Templo Subash: las ruinas budistas de Xinjiang
Las ruinas del antiguo Templo budista Subash.
LAS ruinas del antiguo Templo budista Subash se encuentran en una terraza fluvial a orillas del río Kuqa, 20 kilómetros al norte del distrito de Kuqa, en la región autónoma uigur de Xinjiang. Con una superficie actual de 190.000 m2, las ruinas limitan al sur con el desierto de Gobi y al norte con las faldas de la cordillera Queletage. El río Kuqa atraviesa las ruinas y las divide en dos: el templo este y el oeste. En uigur, “subash” significa “fuente de agua”, y el templo recibió su nombre de su ubicación geográfica.
El Templo Subash fue construido durante el periodo de los Tres Reinos (220-280) y la dinastía Jin (266-420), y en él predicó Kumarajiva, prominente monje del antiguo reino de Qiuci y uno de los tres grandes traductores de sutras budistas. Fue durante las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907) cuando el templo, que llegó a albergar a 10.000 monjes, alcanzó su apogeo y se convirtió en lugar de peregrinaje de multitud de devotos. En el año 630, el prestigioso monje Xuanzang, que iba de peregrinaje a la India, se detuvo en él a predicar durante dos meses, y posteriormente registraría la prosperidad del templo en su obra Viaje al Oeste en la Gran Dinastía Tang. A partir del siglo XIII, el Templo Subash fue perdiendo importancia y a mediados del siglo XIV fue abandonado.
La estructura mejor conservada y la más espectacular en el complejo arquitectónico del templo oeste.
Aunque ha permanecido deshabitado por casi mil años, las ruinas del Templo Subash siguen siendo imponentes. Las pagodas budistas que se yerguen en el vasto desierto reflejan el brillo dorado del sol mientras nos hablan en silencio de la prosperidad de los tiempos antiguos.
Como las principales ruinas budistas existentes en Xinjiang, el Templo Subash cumplió con su función durante un milenio. Desde el periodo de los Tres Reinos y la dinastía Jin hasta las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279), el Templo Subash permaneció como uno de los más importantes centros culturales de las regiones del Oeste (territorio al oeste de Yumenguan, que incluye la actual región de Xinjiang y parte de Asia Central) y desempeñó un importante papel en los intercambios entre Oriente y Occidente. Las ruinas tienen un gran valor histórico, artístico, científico y social. En su construcción se emplearon prácticamente todas las técnicas arquitectónicas conocidas entonces, y hoy es una obra representativa de las construcciones de adobe en la zona árida del noroeste de China e incluso de Asia Central.
El templo oeste es un importante componente del Templo Subash. Se trata de un complejo de construcciones budistas y actualmente todavía se conservan restos de los altos muros del gran palacio del templo. El gran palacio mide 318 metros de perímetro y en su interior hay una pequeña sala en cuyos muros todavía se conservan nichos para las estatuas de Buda. Al oeste del gran palacio se distribuyen las celdas de los monjes y los cuartos de meditación. A unos 50 metros al norte del gran palacio, en el acantilado junto al río Kuqa, se conservan unas diez grutas, de cuyas formas es posible deducir que eran utilizadas por los monjes para meditar. Quedan pocos frescos en las grutas y son difíciles de reconocer, pero en un muro aún se ven escrituras antiguas del reino de Qiuci. La forma en que se construyeron estas grutas las distingue de todas las demás grutas que hay en China.
Una turista pasea entre las ruinas del Templo Subash, que nos hablan en silencio de la prosperidad de los tiempos antiguos.
En el año 2012, el departamento de reliquias culturales del distrito de Kuqa colaboró con el Instituto de Patrimonio Cultural de la Universidad Noroeste para organizar una investigación científica en las ruinas del Templo Subash. La expedición descubrió vestigios de una pagoda budista como las de la etnia han, en el interior de China, un descubrimiento que demuestra convincentemente que la cultura budista de las regiones del Oeste y la de las planicies centrales del interior de China estaban en contacto y se influían mutuamente. La pagoda de estilo han está en el centro del templo oeste de las ruinas del Templo Subash. Pese a estar en ruinas, los arqueólogos han deducido que se trata de una pagoda budista de forma Miyan (aleros cerrados), típica del interior de China. Al igual que las pagodas Xiaoyan y Dayan de Xi’an, que podemos ver en la actualidad, también ésta tiene múltiples pisos, tanto más pequeños cuanto más arriba están. Las pagodas de los han eran muy diferentes de las del antiguo reino de Qiuci, que tenían forma de Fubo (tazón volcado) y se usa frecuentemente en las construcciones budistas de Asia Central y Sur.
Como es sabido, el budismo llegó a las planicies centrales a través de las regiones del oeste. Y la aparición de una pagoda típica del interior de China demuestra que después de entrar en las planicies centrales, el budismo cultural se fundió con la cultura local y se trasmitió más tarde a las regiones del Oeste. A pesar de su parecido con las pagodas Dayan y Xiaoyan, se diferencia en el tamaño y las funciones para la que fue construida.
Vista lejana del Templo Subash, en el que se emplearon todas las técnicas arquitectónicas conocidas entonces.
Según los registros históricos, tras la unificación de las regiones del oeste durante la dinastía Tang, China aumentó su poder, consiguió estabilidad social y desarrolló su economía. Las relaciones entre las regiones del oeste y el gobierno central se estrecharon. En el año 656, el Comando de Frontera Anxi fue trasladado a Qiuci, donde se multiplicaron los intercambios budistas con el interior de China, los cuales influyeron en el budismo de Qiuci, que adoptó nuevas características. La pagoda de estilo han en las ruinas del Templo Subash es una prueba.
En el año 1903, la expedición de Otani Kozui halló en el templo oeste un estuche de madera para reliquias de Buda. El estuche, que se conserva en el Museo Nacional de Tokio, está decorado con alegres dibujos de bailarines y músicos. En 1906, el francés Paul Pelliot realizó una excavación arqueológica y robó siete exquisitos estuches para reliquias de Buda.
En las ruinas del Templo Subash también se han descubierto monedas de la dinastía Han (206 a.n.e.-220) y Tang, de las dinastías del Sur y Norte (420-589), monedas de plata de Cosroes II, de la dinastía sasánida de Persia, artículos de cobre, hierro, cerámica, madera, murales y estatuas en arcilla de Buda. Además, también se han descubierto tablillas de madera y papeles incompletos con caracteres antiguos.
Estuche de madera para reliquias de Buda hallado por Otani Kuzoi en 1903 y conservado en el Museo Nacional de Tokio. Fotos de Yu Xiangjun
El 22 de junio de 2014, en la 38ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial, la candidatura propuesta conjuntamente por China, Kazajistán y Kirguizistán bajo el nombre de “Ruta de la Seda: corredor Chang’an-Tianshan”, fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, por lo que seis reliquias de Xinjiang, entre ellas las ruinas del Templo Subash, fueron nombradas como Patrimonio Mundial, las primeras de Xinjiang.
Información turística:
Sede: terraza fluvial a orillas del Río Kuqa, 20 kilómetros al norte del distrito de Kuqa, en la región autónoma uigur de Xinjiang
Tipo: lugar de interés histórico
Teléfono: 0997-7122022 (Administración de Turismo del distrito de Kuqa)
Entrada: 25 yuanes. Hasta la fecha sólo el templo oeste está abierto al público.
Transporte: no hay autobuses fijos. Se aconseja ir en auto particular o alquilar uno. Cuesta entre 80 y 100 yuanes si se alquila un auto para ida y vuelta desde el distrito de Kuqa hasta las ruinas del Templo Subash.
Temporada alta: verano y otoño.