Arturo Ripstein recibió homenaje en China por sus 50 años en el cine
Por MICHAEL ZÁRATE
Uno de los cineastas más renombrados del mundo hispanohablante se hizo presente en Beijing. Apenas en septiembre pasado, el mexicano Arturo Ripstein había recibido un merecido homenaje en el prestigioso Festival de Cine de Venecia por sus 50 años de trayectoria. Esta vez, gracias a la organización de la Embajada de México en China y del Instituto Cervantes, Ripstein pudo ser testigo de honor del primer ciclo de cine en China dedicado a su prolífica carrera.
“He tenido muy buena suerte porque he podido hacer lo que he querido prácticamente durante toda mi vida. Filmo porque no puedo evitarlo, porque está engranado en mi manera de entender y de pensar las cosas. Filmo porque es indispensable quitarme del corazón las pesadillas que me aquejan, y ponerlas así en una pantalla para compartirlas y que después les pertenezcan a otros”, mencionó el galardonado director mexicano.
La directora del Instituto Cervantes, Inma González, recordó que Ripstein contó con un maestro excepcional en sus primeros años de carrera: el español Luis Buñuel. De hecho, Ripstein participó en la producción de la famosa película El ángel exterminador (1962). El ciclo organizado en Beijing incluyó la presentación de tres películas de Ripstein: Principio y fin (1993), que recibió el máximo galardón en el Festival de Cine de San Sebastián, Profundo carmesí (1996) y El coronel no tiene quien le escriba (1999).
“Para mí es un gran privilegio estar de pronto en China mostrando mis cosas. Uno descubre China prácticamente desde que comienza a escuchar cuentos. China es el país de todo lo posible y, por supuesto, de todo lo imposible”, dijo Ripstein durante la ceremonia de inauguración del ciclo de cine. Ripstein llegó a Beijing en compañía de su esposa Paz Alicia Garciadiego, quien ha sido guionista de todas sus películas desde 1985, por lo que la definió como “la voz de sus ojos”.
“Arturo Ripstein es, sin lugar a dudas, uno de los directores de cine más destacados de México y del mundo hispanoparlante. Ha recibido los más altos reconocimientos que hace el Estado mexicano a sus artistas y creadores, incluyendo el Premio Nacional y la Medalla de Bellas Artes”, manifestó el embajador de México en China, Julián Ventura.
García Márquez y Carlos Fuentes
En diálogo con China Hoy, Ripstein recordó Tiempo de morir (1965), la primera película que filmó con un guión escrito por novelistas de la talla de Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. ¿Trabajar con escritores y no con guionistas resulta una bendición?, le preguntamos. “Sí, por supuesto. Los escritores no están hechos para complacer al productor o al público. Entonces, trabajar con ellos, que no tienen las cosas feas de los guionistas, es estimulante”.
Un tema inevitable en nuestra conversación fue la actual situación del cine mexicano. En ello, Paz Alicia Garciadiego considera que el cine de su país está pasando por un “boom”. “México gana muchísimos premios y tienen muchísimas películas interesantes. Sin embargo, seguimos pensando que está mal porque seguimos pensando en términos del ciclo de oro del cine mexicano, que era un cine más cercano a las telenovelas. Y añoramos las grandes taquillas de cuando América Latina era analfabeta y teníamos un público cautivo porque no sabía leer subtítulos e iba a ver películas en español”.
Otro de los asistentes a la velada fue el embajador de España en China, Manuel Valencia, para quien la presencia en Beijing de Arturo Ripstein fue una muestra de uno de los tantos vínculos que hay entre México y España.
Después de medio siglo de prolífica trayectoria, China Hoy le preguntó a Ripstein si en el mundo del cine de hoy no se sentía a veces en otro planeta. “Me he sentido así muchísimas veces. De pronto, voy al cine y veo que esto ya no es lo que yo entendía como cine. Ahora el cine es más trivialidad y estruendo, y eso jamás busqué. Yo vivo por el silencio y por ver”.
Arturo Ripstein hace uso de la palabra, en compañía de su esposa Paz Alicia Garciadiego y el embajador de México en China, Julián Ventura. Michael Zárate