Wang Wen: Caída de la "teoría del colapso de China"

Desde el estallido de la crisis financiera internacional en 2008, mucha gente tiene una actitud pesimista respecto al desarrollo futuro. En mi opinión, en los últimos 20 años, muchos juicios de la tendencia del desarrollo económico chino no son correctos, sobre todo la llamada teoría del colapso de China.

Fallan las primeras corrientes de la “teoría del colapso de China”.

Apareció por primera vez después de 1989 y fue la “teoría del colapso político de China”. En esa época, se registró un cambio drástico en la Unión Soviética y Europa, por lo que Occidente creía que el próximo país al borde de la ruina sería China. No obstante, durante las últimas dos décadas, el país asiático ha encontrado su camino, y ha logrado levantarse. El PIB (producto interno bruto) nominal de China entre 1978 y 2013 creció 155 veces, y la nación se ha convertido en la segunda mayor economía del mundo. Por tanto, la “teoría del colapso político de China” falló.

Después de la crisis financiera de Asia en 1997, empezó la segunda corriente de la teoría y esta vez, fue la llamada “teoría del colapso económico de China”. En el libro “China al borde de la ruina”, publicado en 2001, se afirmaba que “el sistema económico de China se mantendrá durante 5 años máximo”, y “la economía china está en recesión y enfrentará el colapso antes de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008”. Los hechos son más elocuentes que las palabras.

La economía china ha superado el impacto de la crisis financiera. Además, la parte continental ha salvado a Hong Kong, ejerciendo el papel de estabilizar la economía asiática. En los diez años de 2003 a 2012, el crecimiento económico medio de China alcanzó el 10,5% y la tasa de inflación media se mantuvo al nivel bajo de 3%. Frente a la crisis, el gobierno chino persistió en el compromiso de que no devaluaría el Renminbi, logrando un amplio elogio de los países del sureste de Asia. Luego se abrió un decenio dorado para la cooperación China-ANSEA (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).

Tras la crisis financiera internacional de 2008, el núcleo de la lógica se cambió por la “teoría del colapso social de China”, la tercera corriente de la teoría. Pese a los tres impactos de la presión internacional, la tendencia a la baja de la economía y el pánico social, China superó las dificultades de nuevo. No sólo ha obtenido su propio crecimiento estable, sino también ha desempeñado el papel de estabilizar las finanzas globales. La “teoría del colapso social de China” se derrumbó por sí misma después de la estable transición en el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China.

Las tres corrientes de la “teoría del colapso de China” coinciden justamente con los tres ciclos de tendencia a la baja de la economía china.

Dicho argumento se debate más cuando China enfrenta más dificultades en la economía y la reforma. Las palabras de la declinación del país tienen cierta relación con los elementos como el temporal descenso de la economía y la acumulación de riesgos, que causan las previsiones pesimistas de ciertos nacionales y extranjeros.

Pero esto representa una parte muy pequeña.

Opiniones sobre la “teoría del colapso financiero de China”

Las teorías del colapso de China nunca cesan. A medida de la ralentización del crecimiento económico de China y la acumulación de riesgos en 2012 y 2013, reaparecen las palabras pesimistas sobre la economía del país. Surge la “teoría del colapso financiero de China”, debido al depresivo mercado de bienes raíces, las deudas de gobiernos locales y la crisis financiera sistemática. Por eso se necesita el análisis y la explicación racionales de la lógica de dicho argumento.

Primero, la simultaneidad de la época del cambio de la velocidad del crecimiento económico, el doloroso periodo del reajuste de la estructura económica y el de asimilación de las políticas del estímulo de la macroeconomía, causaron la ralentización del crecimiento económico de China. Segundo, el descenso de algunos datos económicos y financieros agravan los pronósticos pesimistas del mercado. Son de los tres sectores: bienes raíces, deudas y bancos en la sombra.

Tercero, la complicada situación económica internacional agudiza la presión a la baja de la economía china. Después del estallido de la crisis financiera global, Japón, Estados Unidos y Europa aplican sucesivamente la política de flexibilización cuantitativa, hecho que provoca la devaluación competitiva de las monedas de los países desarrollados y grandes fluctuaciones de la tasa de cambio internacional. Mientras tanto, el reciente retiro de la flexibilización cuantitativa de Estados Unidos produce otra ronda de salida del capital y el agravamiento del riesgo financiero interno.

Al mismo tiempo, el país norteamericano acelera la construcción de una configuración del comercio internacional que excluye a China y el reajuste de la estrategia comercial estadounidense intensifica las competencias y fricciones económicas entre los dos países.

Medidas para corresponder la presión a la baja de la economía

La primera medida es la reforma. Se logra la fuerza impulsora de la reforma y se promueve el crecimiento económico estable y de largo plazo a través de los dividendos nacidos de la reforma.

La segunda es la innovación. Tanto la transformación estratégica de la estructura económica como el cambio del modelo del desarrollo económico, dependen del reforzamiento de la estrategia de desarrollo impulsado por la innovación.

La tercera consiste en la urbanización de nuevo tipo. En los próximos 10 años, casi 300 millones de personas en China se trasladarán de las zonas rurales a las ciudades.

La cuarta, la apertura. En la primera mitad del año presente, China aprobó cuatro nuevas zonas a nivel nacional, cuyo establecimiento promoverá considerablemente el incremento económico. Un paso estratégico importante para mejorar integralmente el nivel de la economía abierta es la aplicación de la estrategia de la zona de libre comercio. La estrategia del “Cinturón Económico de la Ruta de la Seda” y la “Ruta de la Seda Marítima del siglo XXI” y la construcción del cinturón económico del Río Yangtsé, modificarán razonablemente aún más la disposición económica nacional e internacional, a fin de afrontar el reto de la zona de libre comercio Unión Europa-Estados Unidos..

En consecuencia, en vez de decir que la economía china tiene la posibilidad de colapsar, más bien que decimos que la economía china está en víspera del nuevo despegue tras los dolores en el proceso de transformación. Ya se puede dejar de hablar de la teoría de declinación de China.