Salvar la infancia
CADA día de clases, a las 06:20, Dongdong ya tiene que despertarse. Aunque está todavía semidormido, debe terminar de vestirse, lavarse la cara y los dientes en solo 15 minutos para estar listo, y llevarse el desayuno preparado por su madre para ir comiendo en el trayecto en taxi hasta la escuela. En invierno, a esa hora, aún está muy oscuro.
Si no hay mucho tráfico, el viaje dura 50 minutos. Junto con otros tres alumnos primarios, Dongdong termina este recorrido de 12 km y entra en la Escuela Primaria n.º 3 de Zhongguancun, para empezar las clases.
Si alguien le pregunta cuál es su sueño, Dongdong, de 10 años, le responderá con una marcada amargura en la cara: “Quiero que me dejen dormir, aunque solo sea una vez, hasta tarde”.
Por la carga cada día más pesada, los alumnos se ven obligados a usar mochilas con ruedas.
Un viaje agotador
Cerca de la casa de Dongdong se encuentra una escuela primaria a la que se puede llegar a pie en 15 minutos. El ir a una escuela a más de 10 kilómetros de distancia no es porque en Beijing haya escasez de escuelas, sino porque la señora Liu, madre de Dongdong, piensa que la escuela de al lado es ordinaria, en cambio, la de Zhongguancun es una de las mejores de Beijing. “Allí los niños tendrán más probabilidades de poder ingresar a una escuela secundaria buena”, y eso significa una mayor esperanza de ser admitidos por una buena universidad.
Por esta razón, los padres no dudan en optar por una escuela lejana, utilizando todos los recursos disponibles, incluidas las “relaciones personales” o “recursos financieros”, solo con el objetivo de ingresar en una buena escuela.
Una vez conseguida una escuela buena, los padres se dedican a resolver el problema del largo viaje diario. Las familias con buenas condiciones económicas, alquilan casas cerca de la escuela, y las que no son tan ricas, como la de Dongdong, alquilan un taxi entre varias familias para que lleve y recoja a sus hijos diariamente. Las familias pobres no tienen más remedio que enviar a sus hijos en autobús. Así que muchos niños viajan durmiendo.
Expertos médicos creen, en general, que los niños de 6 a 12 años de edad que se encuentran en la etapa de desarrollo necesitan dormir cada día, por lo menos, entre 9 y 10 horas. Sin embargo, en los últimos años, el tiempo de sueño de los estudiantes primarios y secundarios chinos se ha venido reduciendo. Según un informe publicado, recientemente, por el Centro de Investigación de la Adolescencia y la Juventud de China, en 2010, los estudiantes primarios y secundarios durmieron diariamente, como promedio, 7 horas y 37 minutos, lo que significa una reducción de 1 hora y 22 minutos en comparación con 2005, y casi el 80 % de ellos sufren deficiencia del sueño.
Muchos deberes escolares
Aunque a las tres de la tarde ya se acaban las clases, Dongdong no puede llegar a casa antes de las cinco y media. Mientras que la madre prepara la cena, él se dedica a hacer los deberes escolares, y después de la cena, tiene que seguir haciéndolos, media hora más.
Con el fin de mejorar el puesto en el ranking para conseguir más estudiantes, las escuelas compiten en la proporción de alumnos admitidos por escuela de un grado superior y, mientras tanto, aplican un sistema de sueldo para los profesores según el rendimiento, por eso las notas de los estudiantes se relacionan con el sueldo de los profesores. Como consecuencia de ello, los niños no solo duermen cada vez menos, sino también se ejercitan poco y pasan cada vez menos tiempo con sus padres. Una madre en Qingdao publicó un mensaje, que fue transmitido por varios sitios web, que dice:
“Recuerdo que cuando mi hija recién daba sus primeros pasos, cada vez que me veía cuando yo regresaba del trabajo, se acercaba a mí tropezando. Ya en etapa de la guardería infantil, se lanzaba en mis brazos corriendo, y en la de la escuela primaria, dejaba de hacer sus tareas escolares para ponerse a hablar conmigo. Pero desde el quinto grado de la primaria, ella siempre está ocupada con las tareas y ya no puede hacer más que darme la espalda”.
En respuesta a este fenómeno, se han promulgado diversos reglamentos destinados a “reducir la carga de los estudiantes primarios y secundarios”, así como medidas concretas para cada grado.
Pero no todos los padres están tan preocupados como la madre de Qingdao. Una internauta llamada Chaima expresó en el sitio web de Vespertino de Beijing: “Hay quienes piden que los niños no tengan tantas tareas escolares. Entonces ¿qué van a hacer después de volver de la escuela? ¿Ver televisión, jugar con el ordenador o correr en la calle? Y luego, no son aprobados en los exámenes… Cada vez que le veo libre de las tareas, me siento intranquila”.
Ocupados en días feriados
En las vacaciones o días feriados, Dongdong también tiene que ir a diversos “cursos de interés”, obligado por sus padres. Ha asistido a más de 10 clases extracurriculares de este tipo, entre ellas, weiqi (un juego tradicional chino con piezas blancas y negras en un tablero de 361 cruces), ajedrez chino, natación, violín, caligrafía, robótica, pintura tradicional y la Olimpiada de Matemática. Claro, ahora con la política de “reducir la carga”, Dongdong ha dejado de asistir a todas estas clases, excepto a la de pintura tradicional, que es realmente de interés de Dongdong, además de inglés, matemáticas y composición, que están estrechamente relacionadas con las asignaturas principales de la escuela, según la señora Liu.
Las clases extracurriculares actuales de Dongdong se organizan de la siguiente manera: el miércoles por la noche y el sábado por la tarde, dos horas de inglés; el viernes por la noche, una hora y media de composición primaria; toda la mañana del domingo, Olimpiada de Matemática, y por la tarde, una hora y media de pintura tradicional. En las vacaciones de invierno y verano, siempre tiene un curso intensivo de 10 días de inglés.
El reportero entrevistó de manera aleatoria a 20 estudiantes de diversas edades a la puerta de tres escuelas primarias de Beijing, de ellos, 18 tienen clases extracurriculares de interés y más de la mitad asisten a más de tres clases de este tipo.
Al ser preguntado sobre cuál es la razón por la que los padres han escogido tantas clases de interés para sus hijos, algunos padres respondieron que, realmente, desean que sus hijos adquieran algún interés o afición a algo. Pero la mayor parte de los padres dijeron que es para que cuando los hijos ingresen a la escuela secundaria, puedan presentarse con varios certificados adicionales o con mejores notas y, más aún, tener puntos extras en los exámenes de admisión a las universidades. En general, se cree que si los demás se han inscrito a estas clases y uno no, ello significa en sí “una derrota en una carrera desde el punto de partida”. “En la clase de mi hija, la mayoría tiene clase de Olimpiada de Matemática”, explicó un padre que no quiso revelar su nombre.
En la actualidad, en todo el país se ha empezado a aplicar el sistema de promoción de primaria al primer ciclo secundario sin exámenes y la admisión preferencial en la escuela más cercana. A pesar de ello, las escuelas buenas son pocas. Para que los hijos puedan estudiar en una escuela buena, los padres no escatiman esfuerzos por conseguir más “puntos extras” para sus hijos: conseguir certificados de capacitaciones especiales, o notas de inglés y de Olimpiada de Matemática, etc.
También existen anuncios comerciales de las instituciones educativas que han promovido estas clases extracurriculares. Además, algunos padres se quejan de que la política de “reducir la carga de los estudiantes” les ha obligado a acudir a las instituciones de entrenamiento fuera de la escuela.
Muchos alumnos primarios de China no duermen lo suficiente.
En busca de un camino para salir adelante
Ya es una realidad indiscutible que, en China, los niños sufren mucha presión por los estudios, lo cual ha devenido un problema social cada vez más grave. Cada año, diputados a la APN hacen propuestas en las sesiones anuales para reducir la carga de los estudiantes. Los departamentos educativos y administrativos han promulgado, desde hace muchos años, medidas cada vez más estrictas y concretas al respecto, pero los resultados han sido leves.
Además de la falta de sueño, la alta incidencia de miopía (22 %) y la insuficiencia de intercambios con los familiares, las consecuencias directas de la carga pesada de estudios de los niños son: la pérdida anticipada de los momentos alegres propios de la infancia y el futuro oscuro causado por la presión tempranera de los estudios.
Según un reportaje titulado Las razones de la emigración, entre la clase media de China, más del 60 % de los que escogen emigrar al exterior lo hacen por disgusto con el sistema educativo del país.
Es alentador que el año pasado el Ministerio de Educación promulgara una política con el sentido de prohibir estrictamente la organización de ningún tipo de exámenes con el objetivo de seleccionar estudiantes en las escuelas de educación obligatoria, y también prohibir la admisión de estudiantes tomando como referencia sus certificados de premios en algún concurso o exámenes de clasificación, así como fortalecer la supervisión de las instituciones de entrenamiento en la sociedad.
Antes del inicio de las clases, los padres acompañan a sus hijos a comprar materiales de estudio. Fotos de CFP
Reducir la carga académica de los estudiantes también aparece en el informe de la Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada a finales del año pasado, en el cual se estipula que hay que establecer un mecanismo efectivo para ampliar la cobertura de los recursos educativos optimizados mediante métodos de informatización, y también reducir, de manera gradual, la diferencia entre las diferentes regiones, entre las zonas rurales y las urbanas, y entre las diversas escuelas.
Según el informe, se exige promover la reforma del sistema de admisión de estudiantes mediante exámenes, con el fin de eliminar, radicalmente, la idea errónea de que un examen determina el futuro de una persona. Entre otras medidas detalladas, también se estipula ampliar canales para estudios vitalicios.
El Ministerio de Educación ha revelado que dentro de poco se promulgará un proyecto de reforma del sistema de exámenes de admisión para la universidad. Este tipo de reforma que se realiza desde el nivel superior al inferior es lo que realmente se necesita para cambiar, radicalmente, la educación de base. A medida que esta reforma se ejecute, los niños podrán gozar de una verdadera reducción de la carga académica.