La verdadera vida de los pandas gigantes
Sala de Parto Luna de la base de Chengdu.
Por DANG XIAOFEI
EL panda gigante, con su cara rellena, sus grandes ojeras, su cuerpo rechoncho y su típica manera de caminar, con los pies apuntando hacia adentro, existe en este mundo desde hace más de ocho millones de años. Conocido como “fósil viviente” y “tesoro nacional de China”, es una súper estrella del reino animal.
Es una especie endémica de China que vive en los bosques frondosos de bambú situados entre 2600 y 3500 metros de altitud sobre el nivel del mar. Las zonas montañosas de las provincias de Sichuan, Shaanxi y Gansu son su hábitat principal. A finales de 2013, había 1864 pandas gigantes salvajes, y a finales de 2015, 422 ejemplares en cautiverio.
¿Por qué son perezosos los pandas gigantes?
Para inquirir sobre la verdadera vida de los pandas gigantes, China Hoy acudió a la Base de Investigación de Cría de Pandas Gigantes de Chengdu, la mayor de cría en cautiverio del mundo, donde viven 152 pandas gigantes.
Al acceder al lugar, saltan a la vista los frondosos bambúes. En el chalet n°. 2, los visitantes observan con interés a un panda durmiendo tumbado boca arriba. El más pequeño movimiento de estos animales emociona a la gente.
“¡Los pandas son tan perezosos! Si no están durmiendo, están comiendo bambú acostados en el suelo”, se ríe un niño. Un panda gigante pasa más de la mitad del día comiendo: si es salvaje dedica más de 16 horas a buscar y comer bambú, si está en cautiverio, de 10 a 12 horas.
“El panda gigante come todos los días una gran cantidad de bambú, pero su tracto intestinal no puede digerirlo bien y la comida permanece poco tiempo en su cuerpo, por eso no deja de comer”, explica Lan Jingchao, vicedirector del departamento de prevención y control de enfermedades epidémicas de animales y director del centro veterinario de la base. Un panda gigante en cautiverio come diariamente entre 20 y 40 kilos de bambú y 50 kilos de brotes de bambú. Pese a que lleva tantos años comiendo bambú, su tracto intestinal no se ha adaptado completamente a esta comida y mantiene rasgos de los carnívoros. Además, los panes de granos cocidos al vapor y las manzanas están también entre sus comidas favoritas.
“A los pandas gigantes no les gusta hacer deporte porque necesitan ahorrar energía, y dormir es una manera de hacerlo”, explica Lan Jingchao. Así pues, comer mucho y moverse poco son los hábitos del panda gigante.
También hay momentos en que los pandas son “diligentes”. “Antes de las 10:00 y entre las 14:00 y 16:00, están relativamente más animados”, dice Lan con una sonrisa.
Los torpes y adorables pandas gigantes son, de hecho, muy “ingeniosos”. En la Sala de Parto Sol, Chen Bo, criador de la base, señala a una panda gigante embarazada, llamada Jiaozi, y dice: “Las osas embarazadas comen mejor y prefieren los brotes de bambú, por eso algunas fingen embarazos, para recibir mejor trato”. Ai Bang, una panda de 9 años de edad, la llaman “princesa del embarazo falso”, porque lo fingió dos veces.
En China sólo cuatro entidades tienen capacidad para mantener poblaciones de pandas gigantes de más de diez ejemplares: el Centro de Investigaciones y Conservación de Pandas Gigantes de Wolong, la Base de Investigación de Cría de Pandas Gigantes de Chengdu, el Centro de Rescate y Cría de Animales Salvajes Raros de Shaanxi y el Zoológico de Beijing.
Rehabilitación de los pandas gigantes
Entre los pandas en cautividad hay una “fuerza especial” compuesta por pandas seleccionados desde pequeños para recibir un estricto entrenamiento que les permita readaptarse a su hábitat natural. Son más vigilantes y adiestrados para que adquieran habilidades que les garantice la supervivencia. En el Centro de Rehabilitación de Pandas Gigantes, un pato vuela cerca de un panda, el cual, al oír el aleteo, trepa rápidamente a la copa de un árbol. “El adiestramiento se centra en que hagan más ejercicio y eleven su capacidad de vigilar a otros animales”, explica Lan Jingchao. “El objetivo final de la crianza de los pandas gigantes es liberarlos”.
Gu Xiaodong, subdirector del Centro de Protección de Animales Salvajes del Departamento de Silvicultura de Sichuan, explica que los pandas de dos años son sub-adultos y se encuentran en la etapa de separarse de su madre. “Los pandas gigantes salvajes, generalmente empiezan en esta etapa a llevar a sus crías a explorar territorios más amplios para fortalecer su capacidad de supervivencia y, finalmente, pueden superarse de ellos”, dice. La reinserción de los pandas gigantes a la vida salvaje a veces fracasa. Xiang Xiang fue el primer panda nacido en cautiverio que fue liberado. En febrero de 2007, menos de diez meses después de su liberación, fue hallado muerto en las selvas de Wolong. Murió a causa de un conflicto con la población local de pandas salvajes, que le llevó a despeñarse desde las alturas. Zhang Xiwu, director del Departamento de Protección de la Administración Estatal de Silvicultura, afirma que la reinserción es importante para rescatar y reforzar las pequeñas poblaciones de pandas gigantes y para fortalecer el patrimonio de estas poblaciones. También enfatiza que lo más importante para la protección de los pandas gigantes es la protección de su hábitat natural.
Según el cuarto informe nacional sobre pandas gigantes, publicado en 2015, la superficie del hábitat natural es de 2,58 millones de hectáreas; y su hábitat potencial es de 910.000 hectáreas. Comparado con el tercer informe, se han construido 27 nuevas reservas para pandas gigantes, lo que ha supuesto un incremento de 1,18 millones de hectáreas. Hay en total 67 reservas de pandas.
“Diplomáticos” más adorables
Desde 1957, cuando la República Popular China inició por primera vez la “diplomacia del panda”, hasta 1982, China envió 23 pandas gigantes a nueve países con el fin de promover las relaciones amistosas con el exterior.
Después de 1982, el número se redujo mucho a causa del empeoramiento del ambiente ecológico y China dejó de regalar pandas al extranjero y en su lugar empezó a organizar giras. En este periodo, los pandas de los zoológicos de China fueron al extranjero en giras cortas, de unos meses, o largas, de un año como máximo.
Doce años después, los pandas gigantes salieron por primera vez de las fronteras chinas como “embajadores de intercambio científico”. Esta forma de cooperación garantiza suficientes recursos humanos y materiales y facilita las investigaciones sobre los pandas gigantes.
Apertura de la Guardería Infantil de Pandas Gigantes de la base de Chengdu en 2015.