Tíbet, tierra sagrada a los ojos de un mexicano
Li Wuzhou, jefe del departamento de Español de China Hoy, junto a Jorge Navarro Lucio, de la revista Macroeconomía. An Xinzhu
JORGE Navarro Lucio, director de asuntos diplomáticos de la revista Macroeconomía, invitado por el Gobierno chino, hizo una visita al Tíbet en agosto pasado. Antes de regresar a México, China Hoy conversó con él sobre las experiencias y logros del viaje.
China Hoy (CH): Como experto en estudios sobre China, ¿qué puede compartir con nosotros? Y a través de los estudios, ¿qué conclusión ha sacado al respecto?
Jorge Navarro Lucio (JNL): Empecé a tener una visión de la construcción de China y de sus expectativas hace ya algunos años, yo estaba en Washington, la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos me dio facilidades para acceder a los libros más importantes y relevantes de los estudiosos sobre China en Estados Unidos.
Me llamaron mucho la atención los artículos escritos por Mao Zedong, quien llevó a una población tan grande a una gran transformación, y Deng Xiaoping fue capaz de lograr, desde la visión de Mao, una modernización extrema. Cuando Deng Xiaoping dijo “no importa el color del gato mientras atrape ratones”, para mí fue una gran frase, significando que China decidió seguir el camino de un socialismo con características chinas.
Me di cuenta que cada líder, desde Deng Xiaoping, Jiang Zeming, Hu Jintao hasta Xi Jinping, tenían su propia profundización de la teoría de desarrollo. En mi opinión, China no va a ser un país hegemónico, va a seguir una forma de desarrollo pacífico y armónico, el mundo le da la confianza. Yo ahora estoy escribiendo un libro, haciendo investigación sobre la visión de China a largo plazo.
CH: En este viaje, ¿qué ciudades ha visitado y qué impresión le ha dado?
JNL: En primer lugar, Lhasa fue una sorpresa para mí. Yo no pensé que la ciudad se encontrara así, en ese estado de modernidad. Tampoco esperaba que hubiera tanta capacidad en la región autónoma del Tíbet y que fuera ese punto de encuentro con la cultura tibetana. La cultura del Tíbet es ampliamente conservada, proyectada y estudiada. Los extranjeros tienen oportunidad de conocer esa cultura tibetana visitando los museos, yendo al teatro para ver una obra como Princesa Wencheng, realmente extraordinaria. En lo personal, nunca he visto una obra de esa manera, con un enorme elenco y hasta caballos en escena.
Me dio una gran impresión Lhasa. Me gustan su cultura, su gente, su comida y su vida. Allí vi que las personas conviven con su budismo. También visité otro lugar donde subimos a casi 5000 metros de altura, como si estuviéramos a orillas del Himalaya. Es muy bonito el paisaje con nieve. Es impresionante ver cómo la región autónoma del Tíbet presta especial atención en cuidar la naturaleza, la vida, también la agricultura. Los bosques están altamente conservados y cuidados. Y en la región tibetana hay mucha aplicación de la energía renovable, por ejemplo la energía solar, para el uso en las casas, para los semáforos, para las luces de las calles, es algo que nosotros, los mexicanos, necesitamos tomar como ejemplo.
Estoy muy sorprendido con la visita al Tíbet, y también a Beijing. Fui a un lugar que se llama “Tea-city”, y he probado más de 15 variedades de diferentes tés, y me quedé asombrado de que existan algunos con más de 80 años de conservación. También estoy muy feliz de que Beijing haya mejorado mucho el entorno de su medio ambiente, con más árboles y jardines, y con menos contaminación.
CH: Respecto a su viaje del año 2011, ¿qué cambios ha percibido en China?
JNL: Este viaje y el viaje pasado para mí son importantes porque puedo hacer una comparación para conocer el nuevo desarrollo de China. La primera impresión fue acercándome a Beijing por avión, lo que vi abajo era todo de color verde. Hace tres años en Beijing no había tantos árboles. Pero esta vez, he visto una cantidad inmensa de lugares con árboles. China está poniendo un 100 % de atención en la preservación del medio ambiente. Creo que en unos años, China va a tener un medio ambiente completamente diferente.
La segunda parte que me ha sorprendido es la capacidad y hospitalidad de los chinos hacia los extranjeros, amabilidad por todas partes y seguridad. Creo que “el sueño chino” del que habló Xi Jinping se ha logrado, lo ha logrado la gente. La gente se siente feliz y orgullosa de ser china, y espero que los mexicanos tomemos esto como ejemplo, para ser mexicanos más felices.
CH: ¿Qué impresión le ha dejado el Tíbet? ¿Es diferente a lo que había escuchado antes?
JNL: Antes de llegar, realmente leí varios libros sobre el Tíbet. Uno sobre la historia del Tíbet, otro sobre su proceso y desarrollo económico, el tercero sobre la posición de los Dalai Lama en el Tíbet. Después de leer estos libros, llegué al Tíbet, y se me aclararon todo el panorama y todos esos detalles. Claramente se puede decir que es una región con características propias. Y el Gobierno chino presta un gran interés desde 1950 al desarrollo autónomo del Tíbet.
Con mucho gusto quiero decir a los amigos que tienen que visitar el Tíbet porque está muy distorsionada la información que se tiene, y también que el concepto del Dalai Lama y todas esas cosas que se dicen por el mundo, no corresponde con la realidad.
Me he quedado asombrado de ver una de las partes fundamentales de la historia del budismo que es el Palacio Potala, realmente a mí me asombró la manera en que se le ha conservado, y como ahí está el hogar de muchísimos tibetanos, a nosotros se nos llevó a estos lugares para que los conozcamos abiertamente sin limitación de ningún tipo.
Comprobé que aquí no se escondió nada, es decir, todas las mentiras que se dicen en el exterior pues son mentiras que yo todavía no sé por qué se hacen, todavía no me puedo contestar cuál es la razón de que existan estas mentiras que se dicen del Tíbet, pero si quieren realmente conocerlo, yo diría que tienen que visitarlo y se darán cuenta de que el Tíbet es una región orgullosa de la manera en que está hoy y, además, de cómo se ha desarrollado. La persona que nos guiaba, que es tibetana, nos habló con mucho orgullo del gran desarrollo que ha alcanzado el Tíbet.
21 de agosto de 2014. El Palacio Potala bajo el brillante sol. CFP
CH: ¿Qué opina sobre la relación China-México?
JNL: Desde mi punto de vista, creo que China y México, más México que China creo, tienen que entender que hoy día tenemos que aprovechar esta relación estratégica como una de nuestras prioridades a largo plazo.
Nosotros tenemos una balanza comercial entre China y México de aproximadamente 62 mil millones de dólares, es una relación en la cual México se ve beneficiado porque una gran cantidad de los productos que se importan son productos intermedios que van a otros medios finales para mercados terceros.
CH: ¿Qué comentarios tiene sobre la cooperación sino-latinoamericana? Sobre todo, durante la visita de nuestro presidente Xi Jinping a América Latina, ambas partes acordaron la realización del Foro China-América Latina.
JNL: La cooperación de América Latina con China ha sido vista con gran aprecio por todos los países latinoamericanos. Yo he tenido la oportunidad de hablar con cubanos que han hablado extraordinariamente de esta cooperación, con brasileños, con chilenos, con argentinos, peruanos, que me han dicho que la cooperación con China es fundamental.
Me estaba comentando un nicaragüense en México de la posibilidad de hacer un canal, un canal de navegación en el cual China invertiría miles de millones de dólares y que le daría a Nicaragua un verdadero auge.
Yo creo que la relación con Latinoamérica o parte de nuestros países está viendo a China con gran esperanza, la esperanza de que el gigante que está creciendo hoy día en el mundo y que será la primera potencia en el 2020, 2025 probablemente, esté con nosotros y con todos los países de América Latina, como pueblos hermanos que hemos trabajado juntos en muchísimas oportunidades.