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2016-May-30 14:33

Los estudiantes dejan de competir por ser funcionarios

Por YU SHIYI

EL Laboratorio de Seguridad Informática y Administración e Innovación Sociales de la Universidad Abierta de Shanghai, junto con el Centro de Estudios sobre la Gobernación Social de la Universidad Fudan, publicaron recientemente una investigación acerca de las preferencias laborales de los estudiantes universitarios en 2016. El informe revela que el 23,4 % de ellos aspira a trabajar en empresas de capital extranjero, el 21,1 % querría emprender su propio negocio y el 20 % le gustaría trabajar en instituciones públicas, mientras que solo el 8,6 % de los encuestados considera la opción de ser funcionario del Gobierno como la profesión ideal.

El “tazón de hierro” ha dejado de ser la principal opción de los estudiantes, cuyas preferencias laborales en los últimos años han ido tendiendo a la diversificación, al tiempo que se ha ido desvaneciendo su entusiasmo por trabajar en los órganos gubernamentales. Normalmente, ser funcionario del Gobierno significa tener un trabajo estable y confortable, por lo que ha sido la opción preferida por los graduados universitarios durante mucho tiempo. Sin embargo, con el desarrollo del país y los cambios sociales, la opinión de la gente ha ido cambiando.

Ceremonia de graduación de estudiantes chinos.
 

Los estudiantes nacidos en la década de 1990 prestan mayor atención a su desarrollo personal, a su vocación profesional y a las perspectivas de futuro. Para ellos, el trabajo, más que una herramienta para sustentar a la familia, es más bien un medio a través del cual alcanzar una realización personal. Si pueden obtener éxito profesional o hacer realidad sus sueños, factores como el salario y la estabilidad no parecen tan importantes. Los estudiantes de esta generación no buscan empleos a ciegas, sino que obedecen a su voluntad interior y eligen su futuro camino racionalmente.

Para los estudiantes universitarios, el desempeño de un mismo trabajo durante toda su vida laboral limita su desarrollo, pero, además, es una situación que genera en el mercado un exceso de oferta laboral que supera a la demanda en ciertas profesiones, lo cual supone un despilfarro de recursos humanos. No sería bueno que los graduados compitiesen por un puesto gubernamental para comer del “tazón de hierro”. En un país perfecto habría que diversificar el mercado laboral, de manera que todas las personas cualificadas pudiesen satisfacer sus expectativas laborales para realizarse.

No obstante, la disminución del entusiasmo por participar en el examen nacional para funcionarios no significa negar el valor del servidor público. Debido a la vieja mentalidad de juzgar a todos los cargos públicos con el mismo rasero, la gente suele confundir al funcionario con el dirigente. Los funcionarios con poder son una minoría, mientras que la mayoría de los servidores públicos trabajan en entidades de base y en contacto con la gente común. En realidad, no existen grandes diferencias entre su profesión y las demás. Con la implacable lucha contra la corrupción emprendida por el Gobierno chino, trabajar como funcionario gubernamental no significa gozar de privilegios. Simplemente será una opción para aquellos graduados universitarios que estén dispuestos a servir al pueblo.

El enfriamiento de dicho entusiasmo refleja la diversificada mentalidad laboral de los estudiantes y el progreso social del país. Frente a la cada día más enconada competencia del mercado laboral, los estudiantes deben tomar conciencia de la crisis, fortalecer sus aptitudes y acumular experiencia laboral.

Dado que el empleo es un factor fundamental de la vida de la gente, el Gobierno, responsable de las políticas públicas, debe fomentar el desarrollo del mercado laboral y regularlo, además de estimular a los estudiantes rurales para que trabajen en su propia tierra natal cuando terminen los estudios y emprendan su propia empresa, brindándoles la ayuda necesaria para su futuro desarrollo.

 

Diario La Juventud de China

4 de mayo de 2016