Grimanesa Amorós y Mirror Connection Cuando la luz se hizo arte
Grimanesa Amorós y Mirror Connection
Cuando la luz se hizo arte
Por LOURDES FERNÁNDEZ
La exposición de la escultora peruana Grimanesa Amorós cerró, con broche de oro, la temporada de arte latinoamericano de la decimotercera edición del Festival Meet in Beijing.
“Mirror Connection”, que en español significa conexión a través del espejo, se tituló la exposición que presentó, en el Museo de Arte de la Academia Central de Bellas Artes de China, la famosa artista de la plástica de nacionalidad peruana, Grimanesa Amorós. En su segunda exhibición en Beijing, logró atraer nuevamente la atención del público local y extranjero con sus impresionantes redes de luces LED y videos elaborados en tercera y cuarta dimensión sobre un mundo surrealista subjetivo.
Pero ¿qué es lo que diferencia a Amorós del resto de los artistas interdisciplinarios? La mayoría de sus trabajos, elaborados desde una perspectiva tridimensional, dejan al espectador espacio para que pueda recrearse en la obra, viajar a un mundo subjetivo y tener su propia interpretación; es decir, propician una interacción entre el yo interno de cada individuo con el mundo exterior.
Grimanesa Amorós, en su obra Mirror Connection, utiliza una intrincada red de luces LED que se entrelazan formando, en el centro, un corazón de donde salen varias arterias encendidas, brindando un ambiente de calidez y seguridad al espectador, quien, a su vez, tendrá la sensación de estar mirándose, de estar frente a un espejo.
Esta polifacética artista nació en la ciudad de Lima, en la costa del Perú, una región desértica bordeada por el océano Pacífico, que allí contradice su nombre con fuerte oleaje y frías aguas. Precisamente, fue el intenso movimiento de las olas, que en su superficie forman cadenas de espuma, lo que cautivó a la escultora peruana desde pequeña. Integró esas burbujas en la mayoría de sus esculturas para representar el comienzo o la continuidad de la vida, convirtiéndose en uno de los rasgos que caracterizan su extensa producción creativa.
Sus comienzos estuvieron marcados por varias tendencias en el mundo del arte, hasta que, después de un viaje a Islandia, se decidió por la escultura a través de la luz. Fue en Islandia donde pudo comparar la geografía de aquella nación con la de su país y, sobre todo, apreciar las auroras boreales. Allí también decidió plasmar las auroras y la geografía de su nación andina a través de la luz. Fue así como nacieron obras a gran escala como Islas flotantes en el lago Titicaca, Luz entre las islas y Casas de Uros, que se han expuesto en Israel, México, China, Francia y Estados Unidos, entre otros países.
Indudablemente, el lago Titicaca, el mayor lago navegable del mundo y el más profundo, y las islas que lo rodean, habitadas por comunidades indígenas de ancestros de los Incas llamados Uros, es lo que más apasiona a Amorós. Ha plasmado en sus obras el paisaje y la vida de esos aborígenes que, diariamente, luchan contra las inclemencias de la naturaleza para mantener a flote sus islas.
Las islas de Amorós están creadas con esferas de policarbonato, que sobresalen en su creación, previamente serigrafiadas con trazos que simulan ser las cañas de totora que abundan en el lago.
Estas esferas, que se iluminan desde dentro, simulan también la espuma, la misma que cautivaba a la artista cuando era niña. Las pequeñas islas cambian la intensidad de su luz conforme avanza el día y entran en la noche. La vida de los Uros es representada en burburjas, como es su vida real, un misterio para gran parte de la población peruana y mundial.
Un complemento importante de su obra Luz entre las islas es el video Miranda, una producción de Amorós donde se mezclan antiguas imágenes de monumentos incas y animaciones del rostro de la artista transformadas con la imaginería derivada de las máscaras del sol Inca y con imágenes de la espuma del mar que abunda en la costa peruana.
Indudablemente, para la singular escultora peruana, las esferas luminosas, que abundan en su producción, reflejan la “luz” necesaria en toda creación humana, como confirmación de la famosa cita bíblica, extraída de Génesis: “Hágase la luz y ésta se hizo”. Una luz que trae esperanza a los pueblos, la misma que encontramos cuando nos reflejamos en un espejo, la que refleja nuestra imagen Mirror Connection.