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2014-February-10 16:05

¿Cómo influirá China en el mundo?

Por FU YING*

AL participar, recientemente, en reuniones internacionales, he podido sentir cómo el mundo le viene prestando una mayor atención a China y a los proyectos sobre la profundización de su reforma, elaborados en la Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China. Quieren saber qué va a suceder en el país y qué significará eso para el mundo. Una pregunta es más frecuente: ¿Cómo influirá China en el mundo?

La pregunta surge en medio de las siguientes circunstancias: China crece rápidamente, su volumen económico global es ya el segundo en el mundo y su comercio puede ser comparable con el de EE. UU. Algunos políticos occidentales son incrédulos ante los éxitos obtenidos por China. Como no saben las dificultades que atraviesa China en medio del desarrollo —pues es un país grande y en vías de desarrollo— y, además, han pasado mucho tiempo siendo hipercríticos de China desde el ángulo ideológico, les resulta muy difícil comprender nuestras políticas y nuestros esfuerzos. Sin embargo, el mundo está depositando sus esperanzas en China y la considera una gran potencia emergente. El punto central es: ¿De qué manera China materializará al máximo su seguridad e interés?, y ¿cómo influirá en el mundo? Los intereses de un país grande fluyen y se extienden, constantemente, a medida que aumenta su fuerza real y se eleva la demanda de la distribución global de sus fuerzas productivas. La historia demuestra que el reto que afronta un país grande en crecimiento es cómo concordar sus propios intereses con la tendencia mundial, o sea, con los intereses de la mayoría de países del mundo. ¡Cuántos sueños de convertirse en una potencia mundial se obstaculizaron por este problema!

Fu Ying. CNSPHOTO

 

El presidente Xi Jinping ha enfatizado que China debe seguir una correcta ideología en cuanto a moralidad e intereses, lo que quiere decir considerar los intereses ajenos al perseguir los nuestros y, en caso que sea necesario, sacrificar los nuestros por el bien de los demás, como una muestra de moralidad. Esto contrasta con la vieja tradición, en la que la potencia siempre impone su interés por encima del de los demás e, incluso, no escatima librar una guerra. China progresa de manera pacífica, lo que se debe a su propia ideología, pero también a las condiciones de este tiempo.

Al ser un país socialista de una antigua civilización, China debe ser indulgente frente a los conceptos y, criterios generales y exitosos de la comunidad internacional, y debe también perfeccionar, constantemente, su propia ideología sobre la justicia y los intereses, así como los principios en los que persiste en las relaciones con otros países. En cuanto a lo que China le ofrece al mundo, ello tiene mucho que ver con sus propias ventajas, como, por ejemplo, más oportunidades económicas, así como experiencia en la eliminación de la pobreza y en el mejoramiento del medio ambiente. Por supuesto, es inevitable que un país grande en crecimiento afronte la provocación y la invasión de sus intereses, que son difíciles de eludir si no se reacciona enseguida con actitud y determinación, con el fin de frenar más provocaciones y, en casos necesarios, promover la reafirmación de las reglas o la elaboración de nuevas reglas.

Debido a la atención cada vez mayor prestada por el mundo, llegarán a nuestros oídos más dudas y opiniones sobre China y su relación con las otras naciones. Necesitamos escuchar y también capacitarnos para presentarle al mundo nuestras intenciones y razones, para que, de este modo, se reduzcan las discrepancias y resistencias generadas por el crecimiento y la integración con el mundo.

*Fu Ying es miembro del Comité Permanente y presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la XII Asamblea Popular Nacional (APN) .