Hangzhou, una bella sede para la Cumbre del G20
Un viaje por esta antigua aunque moderna ciudad de China
Por JIANG WANDI
8 de julio de 2016. El atardecer en el Lago del Oeste, en Hangzhou. CFP
EL verano en Hangzhou, la capital de la provincia oriental china de Zhejiang, es de lo más caluroso y húmedo debido a su localización geográfica y a los muchos lagos y ríos que la cruzan. Pero la ciudad parece este año incluso más caliente debido a los preparativos para la próxima Cumbre del Grupo de los 20 (G20), que se celebrará a principios de septiembre. Se están arreglando las carreteras, lo cual levanta polvo que se arremolina en torno a algunas comunidades. Las instalaciones públicas y los lugares turísticos están siendo renovados y repintados, mientras que, inevitablemente, han aumentado las medidas de seguridad.
Tras la Cumbre del G20 de 2015 en Antalya, ciudad turca en la costa del Mediterráneo, China fue escogida para albergar la cita de este año en función del sistema de rotación. Nuestro país tiene experiencia en la organización de grandes eventos internacionales, entre ellos dos reuniones de los líderes de APEC, unos Juegos Olímpicos y la Expo Universal. Sin embargo, ¿por qué se ha escogido Hangzhou en lugar de las más cosmopolitas Beijing o Shanghai? Al preguntar al azar a algunos de sus habitantes, ellos se inclinan por el fuerte desempeño económico, las buenas infraestructuras o los abundantes recursos culturales de la ciudad. Pero existe un claro consenso acerca de la belleza natural y el encanto de Hangzhou.
Hermosas vistas
Al viajar por las diferentes ciudades y la zona rural de China se puede comprobar que Hangzhou es el lugar donde hay más fotógrafos, profesionales o aficionados, ocupados en disparar a casi todo lo que encuentran. Hangzhou cuenta con colinas y lagos, y una topografía única, que dotan a la ciudad de un pintoresco paisaje. El centro de esta belleza es Xihu, el Lago del Oeste. Pese a su nombre, está situado en medio de la ciudad y, junto con sus aledaños, ocupa un área de 49 km². Famosos lugares históricos y de interés, como pagodas, templos y jardines botánicos, rodean el lago. Desde que el gobierno local decidió en 2002 no cobrar entrada, los negocios locales de servicios no han dejado de florecer. Una serie de casas de té, cafeterías y restaurantes a la orilla ofrecen unas vistas espectaculares, así como comida y bebida. Los habitantes de Hangzhou disfrutan de muchos de estos elegantes locales tanto en días de brillantes puestas de sol como de neblinosas lluvias.
Aparte del lago, el Gran Canal ha sido clasificado por la Unesco como patrimonio mundial tanto por su significado histórico como natural. Construido hace 2400 años para transportar agua entre Beijing y Hangzhou, el Gran Canal, de 1974 km, es un milagro de la ingeniería antigua. Todavía funciona como canal de tráfico acuático y una gira en bote sitúa al viajero ante las pesadas barcazas cargadas con materiales de construcción y productos agrícolas. Al anochecer, la mezcla del tráfico en las riberas iluminadas de neón con las bocinas de las barcazas en el río remite a un escenario de siglos pasados, cuando Hangzhou se estaba convirtiendo en un próspero centro de negocios en el sur de China.
Además de las variadas opciones turísticas, hay lugares ideales para cortas escapadas lejos del ajetreo de las grandes ciudades. Hay muchos humedales cerca de la ciudad o en áreas adyacentes. El Parque Nacional del Humedal de Xixi es el mayor. Ocupa un área de 11 km² y está a solo 5 km del centro de la ciudad. Es famoso por su maravilloso paisaje, que cambia con las estaciones. También hay una serie de pequeños humedales y centros turísticos en la misma ciudad.
Los amantes del té verde encontrarán Hangzhou particularmente gratificante. West Lake Longjing es la marca n.º 1 de té verde en China, conocida por su delicada fragancia y su color verde cristal. Gracias a su clima natural, Hangzhou presume de contar con varias zonas dedicadas a la plantación de té, las más famosas de las cuales solían enviar su producto directamente a las familias reales de la antigua China. Ahora son lugares turísticos donde los visitantes pueden probar y comprar té, e incluso recolectarlo durante la época de la cosecha. Dado que la producción anual de té West Lake Longjing es limitada y que la demanda es enorme, los precios están por las nubes.
29 de junio de 2015. Flores de loto en los alrededores del Dique Blanco. CFP
Patrimonio cultural
Hangzhou es un apropiado lugar para conocer más la historia china. Esta ciudad fue construida hace unos 2200 años y fue una de las siete antiguas capitales de China, por lo que cuenta con un gran patrimonio cultural, tanto tangible como intangible. Hay más de cien museos distribuidos por la ciudad, entre ellos el Museo Provincial de Zhejiang y el Museo de Hangzhou. También hay numerosos museos temáticos en pequeños vecindarios, discretamente escondidos del turista común, joyas que encontrarán los viajeros más serios.
Dado que Hangzhou es conocida como la tierra del té y la seda, los museos de ambos productos son grandes atracciones. El museo del brocado de Hangzhou, llamado después Du Jinsheng, nombre de un empresario del brocado, expone diferentes muestras, así como arte e historia. Los secretos de la técnica china acabaron por difundirse por Occidente a través de la antigua Ruta de la Seda. Incluso hoy, los brocados se utilizan como regalos de Estado. Los ex presidentes de Estados Unidos Bill Clinton y George W. Bush los recibieron de sus contrapartes chinos.
Visitar el museo de porcelana es también obligatorio en Hangzhou. Como capital de la dinastía Song del Sur (1127-1279), la ciudad no solo fue testigo del pesimismo político de los emperadores y la corte derrotados, los cuales establecieron la capital en Hangzhou tras su retirada del norte de China, sino también del extravagante estilo de vida de la nobleza y la realeza. Consecuentemente, la porcelana elegante estaba muy demandada. La historia de la producción de cerámica se puede encontrar en el Museo del Horno Oficial de la Dinastía Song, donde se exponen porcelanas de diferentes dinastías, que servían para la mesa, para la decoración del hogar e incluso como regalos para los extranjeros.
Estos museos demuestran las muchas y especiales contribuciones de Hangzhou al desarrollo social de China. El Museo de Finanzas e Impuestos de China fue construido en una colina desde donde se contempla el Lago del Oeste y que puede ser el único museo de su tipo dedicado a la larga historia del sistema financiero de China. Bonos de guerra y certificados de deuda de principios del siglo XIX están bien conservados y recuerdan a la gente las privaciones económicas que muchos afrontaron y cómo los gobiernos fueron humillados por una tesorería vacía, rutinariamente agobiada por una deuda tanto doméstica como extranjera.
También hay museos dedicados a la historia de Hangzhou como centro de fabricación de herramientas y armas. El museo de cuchillos, tijeras y espadas cuenta la larga historia de Hangzhou como centro de producción de estas herramientas y armas. Antiguamente, las espadas fabricadas aquí eran las favoritas de los generales. Actualmente, los turistas chinos todavía escogen las tijeras de la marca Zhangxiaoquan como regalo o recuerdo. Hay incluso un museo dedicado a la cocina de Hangzhou que refleja su estatus como uno de los ocho sistemas culinarios según la gastronomía tradicional china. La comida típica de Hangzhou expuesta en este museo es tan parecida a la de verdad: cuando los visitantes lo abandonan solo quieren ir a un buen restaurante.
El acceso a casi todos los museos de Hangzhou es gratis. Están cerrados los lunes.
Vista panorámica del Lago del Oeste. CFP
Comodidad e instalaciones
China es un vasto país donde todavía existe una gran disparidad económica entre el este, más desarrollado, y el oeste. La diferencia de ingresos entre regiones es acusada. Hangzhou y la provincia de Zhejiang han sido tradicionalmente prósperas. Según las estadísticas de 2015, el PIB per cápita en Hangzhou alcanzó los 112.268 yuanes (18.025 dólares), muy por encima de la media nacional, de 49.351 yuanes (7924 dólares). La próspera economía ha supuesto una confortable vida para muchos de sus habitantes. Las estadísticas señalan que el sector servicios contribuyó con el 74,6 % del crecimiento de PIB de Hangzhou en 2015.
Hangzhou ofrece todas las facilidades para los visitantes chinos y extranjeros. Hay multitud de hoteles internacionales y acogedoras pensiones, con precios para todos los viajeros, independientemente de sus presupuestos.
La oportunidad de probar las exquisiteces locales también ayuda a atraer multitudes. Mientras que en algunos lujosos restaurantes sirven festines, algunas pequeñas calles flanqueadas por restaurantes son ideales para los gourmets. La gran variedad de opciones a precios razonables son un reclamo tanto para los visitantes como para los habitantes de la ciudad.
Hangzhou es también un nudo de transporte en China. El cercano Aeropuerto Internacional de Xiaoshan, a una media hora desde el centro en taxi o autobús, tiene vuelos directos a varias ciudades extranjeras, entre ellas Amsterdam, Doha y Seúl, así como vuelos domésticos a ciudades como Beijing. Las dos estaciones de tren de Hangzhou conectan la ciudad con todas las regiones de China. En la propia ciudad, se puede tomar metro, taxi o autobús a precios razonables. Muchos lugares alquilan bicicletas, gratis la primera hora y a un coste mínimo a partir de entonces.
Apertura e innovación
El pueblo de Hangzhou está orgulloso del espíritu de su ciudad, abierta y creativa. El Museo de la Expo Internacional del Lago del Oeste, dedicado al propio evento, celebrado entre el 6 de junio y el 10 de octubre de 1929, y que recibió a más de 20 millones de visitantes tanto chinos como extranjeros, muestra la bisoña industria del momento y la atención internacional que obtuvo.
Actualmente, Hangzhou se ha convertido casi en sinónimo de megacompañías como el gigante del comercio electrónico Alibaba y Geely Auto, empresa automotriz líder en China que posee Volvo y miles de empresas más pequeñas pero altamente innovadoras, cuyas oficinas centrales están en la ciudad. Recientemente, Hangzhou se ha venido convirtiendo en sede de conferencias nacionales e internacionales, exhibiciones y ferias. La feria anual e internacional de animación es un festival de la industria. Los habitantes de Hangzhou a menudo hablan del viajero y comerciante italiano Marco Polo, que visitó China en el siglo XIII, donde pasó varios años. Una vez de vuelta en casa, Polo escribió: “No hay duda de que la más espléndida y atractiva ciudad del mundo es Hangzhou”.
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29 de junio de 2015. Flores de loto en los alrededores del Dique Blanco. CFP
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