Una mirada desde China por el centenario de Juan Rulfo
BEIJING, 22 may (Xinhuanet) -- Juna Rulfo es uno de los genios de la literatura en lengua española. El espíritu de México palpita en su obra. Existen seres humanos ligados a la esencia de la tierra donde han nacido, como si el país les susurrara sus penas y ellos como intérpretes de un tiempo colocan sus orígenes en el centro del mundo. Tal es la huella de Juan Rulfo que ha impactado entre los hispanistas chinos. El Dr. Zheng Shujiu, de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Beijing desde finales de los años 70 del siglo pasado mantiene una conexión vital con el autor mexicano y su obra. Inició sus estudios de la lengua española en 1964 y actualmente es uno de los más destacados hispanistas de China. Especialista en literatura latinoamericana, es el más profundo conocedor de la obra de Rulfo en China. Después de repetidas lecturas los murmullos de Comala han llegado a China y cristalizado en un libro titulado: La búsqueda constante del paraíso en Pedro Páramo de Juan Rulfo.
Sustentado en las raíces de su identidad, Rulfo, va más allá de las fronteras de su país y de toda América Latina. Así lo reconoce Zheng Shujiu: "Heredando el patrimonio cultural indígena, el autor da a los remanentes culturales una vigencia nueva y los combina con la cultura universal, griega, la cristiana y la judeo-occidental". Ese inframundo de Comala es también una vía de escape para el alma del autor, sus insatisfacciones personales y las de su generación, tal como hicieron García Márquez, con Macondo y Mo Yan, con Gaomi. El contexto ideológico de cada autor emerge de una fuente común pero florece dependiendo de la originalidad creativa de cada uno.
El 18 de septiembre de 2003, fecha en que se cumplió el cincuentenario de la primera edición de El llano en llamas el Premio Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez, escribió: “En el Pedro Páramo donde es imposible establecer de un modo definitivo dónde está la línea de demarcación entre los muertos y los vivos, las precisiones son todavía más quiméricas, nadie puede saber en realidad cuánto duran los años de la muerte. He querido decir todo esto para terminar diciendo que el escrutinio a fondo de la obra de Juan Rulfo me dio por fin el camino que buscaba para continuar mis libros, y que por eso me era imposible escribir sobre él, sin que todo esto pareciera sobre mí mismo; ahora quiero decir, también, que he vuelto a releerlo completo para escribir estas breves nostalgias y que he vuelto a ser la víctima inocente del mismo asombro de la primera vez; no son más de 300 páginas, pero son casi tantas y creo que tan perdurables como las que conocemos de Sófocles”.
Un libro para la memoria
“Me sentía y todavía me siento satisfecho”, confiesa Zheng Shujiu, refiriéndose al libro La búsqueda constante del paraíso en Pedro Páramo de Juan Rulfo y recuerda: “Yo me decía hace dos años al publicarlo, caramba ahora no soy capaz de hacerlo. Ya no tenía esa energía y la capacidad de concentración que tuve durante tres años enteros de trabajar 14 y 16 horas diarias hasta terminarlo”. La búsqueda constante del paraíso en Pedro Páramo de Juan Rulfo es la tesis doctoral del profesor Zheng que por su elevado valor en la investigación de la novela Pedro Páramo mantiene análisis y valoraciones únicos en el mundo. “No solamente he hecho un trabajo serio, también he realizado mi contribución porque en ese libro se encuentran hipótesis y criterios originales que hasta hoy día nadie ha superado en algunos campos investigados. Así lo reconoció el Dr. Alberto Vital, uno de los más destacados rulfistas, de la Universidad Nacional Autónoma de México quien presentó en la embajada de México en China en 2015 el libro como parte de los festejos por los 60 años de la novela de Rulfo”, recuerda.
En un principio, Zheng pensó hacer una investigación comparativa entre Pedro Páramo y los Cuentos Fantásticos, en chino Liaozhai Zhiyi, pero no existe una traducción de tales cuentos así que centró todas sus energías en la novela Pedro Páramo. El tiempo le ha dado la razón a pesar de que mantuvo su tesis archivada durante 26 años.
Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917, hace cien años en México. Su nombre y su obra son esenciales para conocer a su tierra y a toda América Latina. El asombro se renueva cada día cuando un lector o investigador como Zheng se acerca al universo rulfiano. El gran aporte de China, de sus hispanistas permanece en un libro que hace historia cada día, cada minuto que pasa. Es fruto del desarrollo y la apertura del país.
En entrevista concedida a Joseph Sommers, el genial autor mexicano confesó: “Se trata de una novela en que el personaje central es el pueblo. Hay que notar que algunos críticos toman como personaje central a Pedro Páramo. En realidad es el pueblo. Es un pueblo muerto donde no viven más que ánimas, donde todos los personajes están muertos, y aun quien narra está muerto. Entonces no hay un límite entre el espacio y el tiempo. Los muertos no tienen tiempo ni espacio. No se mueven en el tiempo ni en el espacio. Entonces así como aparecen, se desvanecen. Y dentro de este confuso mundo, se supone que los únicos que regresan a la tierra (es una creencia muy popular) son las ánimas, las ánimas de aquéllos muertos que murieron en pecado”. Y de ese universo ha brotado un manantial imparable que como las increíbles pirámides y templos mesoamericanos el tiempo no ha podido ni podrá borrar. Esa huella anda también por el mayor país de Asia donde en más de 80 universidades se estudia la lengua española y la literatura que es la memoria del mundo.
Tal como existen autores geniales, aparecen investigadores que en el caso del profesor Zheng Shujiu, ha enseñado la lengua de Cervantes a generaciones de profesionales de China que actualmente ocupan importantes posiciones en instituciones gubernamentales, educativas y medios de comunicación del país. Su Manual de Literatura Hispanoamericana, es una oportunidad ideal para que los estudiantes chinos se acerquen a los grandes autores en lengua española.