Mucho más que un cuento chino
El mundo ansía leer ficción china. Ya estamos respondiendo.
EN mis años de adolescencia, cuando leía obras de la literatura universal traducidas al chino, como Los mitos de la antigua Grecia, Los Cuentos de Andersen, o Así se templó el acero, de Nicolái Ostrovski, me preguntaba si los lectores de otros países se deleitarían con nuestros libros como yo lo hacía con aquellos títulos foráneos. En aquellos momentos, los chinos vivíamos muy aislados del resto del mundo, de ahí que resultara harto complicado intercambiar criterios con extranjeros. Tuvo que llegar la política de reforma y apertura, a finales de 1978, para que comenzaran a fluir las respuestas, tanto para mis interrogantes, como para los deseos de las personas, que en otras latitudes, ansiaban leer y aprender sobre China. Sí, había un interés por la literatura china en otros países, pero era muy poco lo que nuestro país les podía ofrecer en aquel momento en sus propios idiomas.
Desde entonces, y como parte de su meta de salir al mundo, los escritores, editores y los que diseñan políticas en el Gobierno chino, han estado haciendo causa común para cubrir esa carencia, empeñados en mostrar al resto del planeta algo de nuestra prolongada historia, riqueza cultural, tradiciones e idiosincrasia.
Con este objetivo en mente, y poniendo especial énfasis en trasladar hacia afuera la imagen de una China en constante cambio, desarrollo y revitalización, la editorial Nuevo Mundo se planteó, en 2012, sacar a la luz una trilogía de narradores chinos contemporáneos, aunando para ello esfuerzos con la Asociación de Escritores de China y la Editorial de Escritores.
Fruto de esta decisión fueron los tres tomos de la recién publicada Literatura de China, en inglés, francés y español, al cuidado del compilador He Jianming, quien en el prefacio a la obra destaca que “quizás por diferencias ideológicas, o también a causa del valladar técnico que constituyó la traslación a otras lenguas del sentido de los caracteres chinos, resultó imposible que China ocupara su merecido sitio en el espléndido panorama de la literatura universal, y que sus letras llegaran a otras latitudes. No podemos menos que lamentarlo”.
He Jianming no fue el único en expresar esta preocupación. Por esos mismos días se le sumó nuestro premio Nobel de literatura Mo Yan, quien tras obtener el lauro destacó que “el mundo está ávido de la literatura de China, y ésta, a su vez, necesita mostrar su verdadero yo mediante su literatura de ficción”.
Piedras en el camino y la voluntad de sortearlas
Sin embargo, y a pesar de las múltiples transformaciones que han sazonado la vida de los chinos desde 1979, hoy, todavía, chocamos con tercas y desestimulantes realidades. Un ejemplo en este sentido es el hecho de que, hasta hoy, apenas 150 autores pertenecientes a la Asociación de Escritores de China han visto sus obras traducidas para publicar en el extranjero, para un exiguo 1,3 % del total de miembros.
En procura de dar un vuelco positivo a panorama tan poco alentador, se publicó la mencionada trilogía, que recoge la labor de 14 destacados escritores chinos vivos – con nombres imprescindibles para nosotros como Tie Ning, Wang Anyi, Su Tong, Chi Zijian y Bi Feiyu, entre otros que han descollado a partir del año 2000, al obtener numerosos e importantes premios. Los textos de la tríada literaria muestran diversos aspectos de la vida en la China actual, sin escatimar referencias a hechos tortuosos, como la Gran Revolución Cultural, en los años 60-70, pero añadiendo a la vez un brillo especial a los avances que hemos atestiguado en todos los órdenes de nuestra sociedad en años recientes.
Al igual que en casi todo el orbe, para nosotros las dificultades se transforman en acicate diario que nos conducen a metas más ambiciosas. Esa es nuestra divisa en la estrategia de “salir al mundo”.
Convencidos de la importancia de dar seguimiento activo a estas empresas, la Oficina de Información del Consejo de Estado, la Asociación de Escritores de China y el Grupo de Publicaciones Internacionales de China se sumaron a otras entidades afines, para dar cuerpo al Concurso Internacional de Traducción de las Excelentes Obras Contemporáneas de China de 2013 (CITC 2013), con el cual convocaron a traductores literarios de China y el extranjero a escoger entre las narraciones breves de 30 autores contemporáneos nacionales. Los idiomas de destino en esta ocasión fueron inglés, francés, ruso, árabe y español.
El certamen, cuyo jurado quedó integrado por 53 renombrados expertos en traducción, sinólogos y académicos, y al cual llegaron mil seis traducciones de 30 países y regiones, China incluida, dio fe de la potencialidad que encierra el mundo de la traducción literaria vinculada a la escritura de ficción en este país. A los vencedores en cada idioma se les premió en metálico, se les otorgó su respectivo certificado y sus obras aparecerán publicadas en China y en el extranjero, en virtud de convenios con casas editoriales como Penguin Books.
Un pequeño aporte a nuestro diálogo con el mundo
En lo personal, me cabe el orgullo de haber tomado parte en ambos proyectos. Junto a mi esposo emprendí la difícil pero grata tarea de volcar del chino al castellano los avatares de los personajes salidos de la fértil imaginación de mis compatriotas, en la trilogía Literatura de China. Así, los dos sufrimos, soltamos alguna lágrima, perdimos el sueño, nos asombramos y reímos de buena gana, mientras traducíamos a Pan Xiangli, con su drama matrimonial en Sopa clara con verduras; a Han Shaogong, con su broma colosal en La página 43; al tibetano Tsering Norbu, con su escalofriante La oveja redimida; o a Zhang Ling, con su tragedia familiar reverberante de cariñosos guiños, en Nido Vacío, entre otros.
Mención especial dedico a la escritora Chi Zijian. De ella tradujimos a cuatro manos para la trilogía su noveleta Mil demonios y un atelier de costura, relato rebosante de episodios autobiográficos, que nos dejó un grato regusto en la boca, como el buen vino. Y gracias a ella, precisamente, nos alzamos con el primer premio en español del CITC 2013, por nuestra versión en español de su cuento Papas de mi corazón. Esta historia parece haber sido por igual favorita de traductores y jurados, pues alcanzó asimismo el primer premio en ruso y el tercero en inglés. ¡Feliz coincidencia!
A estas alturas de mi vida tengo, al menos, la satisfacción de que mis curiosidades de niña comienzan a verse colmadas por la realidad de un mundo que cada vez ambiciona más saber de nosotros. Conmigo – y con otros muchos chinos y de otras nacionalidades- siempre podrán contar para calmar esa sed.
Autores y títulos publicados en español en la trilogía Literatura de China
(Editoriales Nuevo Mundo, Escritores de China)
Primer tomo:
Fan Xiaoqing: La conexión nuestra de cada día(《我们都在服务区》)
Tie Ning: El sombrero de copa de Irina (traducido por Wu Kai)(《伊琳娜的礼帽》)
Han Shaogong: La página 43(《第四十三页》)
Pan Xiangli: Sopa clara con verduras(《白水青菜》)
Zhang Ling: Nido vacío(《空巢》)
Segundo tomo:
Xu Kun: La cocina(《厨房》)
Zong Lihua: ¡Cierra los ojos! (《天黑请闭眼》)
Chen Ran: Divorciados(《离异的人》)
Tsering Norbu: La oveja redimida(《放生羊》)
Su Tong: Sagitarias(《茨菰》)
Tercer tomo:
Wang Anyi: Confesiones en una peluquería(《发廊情话》)
Wang Xiangfu: Arriba(《上边》)
Nie Xinsen: Una amistad a toda prueba(《生死之交》)
Chi Zijian: Mil demonios y un atelier de costura(《鬼魅丹青》)
Traductores premiados en español en el Concurso Internacional de Traducción de China 2013
Primer premio
Papas de mi corazón(《亲亲土豆》)
Traductores: Guo Lingxia (China) e Isidro Estrada (Cuba)
Segundo premio
Correo de ensueño(《梦幻快递》)
Traductor/a: Matias David Lu (Argentina)
Inflando vacas(《吹牛》)
Traductor/a: Radina Plaménova Dimítrova (Bulgaria)
Tercer premio
La canción de Liangzhou(《凉州词》)
Traductores: Alberto Supiot Ripoll (España) y Cheng Yiyang (China)
Especulaciones varias(《推测几种》)
Traductores: Josep Oriol Fortuny Carreras (España) y Zhan Ling (China)
Los peces del pueblo(《人民的鱼》)
Traductores: José Julio Vacas Sánchez-Escribano (España) y Yang Jingyi(China)
La espada Rayo de luna (《月光斩》)
Traductor/a: Maialen Marin Lacarta (España)
Nominados
La cocina(《厨房》)
Traductor/a: Su Lanqi (China)
El platero bajo la luna(《月光下的银匠》)
Traductores: Matias David Lu (Argentina) y Yang Jiaxi (China)
Unas cuantas conjeturas(《推测几种》)
Traductor/a: Fernando M.Romero Pecourt (España)
Liangzhou Ci (《凉州词》)
Traductor/a: Zhang Ling (China)