Por CHEN YUANTING*
La creación conjunta de “una vida mejor”
Para China, este 2017 ha sido un año importante, en el que la “demanda del pueblo de una vida mejor” fue incluida en el informe presentado ante el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) como un objetivo de la lucha del Partido y el pueblo chino. Casualmente, en América Latina también existe el concepto tradicional del “buen vivir” de los indígenas y, en el pueblo ecuatoriano, el “socialismo del buen vivir”. A pesar de sus diferentes connotaciones, la concepción de “una vida mejor” y la del “buen vivir” convergen en nuestra era para expresar el anhelo de ambos. Así, 2017 es un año clave en el proceso de crear juntos una vida mejor para China y América Latina.
Logros destacados
Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, las relaciones entre China y América Latina han venido atravesando por una etapa de “implantación”. En vista de la creciente importancia estratégica y de su peso en la situación global, las relaciones entre China y América Latina no pueden limitarse solo a adaptarse a la tendencia, sino que también deben lograr cambios positivos para asegurar un desarrollo sostenido en el futuro e impulsar la ejecución de sendas estrategias de desarrollo. En 2017, ambas partes han alcanzado muchos consensos a nivel estratégico.
Primero, los líderes de alto nivel han promovido el desarrollo de las relaciones bilaterales en la nueva época. En noviembre de 2016, el tercer viaje de Estado a América Latina del presidente chino, Xi Jinping, inició un nuevo auge de visitas de alto nivel. Y en 2017 el escenario principal se trasladó a China. Uno tras otro, los dirigentes latinoamericanos fueron visitando nuestro país. Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Chile, Michelle Bachelet, asistieron al Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, celebrado en mayo. En septiembre, los presidentes de Brasil, Michel Temer, y de México, Enrique Peña Nieto, asistieron a la Reunión de los Líderes de los BRICS en Xiamen. Asimismo, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, realizó su primera visita de Estado a China en noviembre.
Segundo, las iniciativas y programas de China han recibido respuestas positivas por parte de los gobiernos latinoamericanos. La Iniciativa de la Franja y la Ruta y las instituciones de cooperación multilateral, como el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), son complementos útiles en el sistema actual de gobernanza mundial. Brasil es miembro fundador del NBD y del BAII. Más aún, cinco de los miembros del BAII son países latinoamericanos. Además, América Latina ha prestado mucha atención a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Perú, Chile, Ecuador y Argentina expresaron su firme apoyo y voluntad de integrarse a esta.
Tercero, la cooperación ha producido frutos pragmáticos en conjunto. Como resultado de la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, celebrada en Beijing, una serie de nuevos mecanismos proporcionaron plataformas eficientes para la cooperación omnidireccional entre China y América Latina en política, economía, comercio y cultura. En 2017 se organizaron el III Foro de Cooperación en Infraestructura China-América Latina y el Caribe, el Foro de Políticos Jóvenes China-América Latina y el Caribe, el Foro Académico de Alto Nivel entre la CELAC y China, y el Foro de Medios de China y América Latina. En enero de 2018, en Chile, se celebrará la II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC.
14 de octubre de 2016. Inauguración de la X Cumbre Empresarial China-América Latina en Tangshan, provincia de Hebei, ciudad que acogió al mismo tiempo la Exposición de Mercancías y Cooperación Industrial entre China y América Latina. Fotos de Cnsphoto
Nuevas señales positivas
Hace unos años, un líder latinoamericano indicó que las relaciones comerciales entre China y América Latina debían “ir más allá de la complementariedad” para que alcanzaran un nuevo nivel. Después de dos años de caída en el precio de los productos básicos y de desaceleración del comercio chino-latinoamericano, en 2017 la relación comercial entre ambas partes volvió al alza y mostró nuevas señales positivas.
Primero, el crecimiento del comercio bilateral se aceleró otra vez. Según estadísticas de las aduanas chinas, en los tres primeros trimestres de 2017, el volumen del comercio entre China y América Latina llegó a 190.461 millones de dólares, un crecimiento del 18,2 % en comparación con el mismo periodo del año pasado, y mayor que el índice de crecimiento del comercio total de China con el exterior (13,1 %). El volumen de exportación desde China a América Latina fue de 95.539 millones de dólares, un crecimiento del 14,8 % comparado con el mismo periodo del año pasado; y China importó de América Latina productos por un valor de 94.921 millones de dólares, un crecimiento del 21,8 %. Con un superávit para China de solo 618 millones de dólares, se ha logrado mantener un equilibrio general en las exportaciones e importaciones entre ambas partes.
Segundo, la inversión y la cooperación financiera han impulsado enérgicamente la relación comercial. América Latina es el segundo mayor destino de la inversión china y esta ha sido una fuente estable de inversiones para América Latina. Después de que en agosto pasado se lanzara la nueva versión de “Opiniones orientadoras sobre la inversión en el exterior”, la inversión china en el extranjero se vinculará más estrechamente con la macroeconomía y las políticas diplomáticas. Se prevé que el modelo de la inversión china en América Latina será el siguiente: seguir la guía del Gobierno, respetar el mercado local y alcanzar un mayor nivel.
En los últimos años, la cooperación financiera entre China y América Latina se ha desarrollado con mucha rapidez. China ha sido la principal fuente de financiación internacional para América Latina. Ambas partes han establecido canales de financiamiento de múltiples niveles. Muchas instituciones financieras de China han abierto sucursales y filiales en países latinoamericanos clave. En la actualidad, la exportación unidireccional de capacidad productiva y capital de China a América Latina se mantiene como el modo principal de cooperación bilateral. De este modo, se espera impulsar la capacidad de América Latina para que se pase finalmente a un modelo cooperativo que combine la capacidad productiva china con el capital latinoamericano.
Tercero, la cooperación pragmática ha sido una prioridad a la hora de desarrollar el comercio entre China y América Latina. En 2017 se concluyó la negociación sobre la actualización del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Chile. Los estudios de factibilidad de un TLC entre China y Colombia también han terminado. Los parques industriales son un importante asidero para que China entre en América Latina. En agosto pasado se inició la construcción del Parque Industrial Hofusan, con sede en México. Con el avance de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China debe llevar a cabo una conexión estratégica con la industrialización y el desarrollo de infraestructura de América Latina, a fin de impulsar la integración de la infraestructura y los parques industriales, y construir una nueva configuración en materia de cooperación comercial entre China y América Latina.
En el futuro se acelerará aún más el ritmo del cambio de modalidad de la cooperación comercial entre China y América Latina. Tras tantos años de comercios bilaterales, muchos países latinoamericanos también han mostrado su deseo de profundizar su cooperación con nuestro país.
22 de julio de 2017. Participantes del Seminario para Encargados de Prensa y Periodistas de Países Hispanoamericanos 2017, organizado por el Grupo de Publicaciones Internacionales de China, visitan la Nueva Área de la Costa Este de Qingdao.
Comprensión mutua entre los pueblos
A medida que las relaciones entre China y América Latina entran en la nueva etapa de “implantación”, se hace más urgente alcanzar una comprensión mutua sobre las culturas, los valores, los sistemas y otros factores. Por una parte, son cada día más obvias las restricciones generadas por las culturas y los sistemas. Por otra parte, en el proceso de la transformación del orden internacional, los grandes países occidentales no tienen suficiente capacidad para resolver los problemas internacionales y necesitan más “pensamientos y programas” tanto de China como de América Latina. Sin embargo, la conexión entre los “pensamientos chinos” y los “pensamientos latinoamericanos” depende fundamentalmente de la interacción del poder blando, o sea, de las culturas y los valores.
En el segundo “Documento sobre la política de China hacia AL y el Caribe”, publicado por el Gobierno chino, se define la cooperación cultural entre China y América Latina como un campo prioritario que necesita mayor promoción. En este caso, los medios de comunicación tienen el deber de dar a conocer la verdadera situación de China y América Latina. Del mismo modo, los centros de investigación, las universidades, las asociaciones de distintos sectores, las empresas y los chinos en el extranjero deben ser protagonistas de los intercambios culturales, con el fin de abrir más canales no gubernamentales.
*Chen Yuanting es secretaria general del Centro de Estudios de México del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales.