Asia necesita más puentes
10 de abril de 2014. El primer ministro chino, Li Keqiang, hace uso de la palabra en la inauguración de la Conferencia Anual del Foro de Boao para Asia. CNSPHOTO
EL Foro de Boao para Asia 2014 se realizó entre el 8 y el 11 de abril en Boao, provincia de Hainan (China). El primer ministro Li Keqiang y los gobernantes de más de diez países asistieron a la inauguración. En el foro, participaron más de 40 responsables de organizaciones internacionales y funcionarios de nivel ministerial, así como grandes empresarios de 150 compañías, todas pertenecientes a las 500 empresas más poderosas del mundo, entre ellos, 50 presidentes y directores ejecutivos (CEO, por sus siglas en inglés), 30 subdirectores ejecutivos generales y directores ejecutivos de Asia-Pacífico y 70 de China.
Desde el primer foro llamado “Nuevo siglo, nuevo reto y nueva Asia” de 2002 hasta “El nuevo futuro de Asia, búsqueda y liberalización de la nueva fuerza motriz del desarrollo” de 2014, el tema del Foro de Boao se ha vuelto una ventana especial en la que se ha percibido, durante doce años, la tendencia de desarrollo de Asia y de la economía de la región.
Asia se ha vuelto, en las últimas décadas, una región más vigorosa, con el desarrollo económico más rápido a nivel mundial. Desde 2008, año en el que estalló la crisis financiera internacional, se ha vuelto un importante motor para la recuperación y el crecimiento económico del mundo. Según estadísticas fidedignas, la tasa de contribución de Asia al crecimiento económico mundial ha superado el 50 %.
Es evidente para todos la contribución de China al respecto. El acelerado crecimiento de la economía china no solo se ha beneficiado de la apertura y tolerancia de la economía mundial, sino también de sus esfuerzos, gracias a una profunda reforma económica.
Los cambios que están sucediendo en China y otras economías emergentes asiáticas ejercerán una gran influencia en el futuro de la economía de Asia y del mundo. Los países asiáticos, entre ellos China, están experimentando un reequilibro económico y afrontan las contradicciones entre el mantenimiento del crecimiento económico y la reforma estructural.
Integración asiática
La mayoría de los países asiáticos aplican una política de apertura, por lo que se vinculan cada día más, gracias al comercio y a la inversión, mientras que la cooperación bilateral, subregional y transregional viene desarrollándose, gradualmente, en ámbitos como la industria, el comercio, el sector financiero, la ciencia y tecnología, la cultura y el transporte.
El mecanismo de cooperación entre la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Ansea) y China, Japón y Corea del Sur (conocido como el 10+3) ha entrado en una etapa esencial. La integración económica de los países de la Ansea, la Gran Subregión del Mekong y la cooperación regional de la Asociación Sudasiática están en proceso. Mecanismos de cooperación transregional como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Reunión Asia-Europa (ASEM) y el Foro de Asia Oriental y América Latina también se vienen impulsando.
Según los análisis del Banco de Desarrollo de Asia, el PIB del continente representará el 51 % del global en 2050, y la cooperación e integración regional son la clave para la prosperidad asiática.
A diferencia de la integración europea, que ha sido construida y es promovida por la política, el proceso de integración de Asia ha sido impulsado por el mercado, durante 30 años. Debido a la mayor influencia negativa de las barreras del comercio, los países asiáticos tienen el deseo de suprimirlas. Una serie de acuerdos bilaterales de libre comercio han incrementado la cooperación económica entre los países asiáticos.
En 1993, solo existían 14 acuerdos de este tipo, cifra que se elevó a más de 100 a finales de 2013.
Ronald Coase, premio Nobel de Economía en 1991, ha comentado: “Asia aún no tiene un mercado común, como la Unión Europea o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por lo que el flujo de capital y mano de obra en Asia no alcanza su debido nivel. (…) La rebaja en gran sentido del coste de tal flujo supondrá, en los años venideros, la gran fuerza motriz del crecimiento asiático”.
Coase no solo señala la distancia que tiene Asia en la construcción de una comunidad, sino también la importancia de las políticas de plena integración regional y de dimensión completa en el desarrollo económico de Asia-Pacífico. Por eso, aunque tengan diferentes opiniones respecto a la integración regional de Asia, los países del continente y sus políticas concernientes precisan fomentar el proceso de integración por medio de acuerdos de libre comercio.
A pesar de las disputas, han venido apareciendo concordancias: un significativo convenio de libre comercio no solo se dedica a bajar los aranceles, sino que también presta atención a los normas comerciales en inversión, servicios, propiedad intelectual, etc., con el fin de adecuarlos a las normas internacionales.
Una amplia participación en los trabajos concernientes a la integración, incluidos los arreglos institucionales, es la responsabilidad que asume China en la futura cooperación económica regional.
10 de abril de 2014. Henry Paulson, exministro de Finanzas de EE.UU. y, expresidente y director ejecutivo del Grupo Goldman Sachs, contesta preguntas de Zhou Wenzhong, secretario general del Foro de Boao para Asia sobre la relación sino-estadounidense y sus intercambios comerciales. CFP
Comunicación mutua dentro de Asia
Adam Smith escribió en su libro La riqueza de las naciones: “Los buenos caminos y las vías fluviales contribuyen a bajar el flete, ayudando a las regiones aisladas y a las que están alrededor de las ciudades a tener un nivel económico similar. Por eso, es el mejoramiento más importante”.
Más de 200 años han pasado, pero la tesis de Adam Smith sigue siendo correcta. A fin de estimular el desarrollo económico de Asia, hay que prestar atención a dos puntos: primero, al eficiente y rentable flujo de los recursos; segundo, a la eliminación de la desigualdad que existe dentro del país y entre los países.
En realidad, las infraestructuras de diferentes lugares de Asia-Pacífico, ya sea en calidad o en cantidad, no son perfectas, sobre todo en los sectores de transporte y energía. Las estadísticas demuestran que la mayoría de los países en la región gastan menos del 3 % del PIB en la construcción de infraestructuras, y ni hablar de las empresas o instituciones privadas (menos del 1 %). Su escasez constituye el cuello de botella de la integración de Asia.
Según Zeng Peiyan, vicepresidente del Foro de Boao, los países asiáticos deben realizar intercambios y cooperar en cuanto a la elaboración de proyectos propios en infraestructura, y, a la vez, fortificar la comunicación mutua regional. Recomienda, además, que lleguen primero a una identidad de criterios en cada campo profesional y luego, según esta, elaboren un proyecto a largo o mediano plazo para cada país, a fin de que la economía, la cultura y las personas puedan fluir con mayor apertura y más facilidad en la región.
El aumento de la inversión en infraestructura y el incremento de la demanda interna son nuevos puntos del crecimiento económico y, a la vez, repararán el defecto provocado por el acelerado desarrollo anterior. El mejoramiento de la infraestructura también promoverá el reajuste estructural y acelerará el desarrollo de las industrias recién surgidas. Bajo estas premisas, asuntos como el reajuste de la estructura económica, el incremento económico estable y la garantía del empleo serán resueltos adecuadamente.
El Foro de Boao le da prioridad al valor del sector. Se realizó un simposio sobre la comunicación y la conexión mutua de infraestructuras en Asia-Pacífico.
La fusión de capitales es una dificultad para la construcción de infraestructura. Según el Banco de Desarrollo de Asia, para alcanzar el nivel promedio mundial se requieren unos 8 billones de dólares en infraestructura interior y unos 300.000 millones de dólares en la regional. Hay una gran brecha de capital. Al respecto, el presidente de China, Xi Jinping, expresó durante la inauguración del Foro de Boao 2013, que China aceleraría la comunicación mutua con sus vecinos y construiría, con iniciativa, la plataforma para fusionar el capital, con el fin de fomentar la fusión económica regional y aumentar la competitividad regional.
El nivel obsoleto de la infraestructura ofrece un gran espacio para el crecimiento de las economías recién surgidas de Asia. En estos 30 años, China ha obtenido un gran éxito en la construcción de infraestructura, suministrando experiencias aprovechables a otros países. Y las empresas chinas, con un poder cada vez mayor, pueden también ofrecer cooperación en fondos y tecnología.
China propone la fundación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el que suministrará apoyo financiero a los países de la región, incluyendo a los de la Ansea. No solo reparará la brecha en la inversión de los países menos desarrollados de Asia en infraestructura, sino que también reducirá la salida de fondos de la región.
Fomento del desarrollo común
En este siglo XXI, la globalización y la regionalización exigen que los países asiáticos fomenten el intercambio y la cooperación entre sí, así como un incremento de la cooperación con otras regiones del mundo. Cómo afrontar el reto que trae la globalización, cómo mantener el desarrollo saludable de la región y cómo consolidar la coordinación y cooperación entre sí, se han convertido en temas importantes que enfrentan todos los países asiáticos.
Al hablar de la relación entre China y Asia, Xi Jinping señaló, en la inauguración del Foro de Boao 2013, que un mayor desarrollo de China traería más oportunidades a Asia y al mundo.
Sin duda alguna, el desarrollo económico de Asia y sus tanteos en la integración económica están desempeñando un papel cada vez más importante en el panorama económico global. Asia es, indudablemente, un tema importante en la historia económica mundial del siglo XXI.
La reforma de las economías emergentes de Asia sigue en ascenso, en este 2014. Muchos países como China, Japón, la India e Indonesia vienen promoviendo, enérgicamente, una nueva agenda de reformas. El crecimiento asiático no puede ser como antes, impulsado por el exterior, sino que debe depender de una fuerza endógena, la cual necesita de la comunicación, la cooperación y el apoyo mutuo entre las economías asiáticas.
Al ser la primera organización internacional dirigida, verdaderamente, por los asiáticos, que se dedica, especialmente, a la discusión de los asuntos asiáticos en función de los intereses del continente, el Foro de Boao persiste en servir a Asia y responder a los problemas regionales e internacionales. Asimismo, viene convirtiéndose en una plataforma donde se realizan diálogos e intercambios, se aumenta la confianza mutua y se impulsa la cooperación regional.
Tanto Asia como China necesitan hoy más puentes de comunicación como el Foro de Boao.
*Zhou Wenzhong es secretario general del Foro de Boao para Asia.