Beijing, ciudad jardín
Gente que hace ejercicios en un parque de Beijing en la mañana.
PARA los occidentales que no conocen la ciudad de Beijing no debe resultar fácil imaginar la belleza de esta gran metrópoli. Aún con todas las características de las megaciudades modernas, logra un agradable equilibrio entre las imponentes estructuras edilicias y los espacios verdes, característica poco frecuente en el mundo.
El cuidado de los canteros, plazas, cercos, árboles y flores esparcidas por toda la ciudad, es minucioso, el regado diario como el constante recorte de la maleza por parte de personal especializado, como dignos haute coiffeurs (peluqueros de alto nivel) de la jardinería ciudadana, hacen de esta ciudad, en la temporada estival, una verdadera ciudad jardín.
Pero la belleza de los espacios verdes no se limita a estos lugares mencionados, los parques de Beijing son definidos por los más reconocidos paisajistas como de los más bellos del mundo. Más de una docena de importantes parques se distribuyen por toda la ciudad, si agregáramos los más pequeños y otros espacios públicos, la cifra sería incontable.
El otro bello perfil de la ciudad
Todos los lugares históricos de esta capital cuentan con un parque, a su vez, casi todos ellos tienen, por lo menos, un lago, algunos de enormes dimensiones, como el que se ubica en el Palacio de Verano, uno de los lagos artificiales más grandes del mundo, en el que, entre otras cosas a destacar, se encuentra el impresionante barco de mármol construido por orden de la emperatriz madre Cixi (1835-1908) con el principal propósito de celebrar fiestas.
Dentro de los más conocidos se encuentran los parques Chaoyang, Yuyuantan, Ritan, Parque de las Esculturas, Parque Olímpico, Templo del Cielo, el ya mencionado Palacio de Verano y el parque de Bambú Púrpura, por mencionar solo algunos. No todos ellos son de libre acceso, pero en la mayoría el costo no supera los 5 yuanes, el equivalente a menos de un dólar estadounidense.
Donde late el pulso de la ciudad
Enumerar las actividades que se desarrollan en estos parques es admirable. Muy temprano en la mañana comienzan las actividades, muchos jubilados prefieren las primeras horas para sus actividades físicas, gimnasia o simples caminatas, el ejercicio físico está muy incorporado en la cultura china. Si bien las principales ciudades del mundo cuentan con aparatos y máquinas específicas para estas actividades, Beijing se diferencia por la gran variedad y el perfecto estado de funcionamiento de todos ellos. Los adultos mayores no están solos en los amaneceres de estos jardines, muchos jóvenes ejercitándose se cruzan con ellos, y esto es solo el comienzo de la historia de estos espacios vitales de la ciudad.
Amigos, profesores y alumnos
Entre otras actividades pueden apreciarse grupos de amigos que se reúnen a jugar Xiangqi también denominado “ajedrez chino”, las damas o el Mahjong (麻将), juegos de cartas o con barajas, etc.
Según va avanzando el día, las actividades se van haciendo más variadas y numerosas. Desde el taiji hasta danzas de todo tipo, tradicionales, clásicas y modernas. Otra característica a destacar es que toda actividad es realizada bajo la dirección o supervisión de un profesor o maestro, y otro dato muy importante es que todas estas disciplinas son gratuitas, todos los participantes son autoconvocados, alumnos y maestros, convirtiendo a los parques en verdaderos nodos de intercambio sociocultural.
Podemos ver gente danzando, cantando, recibiendo clases de dibujo o caligrafía china, aprendiendo a dominar el diábolo (空竹), un tipo de trompo simétrico flotante guiado con indispensable destreza sobre dos pequeños mangos unidos por un resistente hilo que lo mantiene en el aire girando, o el volante chino, jianzi (毽子).
Disfrutando todo el año
Las estaciones del año con temperatura y condiciones más agradables son, evidentemente, las que más invitan a disfrutar de estos entornos, pero en el invierno se desarrollan muchas actividades propias de la estación. Varios parques tienen infraestructura como en los centros invernales de montaña, y así encontramos, por ejemplo, esquí sobre los lagos congelados, esquí con diferentes tipos de trineos y hasta bicicletas especialmente adaptadas, auténticas zonas de diversión que hacen olvidar las bajas temperaturas.
Otros visitantes optan por la pesca, siguiendo las indicaciones de ubicarse en las zonas seguras hacen sus respectivos hoyos sobre el lago congelado y allí comienzan su aventura. Otros, más audaces, practican la natación en los espacios no congelados totalmente, ya que existe la creencia que nadar en esas aguas heladas es bueno para la salud, y no deben estar muy equivocados, la mayoría de ellos son adultos y adultos mayores, y allí continúan, invierno tras invierno.
Familia, diversión y cultura
Los fines de semana son los días de mayor afluencia, acuden en gran número las familias, así vemos a niños de todas las edades, abuelos, matrimonios y jóvenes parejas. Las prácticas de disciplinas culturales se incrementan y el número de participantes también. Los grupos de danza impresionan por lo nutrido, pero se convierten en un gran espectáculo en sí mismos ya que la coordinación entre los bailarines es excelente, los chinos suelen bailar muy bien, es que se toman muy en serio las clases, y lo más importante es que disfrutan mucho de todas y cada una de las actividades que realizan. Quizás, y sin quizás, en estos aparentes simples actos realizados en una ciudad colmada de jardines encontremos alguna de las explicaciones del porqué los chinos conservan aún una sociedad con altos valores morales, ya casi diluidos en gran parte del mundo occidental.
