La igualdad en la educación
Por ZHANG XIAOJUAN
Fue en 1999 cuando pasé a ser directora de la Escuela Primaria Pingnan. En aquel entonces, no era nada más que una escuela vieja y deslucida de un barrio pobre. Había unos doscientos alumnos, el 60% de los cuales eran hijos de trabajadores de origen rural que vinieron a Shanghai para ganarse la vida.
Siendo el centro de la economía china, Shanghai cuenta con una enorme población flotante que está poco a poco convirtiéndose en permanente. Actualmente, el número de hijos de residentes flotantes ya ha alcanzado los 400 mil, lo que supone más del 35% de todos los alumnos inscritos en la educación obligatoria en Shanghai. Más del 80% de estos niños son hijos de trabajadores migrantes de origen rural, y esta cifra sigue aumentando con el tiempo, lo que genera cada día más presión para que se mejore la calidad de la educación pública.
Cuando los padres van a Shanghai a buscarse la vida, es posible que dejen a los niños en el pueblo natal. La separación perjudicará el crecimiento y el carácter de los niños. Teniendo esto en cuenta, desde 2004 el gobierno de Shanghai ha aplicado una serie de medidas, como abrir clases especiales para estos niños o aumentar el número de matrículas, para que las escuelas públicas de la ciudad puedan aceptar a dichos niños. Cuatro años después, la educación de los hijos de los trabajadores rurales fue incluida en la planificación del desarrollo de la enseñanza de Shanghai. Ya en 2010 logró que todos estos niños pudieran recibir educación obligatoria gratuita.
Siendo directora de la Escuela Primaria Pingnan, he sido testigo de los cambios. Las estadísticas muestran que hace unos años el 60% de los alumnos de nuestra escuela eran hijos de trabajadores migrantes. Ahora, la cifra ha bajado al 30%. Como hemos sido una escuela que ha comenzado a aceptar tempranamente a los niños de los trabajadores rurales, esto ha marcado el camino a otras que también han ido abriendo sus aulas para estos niños.
Zhang Xiaojuan cree que una escuela debe proporcionar a sus alumnos igualdad de oportunidades en la educación.
Aceptar a los hijos de trabajadores migrantes en las escuelas locales es sólo el comienzo del proceso de ajuste. Les ayudamos a comenzar su vida escolar en Shanghai, a integrarse en la vida urbana y aseguramos su desarrollo.
He descubierto que a veces estos alumnos tienen una baja autoestima, debido a que vienen de familias desfavorecidas. Un día me di cuenta de que algunos de los niños sentían vergüenza de sus padres a causa de sus humildes trabajos. En respuesta, invité a algunos estudiantes de periodismo a seguir y grabar un día en la vida de los padres de estos alumnos. Varios días más tarde, tuvimos una reunión temática de clase llamada “Reserva de felicidad”. Durante la proyección del video, los estudiantes dieron a conocer lo mucho que sus padres tuvieron que trabajar por una vida mejor. “Papá, lo siento. Eres el mejor. Te quiero”, fue el comentario del hijo de un pescadero que anteriormente desconocía la vida diaria de sus padres.
Hay también otras maneras de ayudar a estos niños. Les guiamos en el fomento de hábitos de estudio efectivos y de reconstrucción de la confianza en sí mismos. Les animamos elogiando sus capacidades y talentos únicos.
En clase de música. Fotos cortesía de la autora
En comparación con los de Shanghai, muchos hijos de trabajadores migrantes de origen rural no son económicamente privilegiados, pero ambos grupos deben recibir la misma educación de alta calidad. Ambos grupos también deben tener una variedad de actividades después de clases para llenar su tiempo libre y nutrir sus pasiones.
También, por ejemplo, a cada alumno de la Escuela Pingnan se le da una armónica. Hace un tiempo, visité la casa de un campesino migrante, cuyos dos hijos son alumnos de nuestra escuela. Yo estaba encantada de ver que ambos estaban practicando con la armónica en su habitación, sin darse cuenta de que su directora estaba de visita.
A fin de ofrecer a los niños amplias oportunidades para desarrollar una serie de pasatiempos, también hemos establecido clases de interés: de Weiqi (también conocido como go, un juego de mesa chino), gimnasia, tenis, etiqueta, entre otras. El objetivo es ampliar sus horizontes y mejorar la salud.
También alentamos la práctica de una vida sana. Por ejemplo, cada aula está equipada con un lavabo, los niños son invitados a lavarse las manos y la cara después de las comidas y las actividades. El establecimiento de prácticas sanas e higiénicas significa que llevarán una vida saludable, una vez salgan al mundo después de la escuela.
Con respecto a los estudios, los profesores son conscientes de que algunos hijos de trabajadores migrantes pueden tener dificultades personales en áreas específicas. Ellos están siempre abiertos y accesibles, y rápidamente llegan a conocer las necesidades individuales de los niños.
En 2010, la Exposición Universal fue celebrada en Shanghai. No todos los niños pudieron asistir, especialmente los hijos de trabajadores migrantes rurales, porque además de sus condiciones económicas, muchos padres trabajaban siete días a la semana. Por eso, para compensarles esa lástima, se me ocurrió una idea novedosa que permitía a los niños “vivir” en el ambiente de la Expo. Nos preparamos y decoramos las aulas con temas diferentes que representasen distintos países, al igual que en la Expo. Las actividades se programaron para el 1 de junio del año siguiente, 2011, Día Internacional del Niño. En el “Pabellón del Reino Unido”, había un paisaje urbano británico en miniatura; en el “Pabellón de Francia”, había un mini Torre Eiffel; y en el “Pabellón de África”, los estudiantes se vestían de aborígenes. Además, todos los “visitantes” de los “pabellones” tenían un “pasaporte Expo”, en las diferentes aulas podían obtener un sello de visado de cada país, al igual que en la Expo real.
En mi opinión, una escuela debe hacer todo lo posible para proporcionar a los alumnos igualdad de oportunidades en educación y garantizarles un crecimiento sano y feliz. (Editado por Liu Qiong)