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2016-December-15 10:28

Zhenjiang, urbe milenaria de cuentos y leyendas

La calle Xijindu en la mañana. Wang Wenjie

 

Por WANG WENJIE

 

Existen pocos destinos turísticos que provoquen a la gente visitarlos una y otra vez. La ciudad de Zhenjiang es un lugar al que vale la pena volver para disfrutar de unas vacaciones cortas y tranquilas. Usted puede pasear por el viejo callejón Xijindu, reflexionar en el mítico templo Jinshan y sobre todo saborear los deliciosos tallarines de tapa de olla.

 

Un fabuloso pasado

 

Ubicada en el sur de la provincia de Jiangsu, la ciudad de Zhenjiang está rodeada por las ciudades de Shanghai al este, Nanjing al oeste y Yangzhou al norte. Dos estaciones de trenes de alta velocidad le proporcionan una fácil comunicación con el resto del país. Aún así, en comparación con otras ciudades prósperas y animadas en el delta del río Yangtsé, Zhenjiang es mucho más tranquila. En el cruce de dicho río y el Gran Canal se concibió una cultura milenaria que es orgullo de la localidad. En cualquier rincón de la urbe se pueden localizar anécdotas de celebridades históricas. Además guarda numerosas reliquias, cada una con su peculiar leyenda. Li Bai, Meng Haoran, Wang Anshi, Su Shi, Mi Fu, Lu You, Marco Polo y otros famosos hombres de letras visitaron esta tierra y escribieron aquí obras que perduran hasta hoy.

 

La historia de Zhenjiang data de la época de la dinastía Zhou del Oeste, hace 3000 años. En el Periodo de Primavera y Otoño (770 a.n.e.-476 a.n.e.) fue el centro del feudo Wu. Durante el Período de los Tres Reinos (220-280), Sun Quan, fundador del reino Wu, estableció una fortaleza militar en el monte Beigu. En las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907), con la apertura de la navegación en el Gran Canal, Zhenjiang se convirtió en una ciudad comercial de fácil transporte fluvial. En las postrimerías de la dinastía Qing (1644-1911), la función del puerto de la ciudad se deterioró debido al desarrollo del transporte ferroviario. Sin embargo, la vieja calle de Xijindu logró conservar la fisonomía de la ciudad en su época de prosperidad. La Segunda Guerra del Opio abrió forzosamente las puertas de Zhenjiang hacia el exterior, marcando una nueva etapa en la historia de la antigua ciudad.

 

Además de su larga historia, muchos reconocidos personajes nacieron o vivieron aquí. Tres emperadores de las dinastías del Sur (420-589) –Liu Yu, el emperador Wudi de la dinastía Song; Xiao Daocheng, el emperador Gaodi de la dinastía Qi; y Xiao Yan, emperador Wudi de la dinastía Liang–, son nativos de Zhenjiang. Un gran grupo de intelectuales también residió aquí, como Liu Yuqing, autor de Shi Shuo Xin Yu, la primera colección de cuentos escrita en chino clásico del país; y Xu Ling, redactor de Yu Tai Xin Yong, antología de poemas desde la dinastía Zhou del Este (770 a.n.e-256 a.n.e) hasta la dinastía Liang (502-557). También Xiao Tong, compilador de la Antología de textos literarios del príncipe Zhaoming; Liu Xie, autor de Wen Xin Diao Long, la primera obra sobre la teoría literaria en la historia de China; y Shen Kuo, autor de Meng Xi Bi Tan, obra de influencia mundial que compila ensayos sobre los logros de la antigua China en materia de ciencias naturales, artesanía, tecnología y fenómenos sociales de entonces. Otros famosos residentes fueron Mi Fu, renombrado pintor y calígrafo de la dinastía Song del Norte (960-1127); Liu E, autor de la novela Los viajes de Lao Can, una de las cuatro novelas de crítica de las postrimerías de la dinastía Qing (1644-1911); Mao Yisheng, famoso ingeniero de puentes, entre otros ilustres personajes.

 

La escritora estadounidense Peral S. Buck, ganadora de los premios Pulitzer en 1932 y el Nobel de literatura en 1938, creció en Zhenjiang. Vivió en China casi 40 años, 18 de ellos en la ciudad. La escritora llama al chino su primer idioma y a Zhenjiang su pueblo natal de China. Todavía existe la antigua casa de la autora, ubicada en el número 6 de la calle Runzhoushan. Es un edificio de dos pisos de estructura de ladrillos y madera que ocupa alrededor de 400 m².

 

El antiguo embarcadero Xijindu

 

El embarcadero Xijindu, al oeste de Zhenjiang, se encuentra al pie del monte Yuntai. Durante casi 1300 años desde la dinastía Tang (618-907) hasta la dinastía Qing (1644-1911), el muelle creció, se desarrolló y alcanzó la imagen actual. Aquí se encuentran el camino de losas construido en las dinastías Tang y Song, la pagoda de piedra de la dinastía Yuan, el quiosco de las dinastías del Sur y del Norte, el edificio de las postrimerías de la dinastía Qing y las inscripciones talladas en los dinteles de las puertas de diferentes períodos. Pasear por la calle Xijindu es como encontrarse en un museo de historia al aire libre. Las animadas escenas de despedidas y bienvenidas ya no existen. Solo las viejas reliquias por todas partes hacen recordar el próspero pasado del lugar y de toda la ciudad.

 

El embarcadero se llamaba Suanshan en el siglo III, por el monte que tiene detrás. En la dinastía Tang lo cambiaron por muelle Jinling. El actual se formó durante la dinastía Song. Al este del muelle se ubica una cuesta con escaleras de piedra a ambos lados. Como cada escalera tiene 53 escalones, el lugar es conocido como cuesta 53. Cuando llovía funcionaba como desagüe hasta el río y también para transportar mercancías hacia los barcos. El tránsito de las carretillas durante miles de años ha dejado una profunda huella en la cuesta. En la pared de al lado, una vitrina exhibe el suelo de diferentes períodos desde la dinastía Tang hasta la Qing. El transcurso del tiempo, más de 1300 años, se concreta en este instante. Por eso a la reliquia le llaman: “Observar mil años en una sola ojeada”.

 

La pagoda Zhaoguan se encuentra por encima de las escaleras. Es la más antigua y mejor conservada de su tipo en China. Por debajo de ella pasan los peatones. Fue edificada en las postrimerías de la dinastía Yuan y comienzos de la Ming, aproximadamente. Mide 4,69 m de alto y está compuesta por cinco partes: la base, el cuerpo, el cuello, bajorrelieves de 13 aros –en representación de las 13 capas del cielo según el budismo– y la corona de la pagoda, todas talladas en piedras enteras. Según el budismo, una pagoda encarna a Buda, por lo que pasar por debajo de ella es una forma de rendirle culto, generando mucha felicidad para el futuro. Al norte de la pagoda se encuentra la sede vieja de la Asociación de Salvavidas de Zhenjiang, un organismo civil de caridad establecido con el fondo donado por el pueblo local para rescatar a quienes se estuvieran ahogando en los ríos. Debido a su función especial en el transporte fluvial y su posición militar, la seguridad de Zhenjiang es evidente. En la dinastía Song, los gobernantes tomaban la ciudad como paso vital en el Gran Canal. Entre 1165 y 1173, Cai Guang, gobernador de la ciudad, estableció la Asociación de Salvavidas en el embarcadero Xijindu.

 

Más allá de la pagoda de piedra se encuentra la vieja sede del Consulado de Inglaterra, que ocupa más de una hectárea y actualmente pertenece al Museo de Zhenjiang. En 1858, China e Inglaterra suscribieron el Tratado de Tianjin, mediante el cual la ciudad fue apartada como puerto abierto al comercio exterior. Años después, el Reino Unido empezó a construir el consulado en el monte Yuntai y ocupó una zona, incluida la calle Xijindu, como concesión. A comienzos de 1888, un policía extranjero mató a golpes a un chino, lo que ocasionó que los locales incendiaran el consulado junto al comisario. Al año siguiente, el Estado de la dinastía Qing tomó la humillante determinación de indemnizar y reconstruir las mismas sedes. Las actuales son las reconstruidas en aquel entonces.

 

Tres montes de Zhenjiang

 

Tres montes (Jinshan, Jiaoshan y Beigu) y un embarcadero (Xijindu) son los principales sitios de interés del lugar. La superficie urbana de Zhenjiang no es grande. Las tres elevaciones ofrecen paisajes diferentes, por lo que desde la antigüedad son atracciones lugareñas y temas de muchos poemas famosos. Allá consideran que el monte Beigu es majestuoso, el Jiaoshan, sereno y el Jinshan, hermoso.

 

Con una altura de 44 m y una circunferencia de 520 m, el Jinshan fue al comienzo una isla en el río Yangtsé, pero entre 1821 y 1850, durante el gobierno del emperador Daoguang de la dinastía Qing, se produjo un cambio natural en el curso del río que conectó a una parte de dicha isla con tierra firme. El monte Jinshan es famoso debido al monasterio homónimo de más de 1600 años de historia, que se construyó entre los años 322 y 325 del emperador Mingdi de la dinastía Jin. Al principio se denominaba Templo Jiangtianchansi. El templo y la colina forman un conjunto natural con las numerosas y variadas construcciones del templo que se extienden armoniosamente según las cuestas montañosas. Es un lugar repleto de romances, leyendas e historias. Lu Yu, conocido como el Sabio del Té, visitaba el monte para calificar la calidad del agua de la fuente Nanleng fuera del monasterio. En la novela clásica Peregrinación al Oeste, el padre del monje Xuanzang, el protagonista, fue asesinado por unos bandidos, y su madre, después de dar a luz, colocó al recién nacido en una cesta de madera y lo tiró al río para que el bebé sobreviviera. Tras ser arrastrado por la corriente fue descubierto y salvado por el monje Faming del templo Jinshan. Cuentan que el emperador Qianlong de la dinastía Qing visitó varias veces el monte para buscar la pista de su propio padre. Su Dongpo, el célebre literato de la dinastía Song, rector de la Academia Imperial Hanlin, no fue capaz de responder las preguntas de un eminente monje del monasterio Jinshan, y perdió como apuesta el cinturón de jade que el emperador le había otorgado. En la Leyenda de la Serpiente Blanca, Bai Suzhen, una serpiente transformada en mujer, luchó con ferocidad contra el monje Fahai del monasterio Jinshan para salvar a su esposo, quien había sido encerrado por el monje en el templo, y usó sus poderes mágicos para hacer crecer las aguas del río hasta inundar todo el monte.

 

Para visitar la zona paisajística del monte Jiaoshan hay que abordar un barco que cruza el río. Es la única isla turística rodeada de agua a lo largo del río Yangtsé. De 70 m de alto y 2000 de perímetro, el monte obtuvo el actual nombre por un célebre ermitaño, Jiao Guang, quien vivió en las postrimerías de la dinastía Han del Oeste. Se dice que rechazó tres veces los decretos del emperador. En vez de incorporarse a la corte corrupta de entonces como un alto funcionario, Jiao eligió vivir en el monte. Más tarde, la gente denominó a la colina con su apellido para conmemorar a ese erudito virtuoso. Numerosas reliquias culturales, especialmente una gran cantidad de inscripciones caligráficas talladas en acantilados o en lápidas, hacen de Jiaoshan un verdadero monte artístico de la caligrafía china. El Bosque de Lápidas de Jiaoshan puede competir con el de Xi’an. Se sitúan en el sur y el norte del país, representando estilos diferentes.

 

Con 50 m de altura, la colina Beigu se ubica entre los montes Jinshan y Jiaoshan. La mayoría de sus puntos de interés tienen que ver con los personajes de la novela Romances de los Tres Reinos, sobre todo el templo Ganlusi, donde Liu Bei, fundador del reino Han, fue invitado al reino Wu para casarse con la hermana del rey. Aquí él conoce por primera vez a su futura esposa, Sun Shangxiang. El qiosco Beiguting se encuentra detrás del templo. Es el lugar que ofrece una mejor vista del paisaje porque desde aquí se pueden divisar los montes Jinshan y Jiaoshan y tener una visión panorámica del río Yangtsé.

 

Gastronomía local

 

Todas las ciudades cuentan con su propia gastronomía y Zhenjiang no es la excepción. Es conocida por sus tres tentempiés tradicionales: los tallarines de tapa de olla, el vinagre y la carne Yaorou. Detrás de cada uno existe una interesante leyenda.

 

Los tallarines de tapa de olla ofrecen un sabor tan casero que uno no se aburre de ellos aunque los coma todos los días. Al principio se llamaban tallarines Huomian, pero cambiaron de nombre por un incidente. Se dice que cuando el emperador Qianlong de la dinastía Qing realizó un viaje por la región al sur del río Yangtsé, llegó a Zhenjiang y entró por casualidad en un pequeño restaurante de tallarines Huomian. La dueña, una señora de apellido Zhang, al preparar al emperador los tallarines, estaba tan nerviosa que se equivocó con las tapas de las ollas. Intentó cubrir la olla en la que hervían los tallarines con una más pequeña, y esta cayó directamente sobre los tallarines. La comida resultó muy deliciosa y después de probarla, el emperador preguntó contento cómo se llamaba el platillo. La señora Zhang no se atrevió a decir la verdad e inventó el nombre: tallarines de tapa de olla.

 

El vinagre es otro producto muy famoso de Zhenjiang. Se dice que su inventor se llamó Heita, hijo de Du Kang, un experto en la preparación del licor en China. Después de crear la técnica de producción del licor, Du Kang se estableció con toda la familia en Zhenjiang. Un día, después de agregar agua al cereal fermentado, residuo de la producción del licor que sirve luego para alimentar a los caballos, Heita empezó a beber el licor de arroz hasta quedar dormido borracho. En el sueño, un anciano le dijo que 21 días más tarde, un néctar iba a formarse de la mezcla del agua y el cereal fermentado. Una vez despierto fue inmediatamente a probar el líquido que tenía un sabor ácido y agradable. Cuando su padre, Du Kang, se enteró siguieron las instrucciones del anciano del sueño, obteniendo al final el vinagre de cereal. Posteriormente, la gente descubrió que mientras más tiempo era guardado, el vinagre sabía más delicioso. En comparación con otro tipo de vinagre fabricado en la provincia de Shanxi, de un agrio intenso, el de Zhenjiang se caracteriza por su sabor agridulce.

 

La carne Yaorou se conoce también como patas de puerco cristalizadas. En las rebanadas de carne, la parte grasa se presenta transparente y no tiene un sabor aceitoso. Se come generalmente con vinagre y jengibre, una delicia muy particular. Se dice que en un pequeño restaurante operado por una pareja, el esposo, cuando adobaba las patas de cerdo, en vez de usar sal utilizó el nítrico que su esposa había comprado para fabricar fuegos artificiales. Aunque se dio cuenta del error siguió cocinándolas. Al día siguiente, el aroma extraordinario de las patas atrajo a un inmortal que pasaba por el comedor y quien entró para ordenar patas. El dueño se rindió ante la insistencia del inmortal. Por miedo a que la comida dañara al comensal, le sirvió tirillas de jengibre con vinagre para limitar el efecto del nítrico. Al ver al inmortal comer satisfecho y alabar la comida sin cesar, los dueños también probaron y la encontraron muy sabrosa. Así nació la carne Yaorou, cuyo nombre tiene su origen en la pronunciación de nítrico en idioma chino: xiao.

 

Monumento dedicado al monje budista Cizhou en el monasterio Jinshan. Wang Wenjie

 

Hervir los tallarines junto con la tapa de la olla es lo más peculiar de este tentempié local. Wang Wenjie

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