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2014-July-16 15:26

Perspectivas del Área de Libre Comercio de Asia y el Pacífico

Por HE MAOCHUN*

LA reunión informal de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) de 2014, que se celebrará en China, tendrá como consigna “Modelar el futuro mediante la Asociación de Asia y el Pacífico”. La reunión de este año se centrará en tres temas, a saber: 1) avance en la integración económica regional, 2) promoción del desarrollo innovador, la reforma y el crecimiento económico, y 3) fortalecimiento de la conectividad global y del desarrollo de la infraestructura. La cumbre también discutirá la viabilidad del Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico (FTAAP, por sus siglas en inglés) y determinará si resulta factible iniciarla.

14 de mayo de 2014. Segunda Reunión de Alto Nivel de APEC, en Qingdao. Cnsphoto

 
El promisorio futuro de la FTAAP

El “avance en la integración económica regional” es un enfoque de larga data derivado de las reuniones de APEC. El objetivo de APEC, a largo plazo, es liberalizar y facilitar el comercio y la inversión. Debido a la enorme disparidad entre sus miembros en cuanto al nivel de desarrollo económico, la organización regional fijó dos plazos: la Declaración de Bogor aprobada en 1994, estableció la meta del comercio y la inversión libres y abiertos para el año 2010 para los países desarrollados, y 2020 para los países en desarrollo. Más tarde, se alcanzaron la Agenda de Acción de Osaka de APEC en 1995, y el Plan de Acción de Manila de 1996, con vistas a garantizar la aplicación de la Declaración de Bogor.

Aunque APEC propuso la FTAAP por primera vez en 2006, el tema ha quedado sujeto a debate. Hoy, cuando APEC cumple 25 años de su fundación, la FTAAP ha entrado en el proceso de discusión pragmática. La reunión de APEC establecerá nuevos objetivos de desarrollo y promoverá planes y vías “aceptables” en el marco del comercio y sus mecanismos asociados.

La FTAAP tiene por meta liberalizar el comercio y facilitar la inversión, a la par que establece el desarrollo sostenible de acuerdo con las reglas del libre comercio. El establecimiento de la FTAAP mejorará sustancialmente el entorno para el comercio y la inversión, ayudará a hacer realidad los objetivos de Bogor y procurará una nueva vitalidad y dirección para encaminar la cooperación económica de Asia y el Pacífico. Este mecanismo se ajusta a los objetivos de APEC: mantener el crecimiento y el desarrollo económico, promover la interdependencia económica entre países miembros, desarrollar el sistema multilateral de comercio abierto, reducir las barreras al comercio y la inversión regional, y salvaguardar los intereses comunes de los pueblos de la región.

La integración económica regional ha sido pensada para el bien común de los Estados miembros de APEC. La misma es esencial para la reactivación de la economía de Asia y el Pacífico, la mejora de la competitividad regional, la actualización industrial y el fomento del empleo en las economías miembros. Por lo tanto, debemos esforzarnos, conjuntamente, por promover la liberalización del comercio y la facilitación de la inversión.

A muchas dificultades, más soluciones

En los últimos años, la lenta recuperación de la economía de Asia y el Pacífico, y el viejo modelo de crecimiento han obligado a buscar nuevos puntos para la cooperación económica. Los éxitos logrados por otras organizaciones de integración regional se revierten en impulso promotor para la integración de la región Asia-Pacífico. Sin embargo, APEC también se encuentra en una encrucijada, de cara a la incómoda opción de fragmentarse o conseguir la integración económica.

La primera dificultad se asocia a las diferentes orientaciones y prioridades en la cooperación económica regional. Los 21 países miembros de APEC, en términos de geografía, se encuentran en América del Norte, América del Sur, Asia Oriental y Oceanía. Entre ellos figuran países industrializados y en desarrollo; países capitalistas y socialistas; y aún mayor es la diversidad de credo y cultura. Pero esa diversidad es precisamente la base para la existencia de APEC, así como la premisa que se deberá tomar en cuenta cuando se realicen cambios en algunos principios rectores. Durante los pasados diez años, el volumen de comercio dentro de Asia aumentó de un billón de dólares a tres billones, pasando del 30 % al 50 % de todo el comercio asiático. Sin embargo, en comparación con el volumen de la UE, la brecha sigue siendo enorme.

La segunda es la fragmentación y la diversidad de intereses subregionales. Hay varios culpables: algunos Estados miembros desarrollados tienen una actitud negativa hacia la cooperación económica y tecnológica, y a menudo actúan de forma unilateral. Aunque la Asociación Trans-Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés) y la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) son caminos viables para alcanzar la FTAAP, esos países siguen actuando de forma independiente y sin coordinación con otros miembros. La diversidad de los miembros de APEC también se convierte en un obstáculo para la cooperación. Los factores políticos, incluidos los temas relacionados con la historia, el territorio y los choques culturales, también afectan negativamente la cooperación. Por otra parte, los últimos años han atestiguado la emergencia de diversas formas de zonas de libre comercio en todo el mundo. Asimismo, se han desarrollado con celeridad los acuerdos de libre comercio dentro de la región Asia-Pacífico. A pesar de que son propicias para el desarrollo del comercio, estas versiones siguen generando el efecto “tazón de fideos”, entendido como una cantidad desmedida de acuerdos que dificultan la adaptación de las empresas a las condiciones locales. Por ejemplo, un producto de una empresa recibe diferentes tratamientos en diferentes áreas de libre comercio, donde difieren, asimismo, los requisitos para el Certificado de Origen. Con el surgimiento de un área de libre comercio se puede poner fin al efecto “tazón de fideos” que hoy afecta a todos los miembros de APEC.

La tercera es la falta de un mecanismo factible de liberalización y fondos necesarios para el desarrollo regional.

A pesar de todo eso, el establecimiento de la FTAAP ha entrado en un proceso relativamente maduro. Hay muchas dificultades por delante, pero más numerosas aún son las soluciones.

En primer lugar, la recuperación de la economía de Asia y el Pacífico, especialmente la de la economía de Asia Oriental, proporciona una enorme demanda de mercado, reservas de capital y conveniencia. Las partes interesadas están llegando a un consenso. La reafirmación de la propuesta de establecer la FTAAP ha ganado respuesta conjunta y activa de los países de Asia y el Pacífico, incluyendo a EE. UU. y Japón. China propone promover la interacción de las zonas de libre comercio como TPP y RCEP, bajo el marco de APEC y, discutir y formular las rutas y patrones para establecer la FTAAP. Se iniciarán los estudios de viabilidad lo antes posible y se pondrá en marcha la FTAAP. Las propuestas anteriores han tenido una respuesta activa de las partes interesadas.

En segundo lugar, en años recientes los miembros de APEC nunca han abandonado su esfuerzo y están muy cerca del éxito. Los Estados miembros se han comprometido a liberalizar el comercio y la inversión. Desde 1994, cuando se estableció la meta a largo plazo, APEC ha alcanzado grandes progresos en la liberalización del comercio. Sin embargo, el proceso de la liberalización de las inversiones sigue centrándose en el intercambio de información y el diálogo político. Bajo el impacto de la crisis financiera, en 1999, se desaceleró el ritmo de promoción de la liberalización del comercio y la inversión de APEC, pero los Estados miembros aprobaron de modo general el objetivo de la liberalización. En términos de los Planes de Acción Individuales (IAP, por sus siglas en inglés), los Estados miembros han mejorado sus medidas para avanzar hacia las metas del comercio. En 2000, los Estados miembros de APEC decidieron adoptar el Plan de Acción Individual electrónico (E-IAP, por sus siglas en inglés), presentando y divulgando en línea las medidas que los Estados miembros adopten para facilitar y liberalizar el comercio y la inversión. A partir de entonces se ha avanzado en la integración de APEC, aunque lentamente.

En tercer lugar, otras organizaciones de integración regional, como la Unión Europea y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), han proporcionado experiencias a la FTAAP. China propone establecer un equipo de trabajo especial para estudiar la viabilidad de la FTAAP.

Segunda ronda de negaciones para un TLC entre China, Japón y Corea del Sur, celebrada en Shanghai entre el 30 de julio y el 2 de agosto de 2013. Cnsphoto

 
La clave está en Asia Oriental

Para los tres países del este de Asia en APEC: China, Japón y Corea del Sur, la FTAAP puede ser un medio para satisfacer sus necesidades a largo plazo, pero no puede resolver los problemas inmediatos.

Si la región de Asia Oriental no puede llegar a un consenso en cuanto a la liberalización del comercio, no será fácil establecer la FTAAP. La integración regional de los tres países de Asia Oriental es la raíz del problema que enfrenta APEC. En otras palabras, si se resuelve el problema de Asia Oriental, se solucionará el problema de la región Asia-Pacífico.

Durante mucho tiempo, el mundo ha estado adentrándose en una era en la que los países próximos entre sí en lo geográfico se agrupan para buscar el desarrollo común. Existe la UE en Europa, el TLC de América del Norte, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en América del Sur, la Unión Económica Euroasiática en estados postsoviéticos, la Liga Árabe en el mundo árabe, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Ansea) en el sudeste asiático, la Cooperación Regional de la Asociación de Asia Meridional (SAARC, por sus siglas en inglés) en el sur de Asia, y la Unión Africana (UA) en África.

Los tres países de Asia Oriental de APEC están trabajando activamente para construir el Tratado de Libre Comercio entre China, Japón y Corea del Sur. Estos tres países son importantes economías a nivel mundial, dado su volumen económico total, que representa el 70 % del total de Asia y el 20 % del total mundial. Aunque el volumen del comercio entre los tres países representa menos del 20 % de su volumen total de comercio exterior, los círculos comerciales de los tres países siguen empeñados en la ardua tarea de construir el Tratado de Libre Comercio entre China, Japón y Corea del Sur. En mayo de 2012, se firmó, formalmente, en Beijing, el Acuerdo de Inversión Trilateral China-Japón-Corea del Sur. En marzo de 2013, se celebraron, en Seúl, las primeras conversaciones sobre el acuerdo de libre comercio. En 2014, los impulsores de estos planes siguen esforzándose por promover las negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio entre China y Corea del Sur, y su similar entre China, Japón y Corea del Sur, así como RCEP, si bien no faltan quienes se preocupan de que los avances en las negociaciones se vean obstaculizados por las disputas territoriales entre los participantes.

La cooperación económica entre los tres países promoverá la cooperación cultural en el este de Asia, lo cual resulta propicio no sólo para impulsar la confianza mutua y la paz, sino también para reactivar los valores fundamentales de la civilización oriental. De tal modo, se impulsa el avance del mundo hacia la dirección correcta de la virtud y la armonía.

En chino, la pronunciación de las siglas de Corea del Sur, China y Japón es similar a “Kochipan”, que significa “esperar algo” o “en perspectiva”. Espero que este vocablo devenga signo de paz y buenos augurios, y un hito en el despertar de la región.

*Director del Centro de Investigación sobre Diplomacia Económica de la Universidad Tsinghua y profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de dicha universidad.