y de licores Moutai y Wuliangye, entre finales de 2012 y comienzos de 2013, las importantes empresas nacionales fueron sancionadas.
1 de mayo de 2014. SMART de Mercedes-Benz exhibido en una exposición internacional de Nanchang.
Describir las investigaciones concentradas en empresas extranjeras en China como “complot” y “proteccionismo” es, de hecho, la continuación de las quejas de algunas multinacionales por el empeoramiento del ambiente de inversión en nuestro país desde el estallido de la crisis subprime. No creemos que nuestro ambiente de inversión es ya perfecto, sino que debe mejorar, pues será superior en tanto sea compartido tanto por las empresas nacionales y las foráneas. Sin embargo, es inconcebible que se hable de “discriminación de las firmas extranjeras” en China, país que les ha otorgado el “trato supranacional” durante más de dos décadas. Estas quejas palidecen si se tienen en cuenta los datos del aumento constante de la inversión extranjera directa en nuestro país.
La ley antimonopolio se conoce como la “constitución de la economía de mercado”, ya que su elaboración e implementación ayuda a mejorar el orden del mercado y a proteger a todas las empresas que gestionan legalmente. Los países en desarrollo, incluyendo a China, aplican la ley antimonopolio sobre las firmas nacionales y extranjeras, con el fin de fortalecer la justicia internacional. Como dicha ley comprende altos requerimientos, su establecimiento y ejecución está más atrasado en los países en desarrollo que en los desarrollados, lo que coloca a los primeros en una situación desfavorable para su progreso en el sistema de jurisdicción extraterritorial de la ley antimonopolio.
En los países en vías de desarrollo, los problemas de monopolio del mercado por las multinacionales occidentales son más relevantes, como ocurre en nuestro país. En otras palabras, las empresas internacionales implicadas en monopolio obtienen más altos beneficios de su saqueo en los países en desarrollo. En la práctica antimonopolio, casi todos los países que investigaban sobre el monopolio transnacional y cobraban multas con cifras astronómicas antes de la crisis subprime, eran desarrollados.
Las instituciones antimonopolio de los países desarrollados definen la cuota de multa sobre la base de los ingresos de los gigantes transnacionales obtenidos en todo el mundo. Estos países, por pocos que sean, se arrogan el derecho a imponer castigos ilegales, apropiándose de las indemnizaciones pertenecientes a los países en desarrollo, lo que intensifica el desequilibrio de los ingresos internacionales. Bajo la amenaza de los efectos de la transferencia de fortuna y el monopolio del mercado doméstico por el capital extranjero, China y los países en desarrollo emplean, naturalmente, la ley antimonopolio y la jurisdicción extraterritorial para salvaguardar sus derechos e intereses.
The Global Times
06/08/2014