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2015-June-2 15:39

Los cisnes cubanos danzaron en China

Por ABEL ROSALES GINARTE*
 

“Esta gira se parece mucho a la que hice con Fernando Alonso y Alicia Alonso por los países socialistas, cuando todas éramos muy jovencitas, no teníamos experiencia teatral y entre papá y mamá nos organizaron. Fueron siete meses de gira”. Con los ojos iluminados, Laura Alonso, heredera del legado de sus padres, fundadores del Ballet Nacional de Cuba y la Escuela Cubana de Ballet, habla con China Hoy sobre la gira realizada por China al frente de la compañía que dirige. “Hablando con los bailarines y haciéndoles correcciones, oía las voces de mi padre y mi madre como si ellos estuvieran dentro de mí, y pensaba: ¡caramba!, esto era lo mismo que ellos decían”.

Enero de 2015. El Guangzhou Opera House entrega un reconocimiento a la maître cubana, Laura Alonso.

Iniciada el 19 de diciembre de 2014 en Shanghai, la gira del Ballet Laura Alonso incluyó ciudades como Guangzhou, Shenzhen, Xiamen, Suzhou, Shandong y Nanjing. Luego de pasear su arte por escenarios de 16 ciudades llegaron a Beijing a fines de febrero para el cierre. “Conocimos la Gran Muralla China, llevamos a todos los bailarines allí. La cultura es importante. Un bailarín, un artista la necesita”.

Sesenta danzantes conforman la compañía que dirige Laura, jóvenes figuras que arrancaron intensos aplausos del público chino. “Es una compañía profesional, es asombroso. Además son muy disciplinados, nada más tengo que mirarlos. Bailaron a 2500 metros sobre el nivel del mar y salían con falta de aire del escenario, pero teníamos los tanques de oxígeno. Nadie dejó de hacer un paso, todo se hizo como era. Fueron 36 funciones con días de viaje en el medio, teatros diferentes, no se dejó de dar clases, no se dejó de ensayar y por la noche también había función”.

El Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de Fernando Alonso, visitó China dos veces en la década de los 60. Fueron recibidos por Mao Zedong y Zhou Enlai y compartieron sus conocimientos con bailarines del país. Laura en esa época integraba el cuerpo de baile y hacía algunos trabajos como solista.

Nacida en Nueva York el 14 de marzo de 1938, cursó estudios con algunos de los más reconocidos maestros del mundo del ballet. Su ascendente carrera profesional la ha situado en importantes responsabilidades dentro y fuera de su país como profesora del Instituto Superior de Arte de Cuba, directora de los Cursos Internacionales de la Escuela Cubana de Ballet, conocidos como Cuballet, presidenta de la Asociación de la Danza para las Américas (AIDA) y directora general del Centro Prodanza de Cuba.

Como maître, reconocidas estrellas de la danza mundial le agradecen sus enseñanzas. Tal es el caso de José Manuel Carreño y Xiomara Reyes, primeras figuras del American Ballet Theatre en Estados Unidos; Marcela Goicochea, solista del Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina; Lorna Feijoo, Alihaydeé Carreño y Víctor Gilí, primeras figuras del Ballet Nacional de Cuba; Arionel Vargas, primera figura del Royal Winnipeg Ballet de Canadá; entre otros.

Los cambios ocurridos en China más de cincuenta años después han impresionado a la gran maestra cubana: “Increíble la diferencia. Los rascacielos tan bien hechos, el adelanto es genial, pero tienen un nivel de contaminación muy elevado. Ahora han empezado a luchar contra eso, pero es precioso todo. Los teatros son una maravilla. De los que yo estuve a los de ahora son de lo mejor que hemos visto. El adelanto es extraordinario, aplastante”.

La compañía cubana ha ocupado el espacio que tradicionalmente era de los ballets rusos que recorrían distintos escenarios chinos. Aunque reconoce que el público no tiene una profunda cultura de ballet, valora las atenciones ofrecidas. “Hay lugares en los que tienen mejor conocimiento al respecto como Shanghai, Beijing o Wuhan. Fue genial. Los chinos subían al escenario después de la función para hacerse fotos con nosotros y nos deseaban todo lo bueno para este año”.

Además de las presentaciones del clásico Lago de los Cisnes, un preferido de la audiencia china, Laura Alonso impartió clases y conferencias. “Di clases a niños con demostraciones de bailarines de la compañía para explicarles lo que es el ballet. A los padres también para convencerlos, como se hizo en Cuba al principio de la Revolución. En las conferencias hablé de la historia del ballet en Cuba. Les llamaba la atención la relación hombre-mujer, les llamaba la atención que el ballet en Cuba haya sido una pasión para toda mi familia, desde mi abuela, mi padre, mi madre, yo, mi hijo”.

La experiencia pedagógica de Laura Alonso en Cuba incluye instituciones como la Academia de Ballet Alicia Alonso, la Escuela de Ballet de la Escuela Nacional de Arte de La Habana, el Ballet Nacional de Cuba, el Teatro Musical de La Habana, entre otras.

Su brillante desempeño como maestra la sitúa entre las mejores del mundo. Compañías como Danza Moderna de México, Tokyo Ballet, Alberta Ballet, Les Grand Ballet Canadiens, Toronto National Ballets and Scholls, Phillipine Ballet, Royal Danish Ballet, Opera Ballet of Finland, The Calgary City Ballet y el Royal Winnipeg Ballet, entre otras, reconocen su madurez artística. A su participación en dos filmes cubanos, Giselle y Un retablo para Romeo y Julieta, se une su participación como jurado y miembro del comité organizador del Concurso Internacional de Ballet de Jackson, Mississippi, en Estados Unidos, donde recibió el Premio al mejor maître especialmente concebido para ella.

Enero de 2015. Cuerpo de baile del Ballet Laura Alonso en una de sus funciones en China.

Sonríe Laura con un poco de nostalgia. El 27 de julio de 2013, a los 98 años, falleció en La Habana su padre, Fernando Alonso, quien junto con su esposa Alicia y su hermano Alberto fundara el Ballet Nacional de Cuba. “Él fue con nosotros a esa gira también”. En China vivió días intensos, pero el regreso a Cuba incluye nuevos proyectos que la maestra prefiere mantener en secreto. “Muchos planes. Lo que tenemos que hacer primero es arreglar el vestuario porque fueron muchas funciones y se guardó la carga mojada”.

Las imágenes de China revolotean en su memoria como cisnes danzantes y viajes interminables. Despertar en un nuevo día con la energía de la primera vez es la pasión que sostiene a esta mujer que anda por el mundo con el legado de la familia fundadora de la única escuela de ballet en Iberoamérica. Los meses vividos estallan en fuegos artificiales de colores y mundos nuevos. Despidieron el 2014 en China y celebraron en 2015 el nacimiento del año 4713 del calendario chino bajo el signo de la cabra.

Volver a China es siempre una opción, una oportunidad que la compañía que dirige la maître Laura Alonso no se perderá. “Parece que sí, a fines de este año”.

* Profesor de español en el Instituto de Comunicaciones de Hebei.