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2014-May-14 10:36

Los chinos recuperan la tradición de la lectura

Por DANG XIAOFEI

CHINA es un país que, tradicionalmente, le ha dado importancia a la lectura. Los que aman leer suelen ser considerados miembros de familias intelectuales. El entusiasmo de los chinos por la lectura se ha recuperado recientemente, después de que sufriera un rápido descenso, luego del ingreso del país en la etapa de economía de mercado.

Leyendo en la librería.


 

Aumenta el tiempo dedicado a la lectura

De acuerdo con la Academia de Prensa y Publicaciones de China (APP), la tasa de lectura de la población volvió a incrementarse en 2005, tras la disminución de 1999. La Décima Encuesta Nacional de Lectura, dada a conocer en 2013, indicó que, en 2012, la tasa de lectura entre las personas de 18 a 70 años llegó al 54,9 %, un punto porcentual más frente al año anterior.

Según el periódico estadounidense The Christian Science Monitor, los indios le dedican a la lectura un promedio de 10,42 horas a la semana, seguidos por los tailandeses (9,24 horas), mientras que los chinos ocupan el tercer lugar (8 horas).

Al respecto, el director de la APP, Hao Zhenxing, señala que, como la gente tiene una vida mejor, sus necesidades culturales han cambiado. En general, la venta de libros se ha incrementado, considerablemente, en las provincias más desarrolladas económicamente.

Además, de acuerdo con Hao, el Gobierno viene jugando un papel positivo. En la actualidad, más de 400 medianas y pequeñas ciudades del país han promovido actividades como el “mes o la semana de la lectura”. Al mismo tiempo, se han construido una gran cantidad de bibliotecas públicas. Paralelamente, alrededor de 600.000 casas de lectura rurales ofrecen a los campesinos más de 900 millones de títulos de libros.

La preferencia por la literatura

Según el ranking de www.dangdang.com, el mayor portal de libros en chino, la venta de nuevos libros sobre literatura y temas juveniles, así como de novelas, aumentó en más del 30 % en 2013. Esto muestra que en vez de buscar el pragmatismo, los chinos han comenzado a pensar en una mejora ética y espiritual.

A diferencia de La sabiduría para no enfermarse y El buen niño es mejor que un buen maestro, ambos libros situados en los primeros lugares del ranking de ventas de Dangdang en 2009, los cuatro libros más demandados en 2013 fueron El ladrón de la sombra, La vista, Que el viento corte el polvo y Gracias por abandonarme tú, los cuales prestan mucha atención al aspecto interno de las personas.

Zhu Xiaofan, redactora de una editorial, indica que, como a otras personas nacidas después de 1980, le gusta leer novelas juveniles, populares y policíacas. En realidad, la escritora de La vista, Chai Jing, es una “diosa artística” para numerosos jóvenes. Su libro analiza la China de la pasada década desde el punto de vista de una reportera conocida en el país, lo que atrajo un gran interés del público. Otro hecho destacable es que ese mismo año, muchos libros nuevos fueron incluidos en la lista.

Librería Sanlian Taofen de Beijing. Fotos de CFP


 

Libros electrónicos en boga

Ahora se ve, por doquier, a jóvenes que leen a través de su teléfono móvil. Zhu Xiaofan no es la excepción. Cuando espera el autobús o tiene tiempo libre, lee libros electrónicos. Lo hace también antes de dormir, como una forma de relajarse en la cama.

En 2012, el índice de lectura en China fue de 2,35 libros digitales por persona, un crecimiento del 65,5 % con respecto a 2011. La tasa de contacto con la lectura digital alcanzó el 40,3 %, 1,7 puntos porcentuales más.

Chi Yukai, director del Departamento de Recursos Humanos y Evaluación Psicológica de la Universidad Pedagógica de Huanan, cree que, debido al aumento de canales de información, mucha gente ha comenzado a sustituir el estante de libros por la computadora, lo que dificulta, cada vez más, la situación de las tradicionales librerías.

Zhang Yiwu, profesor de la Universidad de Beijing y reconocido crítico literario, manifiesta que, a pesar del rápido desarrollo de los libros electrónicos, los de papel no desaparecerán; del mismo modo que la caligrafía ha seguido existiendo, a pesar de la aparición de la máquina de escribir. Los resultados de la encuesta también revelan que el 90 % de los lectores adultos de libros electrónicos tienen menos de 49 años, mientras que el 70 % de los chinos mantienen el hábito de leer libros en papel.

Zhang Ming, trabajador de una empresa estatal, dice que el libro en papel da la sensación de tener un producto físico. Al leerlo, uno se siente más tranquilo. A su parecer, los libros viejos de decenas de años tienen más valor.

La lectura infantil tiende a elevarse

De acuerdo con los índices del portal Dangdang, en 2013, los títulos infantiles aumentaron en 19.800. Li Guoqing, director ejecutivo de esta compañía líder en comercio electrónico, considera que, impulsada por los libros digitales, la venta de libros infantiles podrá incrementarse un 100 % en el futuro.

Según Jiang Yanping, gerente general de la Compañía de Información y Tecnología de Lectura de Beijing, aunque el crecimiento del comercio de libros tradicionales y digitales se ha desacelerado, el de los libros para niños tuvo un crecimiento del 6,65 % en 2013.

“Los libros infantiles aún tienen un gran espacio de expansión, sobre todo para nuestras tiendas tradicionales”, expresa Lü Cunzhou, subgerente general del Grupo de Librerías Xinhua de Zhejiang, quien añade que los beneficios netos de dichos libros son más elevados.

El desarrollo de los libros infantiles se debe a la gran campaña de lectura iniciada por el Estado en toda la población. Wang Yuan, responsable del Departamento Infantil de la Librería Xinhua de Anhui, cree que las personas nacidas después de 1970 y 1980 han recibido una buena educación. Por ello, como padres, le dan mucha importancia a la formación de sus hijos, lo que sienta una sólida base para el florecimiento de la lectura. “Todos los fines de semana, muchos padres llevan a sus niños a la librería, pues allí encuentran un mejor ambiente y una mayor variedad de libros que los del espacio virtual, una ventaja que los anima a comprar”, concluye Wang.