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2014-September-26 14:29

El Don: el camino hacia el éxito

Por LIU YI

EN el primer semestre del año 2014, toda la industria editorial mundial estuvo obsesionada con un libro que el Daily Telegraph calificó como “la novela china que no te puedes perder”. La versión en inglés de El Don del escritor chino Mai Jia circula en el mercado de 21 países anglófonos, tales como Inglaterra y Estados Unidos, rompiendo el récord de ventas de escritores chinos en el extranjero. En la lista de los libros más leidos de una semana de Amazon de Estados Unidos, dicha novela en versión inglesa ha alcanzado el lugar 17. La foto de Mai Jia en la que apoya la frente en la mano y mira directamente a los lectores aparece con frecuencia en la sección de reseñas de libros de los medios de comunicación de habla inglesa. A este escritor misterioso y de bajo perfil lo han definido como el “Dan Brown de China”.

Escritor Mai Jia.

 

El Don narra la gloria y caída del genio matemático Rong Jinzhen. Por destino y casualidad, un joven autista que ha tenido una vida difícil se convierte en un criptógrafo que sirve a su país y ha logrado hazañas. Pero en el estudio de unos códigos de nivel superior, Rong pierde el cuaderno en el que anota cada pensamiento que tiene y, finalmente, sufre un colapso mental.

El Don publicado en el año 2002, primera novela de Mai Jia, le dió mucha fama al escritor a quien antes nadie conocía, convirtiéndolo en una reconocida estrella en China, principalmente, debido a la adaptación para la televisión en una serie, de su libro. Diez años más tarde, esta novela de espionaje ubica a Mai Jia entre los escritores internacionales de super bestseller. La editorial estadounidense FSG, que ofrece una regalía del 15 % si la venta superara los diez mil ejemplares, le aseguró en su momento el prepago de cien mil dólares y las cifras de venta superaron ampliamente esa cantidad.

“En los más de diez años de comercio con derechos de autor, es la primera vez que veo una regalía y fianza tan alta, normalmente la regalía de los escritores chinos en el extranjero ronda del 6 % al 8 %”, dijo Tan Guanglei, agente de Mai Jia en el extranjero. Es el director general de la Agencia Grayhawk de Taiwan que estableció relaciones comerciales de derechos de autor con la editorial americana FSG en el año 2010, y desde allí, Tan había recomendado 14 novelas chinas, pero por diversas razones no habían aceptado ninguna. Sin embargo, después de leer El Don, FSG no podía esperar para publicarlo, y contrataron el volumen complementario Complot junto con El Don.

Para todo el mercado literario chino, el éxito de Mai Jia es un gran estímulo. Durante mucho tiempo, el comercio con derechos de autor de China ha sido deficitario. En el año 2003, la relación entre importación y exportación de derechos de autor fue 15: 1. La relación se ha ido reduciendo cada año hasta el 1.9: 1 del año 2012, pero las preferencias de exportación se concentran, principalmente, en las áreas de medicina china, libros tradicionales, pintura, caligrafía y otras líneas de la cultura tradicional. Desde la perspectiva geográfica, la exportación se concentra, principalmente, en Hong Kong, Macao y Taiwan, así como Corea del Sur y Japón, entre otras zonas que están en el círculo de influencia de la cultura china. Para un país orgulloso de sus 5000 años de historia y conocimiento esto ha sido una gran pena.

El hecho de que El Don ha sido celebrado por los lectores occidentales tiene mucho que ver con sus propias características: los elementos misteriosos, la leyenda familiar, el descifrar la historia moderna de China y otros factores, conforman una combinación fascinante. Pero su popularidad “inesperada” también se debe a dos factores importantes: traducción y agente. El “desciframiento” de los dos factores, quizás, pueda hacer que los lectores de todo el mundo se familiaricen con otras sobresalientes obras literarias de China.

La versión en inglés de El Don circula en 21 países angloparlantes, tales como Inglaterra y Estados Unidos.

La buena traductora que trae el avión atrasado

En el año 2010, la profesora de la Universidad Nacional de Seúl, Olivia Milburn, vino a Shanghai para participar en la exposición mundial. Como el avión se retrasó, ella no tenía nada que hacer y compró dos libros en la librería del aeropuerto, El Don y Complot. Debido a las exitosas series de televisión, durante los últimos cinco años, los dos libros habían sido colocados en un lugar destacado de la librería. Pero Milburn no estaba al tanto de nada de eso. Se graduó de la Universidad de Oxford y tiene un doctorado en chino tradicional.

La razón por la cual Milburn quería comprar estos dos libros consiste en que, durante la Segunda Guerra Mundial, su abuelo servía para la agencia de inteligencia inglesa y trabajaba bajo las órdenes del primer criptógrafo del mundo, Alan Turing. Milburn tradujo, con agrado, algunos capítulos para que su abuelo los leyera.

La traducción de Milburn es limpia y ordenada, también se percibe una belleza clásica y un temperamento exótico. La tensión poética y secreta escondida en las letras de Mai Jia ha sido muy bien interpretada en la versión traducida, lo que permite a los lectores extranjeros capturar aquella belleza. “Es una historia rara, liada y especial, pero el autor utiliza un lenguaje hermoso y vívido, en prosa, para escribirla”. Así comentó el artículo La novela china que todo el mundo debería leer de The Economist en su reseña de libros de marzo. Y el subtítulo del artículo dice “Por fin, una gran novela china”.

De hecho, en los últimos 35 años hubo en China gran cantidad de excelentes obras literarias, pero debido a que hay muy pocos profesionales que traduzcan del chino a idiomas extranjeros, los lectores occidentales, e incluso las editoriales extranjeras no saben de ellas. “La traducción es la segunda creación, que puede poner una obra de segunda categoría entre las obras de primera clase, y al mismo tiempo puede estropear una obra clásica,”dijo Mai Jia en una entrevista con medios de comunicación.

El vicepresidente de la Asociación de Escritores de la provincia de Hebei, Xie Wenge (cuyo seudónimo es Da Xie) no tuvo la buena suerte de Mai Jia. En el año 2012, intentó buscar a un traductor inglés para su obra Elegía, de 200 mil caracteres. Después de experimentar muchas dificultades, por fin encontró a un traductor que se atrevía a asumir el trabajo, pero la tarifa alcanzaba los 800 yuanes por cada mil caracteres. El precio era diez veces mayor que la traducción regular del inglés al chino y superaba ampliamente sus posibilidades.

Aparentemente, la Asociación de Escritores de China está consciente de este problema. En septiembre de 2013, junto al Grupo de Publicaciones Internacionales de China celebraron el primer concurso internacional de traducción de las obras contemporáneas más destacadas de China.

Tan Guanglei y Olivia Milburn, traductora de la novela.

 

Agente de derechos de autor

La otra buena suerte de Mai Jia es su profesional agente de derechos de autor. Mai dijo a los medios de comunicación que antes de que Tan Guang-lei contactara con él, no sabía nada de esos agentes, e incluso, aunque él mismo estuviera dispuesto a asumir el coste de la traducción, no sabía por dónde empezar.

En China, e incluso en Asia, los escritores contactan directamente con las editoriales. Pero en Inglaterra y Estados Unidos, el gran tamaño del mercado y la madura industria permite una división más detallada del trabajo, por eso aparece el sistema de agentes de derechos de autor. Estos agentes buscan manuscritos destacados, representan a los autores para buscar una editorial adecuada, negociar las condiciones del contrato, ayudar en la propaganda, y también se encargan de las transacciones de autorización, tales como los derechos para televisión, los derechos en el extranjero, los derechos derivados (por ejemplo la versión de letra grande, la versión de libro con audio). Mientras, el autor puede concentrarse, exclusivamente, en la creación.

En el año 2004, Tan Guanglei empezó a trabajar como agente de derechos de autor y creó su propia agencia. Importó los derechos de la versión en chino de los bestsellers Cometas en el cielo y La sombra del viento, entre otros, y en el año 2009, comenzó a divulgar los libros chinos en el mercado internacional. Actualmente ha establecido relaciones de cooperación con las agencias de derechos de autor de 16 países. Desde fines de 2009, Tan empezó a difundir los derechos de autor de El Don en idiomas extranjeros, pero durante más de un año, no tuvo ningún resultado. A principios de 2011, Milburn se puso en contacto con Tan, y le dio los capítulos de muestra que había traducido. Tan ordenó rápidamente los materiales y, a través de los agentes literarios británicos, lo pasaron a manos del editor de Penguin Books, quien finalmente decidió firmar el contrato de derechos de autor de la versión en inglés. En el año 2012, salió la versión en inglés completa, Tan vendió los derechos de autor para Estados Unidos a FSG; y en el año 2013, los de español, turco, francés y hebreo.

Son muy pocos los agentes como Tan Guanglei, quien saca a la luz a los escritores chinos, y los lanza, exitosamente, al mundo editorial occidental. Su actitud es muy optimista sobre el futuro de las obras chinas en el mercado extranjero. Sin duda alguna, El Don atraerá a un gran número de exploradores literarios y editoriales extranjeras a venir a China a buscar oportunidades.

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