La lucha contra la pobreza en estos cinco años
Por LU RUCAI
Tras la celebración del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), el Partido y el Gobierno se plantearon una ambiciosa meta: garantizar que para 2020 esté erradicada la pobreza a nivel rural, según el estándar vigente del país.
Desde 2013, 55,64 millones de chinos –cifra superior al 80 % de la población total de Francia– se han librado de la miseria. Para China, el mayor país en vías de desarrollo, ganar la lucha contra la pobreza y lograr la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada no solo ha significado el bienestar de todos sus ciudadanos, sino también una importante contribución para el desarrollo humano.
18 de septiembre de 2015. Mujeres de la etnia jino en la aldea de Luote, provincia de Yunnan, ponen las hojas de té al sol. Gracias a las plantaciones de té y caucho, los aldeanos han mejorado su nivel de vida.
El concepto de la “ejecución afinada”
El 29 de diciembre de 2012, cuando apenas llevaba 40 días como secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping realizó una inspección en el distrito de Fuping, capital de la primera base contra la invasión japonesa detrás de las líneas enemigas, construida por el PCCh y el Ejército Popular de Liberación. La inspección tuvo como objetivo conocer la situación real del lugar y de los habitantes más pobres de China, hacer frente a la “tabla corta” del desarrollo social y económico, y deliberar en común la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada. En Luotuowan y Gujiatai, dos aldeas extremadamente pobres de Fuping y cuyo ingreso anual per cápita es de menos de 1000 yuanes, el mandatario manifestó: “Vengo a conocer la realidad. Es a través de estos casos típicos que puedo comprender la situación general”.
Durante los últimos cinco años, el presidente Xi ha realizado más de 30 inspecciones en diferentes lugares del país, y en casi todas las ocasiones se ha referido a la importancia de ayudar a la población más necesitada. Ha visitado 14 zonas en condiciones de extrema pobreza y ha incentivado siempre a los cuadros del PCCh a “frecuentar las regiones empobrecidas, visitar a las familias indigentes y conversar con los habitantes en condiciones adversas”, con el fin de aliviar su situación.
En noviembre de 2013, durante una inspección en el oeste de la provincia de Hunan, Xi planteó por primera vez el concepto de “ejecución afinada en la prestación de ayuda contra la pobreza”, haciendo énfasis en que para apoyar a los pobres con precisión no se debían gritar consignas ni fijar objetivos ambiciosos. En junio de 2015, en un foro al cual asistieron cuadros del PCCh de la provincia de Guizhou, Xi subrayó que actuar afinadamente era muy importante para lograr la erradicación de la pobreza mediante el desarrollo. En noviembre de 2015, el Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado publicaron un documento conjunto titulado “Decisión de ganar la batalla del acometimiento de lo más duro en la lucha contra la pobreza”, el cual estableció el inicio de dicha iniciativa y exigió precisión en el discernimiento de los beneficiarios, en la aplicación de medidas para cada familia, en la programación de proyectos, en la utilización de fondos, en el envío casuístico de cuadros a las aldeas y en la obtención exitosa de la metas. En aras de cumplir con los objetivos establecidos, se adoptaron múltiples medidas, como desarrollar la industria específica, exportar recursos humanos, proteger la ecología y trasladar a los habitantes necesitados a lugares más convenientes para su manutención. Del mismo modo, se planteó el perfeccionamiento de los servicios de cuidado y atención para niños, mujeres y ancianos que permanezcan en casa.
Para impulsar una ejecución afinada en la ayuda contra la pobreza, entre abril y octubre de 2014, 800.000 investigadores visitaron diferentes aldeas alrededor del país e inspeccionaron los hogares. Fue así que se registraron 128.000 aldeas pobres y 89,62 millones de personas en indigencia. Para estos últimos se crearon archivos individuales y, de acuerdo con las diferentes causas de empobrecimiento, medidas de ayuda específicas para cada caso.
Gracias a dicha estrategia, en estos últimos cuatro años, más de 10 millones de personas han sido anualmente libradas de la pobreza. Un caso de éxito es la provincia de Hebei, donde para la primera mitad de 2016 la población en situación de pobreza ya tenía a su disposición 4811 yuanes de ingresos per cápita, un aumento interanual del 13,3 %.
Capacidad de autodesarrollo
Durante su gira de inspección en el distrito de Fuping, a finales de 2012, el presidente Xi Jinping señaló que China debía aumentar la inversión, tomar como principal campo de batalla las áreas colindantes con dificultades especiales, dar prioridad al autodesarrollo de los beneficiarios y hacer un esfuerzo por impulsar el desarrollo económico y social de las zonas de ayuda.
China siempre ha persistido en luchar contra la pobreza uniendo la fuerza gubernamental, empresarial y ciudadana.
El Gobierno chino suministra pleno apoyo financiero. En los últimos cuatro años, la Hacienda Central ha asignado 196.100 millones de yuanes en ayudas para los pobres, un aumento anual medio del 19,22 %. La inversión social también ha desempeñado un papel importante. Los departamentos financieros han otorgado 283.300 millones de yuanes en préstamos, que han ayudado a 8 millones de familias a librarse de la miseria.
Desde 2014, el Gobierno chino conmemora el 17 de octubre como el Día de Apoyo a los Pobres. Asimismo, ha establecido un premio nacional para empresas privadas, organizaciones sociales e individuos sobresalientes en la lucha contra la pobreza. A partir de 1996, la relación de ayuda y respaldo de las regiones desarrolladas del este del país hacia las zonas necesitadas del oeste se ha fortalecido. Nueve ciudades y provincias, como Beijing, Shanghai, Shenzhen, Zhejiang, entre otras, han asistido a 12 ciudades y provincias del oeste, cubriendo las 30 prefecturas autónomas en donde habitan minorías étnicas. Tal asistencia también se puede apreciar entre entidades gubernamentales, el Ejército y la empresa privada hacia distritos o aldeas que viven en condiciones limitadas. Por ejemplo, 320 entidades gubernamentales apoyan a 592 distritos, el Ejército Popular de Liberación y la policía armada asisten a más de 2000 aldeas, y 26.500 empresas privadas ofrecen ayuda precisa a cerca de 4 millones de habitantes en 24.600 aldeas necesitadas.
Sin embargo, tanto la inversión como la asistencia tienen el objetivo primordial de aumentar la capacidad de autodesarrollo de las zonas empobrecidas. En cuanto a la población apta para trabajar y que domina técnicas de producción, el Gobierno siempre recomienda la ayuda mediante la asistencia industrial. En 2016, en 30 distritos de seis provincias, como Hebei, Anhui, Shanxi, entre otras, se desarrolló un proyecto piloto para combatir la pobreza por medio del establecimiento de la industria fotovoltaica. La iniciativa luego sería extendida a 35.000 aldeas registradas de 16 provincias, alcanzando en total a 2 millones de hogares necesitados. La Oficina del Grupo Dirigente para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo del Consejo de Estado y la Administración Estatal de Turismo han ofrecido capacitación a 22.600 aldeas en materia de desarrollo del turismo rural. De igual modo, en 428 aldeas pobres se han llevado a cabo planes piloto de desarrollo mediante el comercio electrónico. Luotuowan, por ejemplo, ahora cuenta con su propia tienda virtual en Taobao.com. Gracias a esta plataforma, los aldeanos pueden ya vender en línea sus productos agrícolas, como miel, huevos, nueces, entre otros.
En la Reunión de Trabajo para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo del Comité Central del PCCh de 2015, gobernadores y responsables del trabajo partidario de 22 provincias, regiones autónomas y municipios del centro y oeste del país suscribieron un “contrato de responsabilidad” y, más adelante, funcionarios de diferentes niveles firmaron una “orden militar” para reiterar su compromiso de luchar contra la pobreza. Hoonae Kim, directora de la División Asia-Pacífico del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), considera que se trata de una muy buena experiencia. Durante el Foro Internacional para la Reducción de la Pobreza de China, convocado en Beijing el pasado 26 de mayo, Kim expresó que la evaluación con base en el sistema de responsabilidad ha sido muy buena. “Si el beneficiario hace bien las cosas, el Gobierno le dará más apoyo, lo que se traduce en más presión y motivación a nivel local”.
La gran experiencia china
Durante los últimos años, la comunidad internacional también ha ofrecido un fuerte apoyo a China en cuanto a la reducción de la pobreza. El Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Banco Asiático de Desarrollo, entre otras organizaciones internacionales, han suministrado ayuda a nuestro país en cuanto a financiamiento, técnicas y políticas. Desde finales de 2016, el Banco Mundial viene ofreciendo préstamos para apoyar programas de eliminación de la pobreza, tomando una provincia como una unidad. Por medio de este fondo, asociaciones de agricultores han establecido lazos de cooperación con distintas empresas para desarrollar cadenas de valor agrícola. Hoy en día, estos préstamos, desembolsados en seis lotes, han cubierto a casi todas las provincias del oeste de China. Además de dicho fondo, el Banco Mundial también ha colaborado con los gobiernos locales del país para que estos establezcan una comunicación con otros países y se capaciten en teorías y métodos avanzados de administración.
Con más de 40 millones de habitantes que deben ser liberados de la pobreza antes de 2020 –a nivel mundial son más de 700 millones de personas las que viven en esa condición–, el Gobierno chino no solo está prestando atención a los intercambios y la cooperación con organizaciones internacionales y otros países en vías de desarrollo, sino que también está cumpliendo a conciencia con sus deberes internacionales en la reducción de la pobreza, haciendo todo lo posible para ayudar a otras naciones con similares necesidades, sin ninguna condición política. En las ultimas décadas, China ha suministrado cerca de 400.000 millones de yuanes a 166 países y organizaciones internacionales, ha enviado a más de 600.000 trabajadores de asistencia y ha declarado en siete ocasiones la liberación incondicional y total de deudas de préstamos sin intereses a países previamente muy endeudados y menos desarrollados.
Con el fin de promover el intercambio de experiencias en la reducción de la pobreza, el Gobierno chino, junto con el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, impulsó la fundación del Centro Internacional para la Reducción de la Pobreza en China. Desde que se estableció en 2004, el Centro ha organizado el Foro Global para la Reducción de la Pobreza y el Desarrollo, el Foro para la Reducción de la Pobreza y el Desarrollo China-África, entre otros mecanismos de diálogo, y ha capacitado a más de 2600 trabajadores en asistencia, procedentes de más de 120 países en vías de desarrollo.