Después de atravesar el mar, llegamos a la primera ciudad china, Citong (nombre antiguo de la ciudad de Quanzhou). Es un gran puerto en el que embarcan muchos barcos, grandes y pequeños”. Esta descripción de la ciudad, escrita durante la dinastía Yuan (1206-1368), puede leerse en la bitácora del explorador marroquí Ibn Battuta.

Como punto de partida de la antigua Ruta Marítima de la Seda, la ciudad de Quanzhou posee abundantes reliquias culturales y una particular civilización que tienen mucho que ver con aquella histórica ruta. En el Museo de Historia y Cultura Islámicas de Quanzhou se exhiben objetos de las dinastías Song y Yuan descubiertos allí, como lápidas con inscripciones, piezas halladas en tumbas y templos, muestras arquitectónicas, documentos históricos locales y otros provenientes de países árabes, entre otras reliquias.