Wu Changshuo, el brillo de un artista eterno
Duraznos, obra de Wu Changshuo.
LA pintura del renombrado artista Wu Chang-shuo (1844-1927), titulada Glicinia vieja en Yushan, fue adquirida por 9,2 millones de yuanes en la Subasta Pública de Primavera de China Guardian 2015, dentro de la sección dedicada a las obras de pintura y caligrafía de la edad moderna.
Wu Changshuo fue muy diestro en el dibujo de la glicinia salvaje. La obra subastada fue realizada en 1918 y muestra la influencia del arte de la grabación epigráfica. En dicha pintura, las ramas, las hojas y las flores están adecuadamente distribuidas. Las flores, por ejemplo, lucen como mariposas purpúreas en filas, mientras que todas las hojas pueden ser apreciadas claramente, a pesar del frondoso follaje. La obra muestra además un extraordinario manejo del espacio en blanco; es decir, se trata de una creación que ha alcanzado el mayor grado de perfección. La inscripción está hecha en estilo Shigu, lo cual refleja la gran habilidad epigráfica del artista.
Si bien la glicinia es un tema muy frecuente en las pinturas de Wu Changshuo, la obra subastada –de 179,5×95,5 cm– resulta bastante singular: para realizar un dibujo de tal tamaño usualmente se requiere que el pintor sea capaz de terminar una rama larga de la glicinia en un solo trazo.
Wu Changshuo, un notable exponente de la pintura, la caligrafía y el grabado epigráfico de comienzos del siglo XX, logró combinar las técnicas de estas tres disciplinas artísticas. En sus dibujos, por ejemplo, se puede apreciar la influencia de la caligrafía y el grabado (sobre todo del segundo), lo que hace que las pinturas parezcan haber sido hechas con buril, en vez de pincel. El propio Wu admitió que su mayor ventaja artística era dibujar siguiendo la técnica de la caligrafía epigráfica.
Wu Changshuo es uno de los cuatro maestros de la pintura de las postrimerías de la dinastía Qing (1644-1911) que provienen de la zona de Shanghai, y representa una época muy especial de la pintura moderna. De hecho, su escuela artística tuvo una gran influencia en maestros como Pan Tianshou y Qi Baishi, e incluso en pintores japoneses.
Wu dijo que no supo escribir poesías sino hasta los 30 años y que no supo pintar sino hasta los 50. Antes de ello, nunca estuvo satisfecho de sus obras y por eso no quiso mostrarlas públicamente. Sus pinturas se centraban principalmente en flores, verduras y frutas, aunque también en personajes y paisajes. Un tema recurrente era la flor del ciruelo. En la cultura china, el ciruelo es uno de “los tres amigos en el invierno” (los otros dos son el pino y el bambú, que conservan sus hojas aun en los días más fríos, mientras que el ciruelo florece en invierno). La resistencia del ciruelo ante el frío y el hecho de que no florezca en primavera como la mayor parte de las flores son una metáfora que encierra la virtud de no temer a las dificultades ni a la soledad, y la de no ambicionar siempre situaciones ventajosas. Desde la antigüedad, los intelectuales chinos han utilizado este tema para representar una aspiración por la virtud y la nobleza.
Wu Changshuo tuvo una preferencia especial por pintar ciruelos viejos. Los troncos y ramas llenos de fuerza y las frágiles flores apenas abiertas forman un contraste extraordinario, el cual puede apreciarse en muchas de sus obras famosas. Después de cumplir los 70 años, Wu Changshuo agregó rocas en sus pinturas de flores de ciruelo, lo que permite una comparación interesante.
Nacido en una familia de intelectuales de Anji (provincia de Zhejiang), Wu Chang-shuo recibió una formal educación confucionista desde corta edad. A los 10 años y en vista de su interés en la grabación de sellos, su padre empezó a enseñarle las técnicas de la grabación epigráfica. El caos de la guerra lo obligó a abandonar su pueblo natal y dirigirse a las provincias de Hubei y Anhui. A los 21 años, Wu pudo regresar a su pueblo y vivió de las labores en el campo. En su tiempo libre se dedicó arduamente al estudio y práctica de la caligrafía y tallado de sellos en piedra o metal. A mediana edad se nutrió artísticamente de sus investigaciones en el campo de las inscripciones epigráficas de diversas dinastías, sobre todo de los sellos, lápidas, tejas y ladrillos de las dinastías Qin y Han, lo que fue influyendo en su estilo personal. Además, fue capaz de aplicar sus habilidades caligráficas en la grabación de sellos. Los caracteres grabados por él presentan una fluidez tan natural que no parecen esculpidos, sino haber sido escritos con pincel. En 1899, gracias a la recomendación de algunos amigos, Wu Changshuo pudo desempeñarse en la jefatura del distrito de Andong (actual Lianshui), en la provincia de Jiangsu. Sin embargo, renunció al cargo solo un mes después, lo que motivó que creara un sello personal que decía “jefe de Andong por un mes”. En 1913, junto con otros escultores, fundó y fue el primer director de la famosa Sociedad de Grabadores de Sellos de Xiling, en la ciudad de Hangzhou, cuya finalidad era promover el arte del tallado de sellos. Wu Changshuo llegó a elaborar alrededor de 2000 piezas de tallados de sellos, muy apreciadas por los coleccionistas nacionales y extranjeros.
Las obras de Wu Changshuo son cada vez más valoradas en el mercado de subastas. En diciembre de 2010, su Biombo de doce hojas con flores fue adquirido en 36,96 millones de yuanes, estableciendo un récord entre todas sus obras subastadas. En 2011, otra de sus creaciones, Flores en 8 hojas, se vendió al alto precio de 28,75 millones de yuanes.
En el salón de la vieja casa de Wu Changshuo, ubicada en su aldea natal de Zhangwu (provincia de Zhejiang), hay otra pintura de glicinia realizada por su nieto, el también artista Wu Changye. En el segundo piso de la vivienda se encuentra el estudio de Wu Changshuo, en el que los muebles y artículos se mantienen tal como los dispuso el maestro. La pequeña ventana, el viejo escritorio, y el buril y el pequeño armario hechos por el propio Wu Changshuo, han sido testigos y compañeros de un maestro dedicado plenamente a la pintura, la caligrafía y el grabado.