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2015-September-2 14:23

Labagoumen, un paraíso terrenal

Por WEI YAO*

5 de octubre de 2010. Álamos altos con hojas doradas.

 

EL cantón de Labagoumen, situado en el distrito norteño de Huairou en Beijing y a 150 km del centro de la ciudad, se encuentra en la entrada de un valle que tiene la forma de una trompeta, de allí su nombre (“Laba” significa en chino “trompeta”). Actualmente, el cantón es el mayor habitado del grupo étnico manchú de Beijing. Bajo su jurisdicción están 60 aldeas naturales, incluidas 10 cuya población en su mayoría son manchúes. Goza de la fama de ser el cantón de los longevos gracias a su alto nivel de cobertura forestal (alrededor del 80 %), más de 60 fuentes manantiales de buena calidad, alto nivel de iones de oxígeno negativos, y una temperatura agradable en verano (solo cerca de 20 oC), por lo cual ha atraído a cada vez más turistas.

El punto turístico principal de Labagoumen es el Parque Nacional Forestal, con una superficie de 185 kilómetros cuadrados, que representa más del 60 % de la superficie del cantón de Labagoumen.

Paisaje de montaña

Lo que primero llama la atención de Labagoumen es su bello paisaje de montaña. Cada año, alrededor de octubre, las montañas se tiñen de colores verde, rojo y amarillo, semejante al tablero de dibujo de un artista bajo el cielo azul. Muchos beijineses consideran el lugar como el “Jardín Trasero” de la ciudad. Conduciendo desde la zona urbana de Beijing hacia el norte, por la carretera nacional G111, en casi dos horas se puede llegar a Labagoumen, en la zona montañosa del distrito de Huairou, donde el ambiente es totalmente diferente al de la ciudad.

La mayoría de las personas que viajan allí optan por establecerse primero en una casa campesina de la aldea de Sunshanzi, en la zona central del Parque Forestal de Labagoumen, y luego penetrar en la zona paisajística, donde se encuentran dos puntos de interés turístico, Fenghuangtai y Wulongtan, sobre todo el primero, que es el más atractivo para los turistas. Al recorrer tres kilómetros desde la aldea de Sunshanzi, se llega al estacionamiento de Fenghuangtai, y de allí solo hay un sendero montañoso que permite el acceso a pie. El camino serpenteado no es muy pendiente, y a ambos lados se encuentran árboles altos, entre ellos abedules blancos y robles mongoles. Se trata del área más grande de estos árboles de Beijing. En otoño, los árboles se ponen dorados, rojos o de color naranja, lo que otorga a la montaña una apariencia maravillosa. Existe también una gran variedad de flora y fauna, lo que constituye el ecosistema de terreno montañoso y clima templado más representativo de Beijing.

A la mitad de la ladera, donde se encuentra un quiosco mirador, los visitantes pueden descansar y contemplar el paisaje a lo lejos, y después bajar de la montaña. También hay gente que opta por seguir subiendo por un camino más estrecho, y no muy lejos, a lo alto, está el pico más alto de Huairou, llamado Nanhouding, a 1700 metros sobre el nivel del mar, la cuarta cumbre más alta de Beijing.

Al pasar por un bosque de árboles, se llega a un prado y de allí se puede tener una imagen más amplia sin árboles. Caminando en el prado entre hierbas crecidas, y sintiendo el soplar del viento, los escaladores tienen una buena sensación. Al aproximarse a la cima, se encuentra una pendiente de rocas, donde piedras enormes se apilan en desorden. Pero si se mira detenidamente, se puede descubrir que estas piedras están colocadas como si una mano artista y misteriosa lo hubiera hecho según algunos conceptos estéticos. Después de hacer un poco más de esfuerzo, se puede llegar a la cima. Allí está una piedra de unos diez metros cuadrados. Encima de ella, a los cuatro lados se observan montañas y, más lejos, también hay montañas interminables.

18 de octubre de 2008. Casas campesinas en la aldea de Sunshanzi.

 

Abedules y azaleas

Además del disfrute del montañismo, que representa un desafío para los límites físicos, el paisaje en el camino también es un elemento que mantiene a los escaladores bien entretenidos.

El bosque de abedules es el paisaje más atractivo de Labagoumen. En China, este tipo de árboles tiene una rica tradición literaria. Muchos jóvenes lo relacionan con el amor, la juventud y lo sentimental, mientras que muchas personas de mediana edad lo vinculan con sus experiencias en la juventud, cuando la sociedad china experimentó muchos cambios.

El otoño es la mejor época para disfrutar de los abedules. Las hojas doradas de esa época contra el fondo del cielo azul proporcionan un disfrute visual sin precedentes. La textura rugosa de la cáscara gris del tronco del árbol le añade cierto valor artístico. Labagoumen tiene 70.000 mu (4667 hectáreas) de bosque secundario primitivo, lo que constituye la mayor tasa de cobertura forestal de Beijing. Al estar en el bosque de abedules de Labagoumen, escuchando el sonido del viento a través de las hojas, y contemplando las manchas de luz en el terreno que deja el sol al iluminar las copas de los árboles, uno olvida fácilmente el ritmo rápido de la vida urbana, y solo desea vivir unos días en una casa de madera en el bosque.

Durante las vacaciones del Día Nacional de 2010, Li Hao, entonces posgraduada en Beijing, fue por primera vez a Labagoumen, guiada por amigos. Siendo nativa de la ciudad sureña de Hangzhou, fue atraída a primera vista por el hermoso paisaje del bosque de abedules, y sintió por primera vez en su vida la atmósfera romántica de un bosque del norte, sentimiento que es totalmente diferente de la belleza suave y delicada del Lago del Oeste de su pueblo natal. Hoy en día, ella cursa el doctorado en Hong Kong, y aún extraña los abedules de Labagoumen. Para ella, ese bosque representa aquellos años de la juventud que pasó en Beijing. Las hojas de abedul que se ponen doradas en otoño se caen rápidamente en un período de una semana debido a la caída brusca de la temperatura y la llegada del viento frío del norte. La belleza fugaz hace pensar aún más a la gente sobre la vida y el tiempo.

Camino montañoso hacia Fenghuangtai.

 

En comparación con el abedul, las flores de azalea que cada año se abren en mayo son aun menos conocidas por la gente. Su florecimiento dura más o menos un mes, y simboliza una vida vigorosa, dando un sentido más positivo al gusto estético. Esta planta se distribuye en su mayoría en las montañas Hinggan Mayor del noreste, las montañas Changbai y en Mongolia Interior. En el sur, rara vez se encuentran en el monte Emei en Sichuan, zona montañosa del suroeste. Ya que está casi en la misma latitud geográfica de Mongolia Interior, y a una altura de más de 1000 metros sobre el nivel del mar, Labagoumen es una región con una alta concentración de esta flor.

En China, la azalea también se llama “Yingshanhong”, que significa que la montaña está teñida de rojo. El color de las azaleas de Labagoumen tiende a ser rosa. Su integración con las rocas y árboles altos forma una vista montañosa original del norte del país.

El bosque se tiñe de muchos colores. Fotos de Wei Yao

 

Desarrollo turístico

Hace mucho tiempo era desconocida la belleza de Labagoumen debido a su ubicación en zonas montañosas, con aldeas dispersas y condiciones de transporte extremadamente duras. En los últimos 10 años, gracias a las transformaciones de las instalaciones de transporte en los distritos a las afueras de Beijing y la construcción de carreteras en las zonas rurales, las condiciones del tráfico de Labagoumen han llegado a ser muy favorables. Se ha construido un nuevo camino de asfalto desde el gobierno del cantón de Labagoumen hasta la aldea de Sunshanzi. El mismo es decorado con álamos a ambos lados, lo que le permite integrarse al paisaje de la montaña, Conduciendo en octubre por este camino, cubierto de hojas de álamo de color dorado, uno se siente como si estuviera en un bosque montañoso en Canadá.

Actualmente, Labagoumen toma al turismo como su sector principal de desarrollo económico. Ha establecido aldeas con características de los manchúes para atender a los turistas, reubicando a las familias que antes vivían donde ahora es el Parque Forestal, medida que, por un lado, protege los recursos forestales y el medio ambiente, y mantiene la infraestructura turística; y, por otro lado, mejora las condiciones de vida del pueblo, ofreciéndoles un camino para enriquecerse. Mediante el desarrollo del mercado, las diversas aldeas han promovido sus propios proyectos turísticos con servicios especiales para atraer a más turistas, formando de esta manera un entorno de competencia sana y desarrollo común.

La aldea de Sunshanzi fue la primera en dedicarse a la recepción de turistas del cantón de Labagoumen porque es la más cercana a la entrada del Parque Forestal. Al principio, los aldeanos se limitaban a acomodar dos o tres cuartos de su casa para alquilar a turistas. Con el desarrollo del sector, junto con otras aldeas adyacentes, muchas familias campesinas han aprendido a establecer su propia página en Internet y admiten reservas de habitaciones en línea e incluso por celular, además de ofrecer servicios de wifi. En las noches de otoño, en la terraza de la casa campesina, sentado entre las mazorcas de maíz y calabazas, mirando el cielo y las estrellas, y disfrutando de la buena vida, saco mi celular y envío con wifi fotos o mensajes en Wechat para compartir con mis amigos la vida en el campo y, en ese momento, no puedo dejar de admirar cómo el desarrollo social llega también a los paraísos terrenales.

*Editor de fotografía de Beijing Informa.