Por el simple placer de bailar y, si es con salsa, mucho mejor
Desde hace varios años la salsa viene conquistando a los chinos a tal punto que se ha convertido en una de las danzas más difundidas en clubes y salones de Beijing, alcanzando incluso a otras importantes ciudades de China.
SABIDO es que a los chinos les apasionan las expresiones artísticas y la danza es, sin duda, la preferida. Al llegar la tarde, cuando el sol comienza a ocultarse, es habitual encontrarse en distintos puntos de la ciudad con grupos de entusiastas de la danza. Estos grupos suelen ser muy organizados, cuentan con uno o más profesores y van desde los conjuntos más sencillos que bailan al compás de un humilde reproductor de música hasta los que llegan a tener un DJ profesional con un sistema de amplificación sonora de gran capacidad.
Pero, además de estos “grupos ciudadanos” esparcidos por toda la metrópoli, existen un gran número de clubes y academias profesionales en los que se imparte clases de danza en los que la salsa es el estilo más practicado.
Es conocido el caso de Huo Yaofei, o David en español, único campeón mundial de salsa de China y fundador de la Casa de David, que en 2014 festejó sus 10 años de existencia. David conoció este ritmo hace casi 20 años y fue inmediata su fascinación por este compás al que dedicó toda su energía y pasión llegando a ser uno de los profesionales más reconocidos en el mundo. Él mismo comenta: “Los chinos tenemos un entendimiento parcial de la danza. Desde pequeños crecemos con la impresión de que el baile es un arte escénico y que los bailarines masculinos son algo afeminados. Pero la salsa cambió radicalmente mi percepción. En vez de bailar para que los demás miren, estás tú mismo divirtiéndote. Me enamoré a primera vista”.
Huo Yaofei fue el campeón en el III Concurso Internacional de Salsa de La Habana de 2005.
¿Salsa o Salsas?
Pero la salsa tiene varios matices ya que varios países latinoamericanos la practican como giros propios y hasta compiten por su origen. Así nos encontramos con salsa colombiana, ecuatoriana, venezolana, puertorriqueña, peruana, haitiana y la dominicana, incluso Nueva York proclama su propia “salsa” y muchos la consideran la capital de la “salsa” más comercial, pero menos genuina. Más allá del legítimo reclamo de cada región, ya que cada uno de ellos imprimió su sello y estilo, la cuna más legitima de este ritmo la encontramos en Cuba donde se la baila con los pasos del estilo conocido como “casino”, cuyo origen es el “son”, género musical más conocido de este país. Es precisamente en Cuba dónde David vivió, aprendió y se convirtió en un profesional de este estilo de baile.
David Huo no es solamente un chino que baila salsa, es un hombre que busca esencias en el baile. En el caso de la salsa tiene su propia visión.
“En mi opinión, hay dos tipos de baile. Uno es para agradar al público, o sea baile de arte escénico, por ejemplo el ballet. El otro es para agradarse a sí mismo. La salsa es un ejemplo típico. El bailarín de salsa, como el doctor de la medicina tradicional china, entre más viejo más valioso. En ballet, los bailes clásicos y folclóricos, entre otros bailes, los bailarines deben ser jóvenes. Después de los cuarenta, casi nadie baila en el escenario, porque ya no posee la figura física más bonita. Al contrario, la salsa se puede bailar a cualquier edad, veinte años, treinta, cuarenta hasta ochenta. Particularmente con ochenta años escuchando y bailando música, el casino está enraizado en tu cuerpo. Por eso, un anciano de 80 años baila mejor que un joven de veinte”. Y aquí encontramos una de las explicaciones del éxito de este ritmo en China, el amplio sector etario que abarca, jóvenes y adultos mayores pueden practicarlo y de hecho lo hacen.
Huo Yaofei en una actividad en Solana, en Beijing. Fotos cortesía de Huo Yaofei
Explorando el origen histórico encontramos que la salsa es definida como una unión de estilos de baile afrocaribeños y europeos. Los orígenes vienen de la inglesa Contredance, para: country dance; también: contredanse, francés; español: contradanza, del siglo XVII.
La contradanza fue una danza grupal, pero a fines del siglo XIX, evolucionó hacia el baile de parejas en el danzón.
Los colonos franceses y españoles llevaron este baile de su tierra natal al Caribe. Un rol particular jugó la isla La Española que a partir del siglo XVIII fue dividida en dos: Saint Domingue, francesa, la actual Haití, en el oeste; y Santo Domingo en español, la actual República Dominicana, en el este. Después del levantamiento contra el dominio colonial francés en 1791, los dueños de las plantaciones huyeron con sus esclavos a la parte oriental de la vecina isla de Cuba y llevaron también sus costumbres, sus bailes y su música. Allí se mezclaron la marimba y la tradición de baile africano con la música de guitarra de los granjeros españoles.
La música aquí fue comprendida como vivencia comunitaria donde participan distintos grupos. Ellos fueron, sin embargo, siempre vistos con desconfianza por la elitista alta sociedad en Cuba.
La salsa china
Cuando uno presencia una danza típica en China, puede sentir la fuerza del hombre, la delicadeza de la mujer, el espíritu de lealtad e integridad, y la reverencia de los humanos hacia la grandeza de la naturaleza, de lo superior. Cuando tal tolerancia y armonía son personificadas en la danza tradicional china, la totalidad de esta rica cultura es evocada a través de los movimientos de los bailarines. Cada forma de expresión en la historia de este país, desde la ceremonia del té hasta las artes marciales, se puede ver reflejada en las muchas formas de danza tradicional. Como resultado, la danza se convierte en un acto de armonía integral cuando es representada. Con este criterio es que los chinos se acercan y adoptan expresiones de otras culturas.