Grandes avances de la diplomacia china en 2016
20 de septiembre de 2016. El premier chino, Li Keqiang, pronuncia un discurso durante la Cumbre de Líderes sobre Refugiados en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Cnsphoto
Por WU SIKE*
Conflictos geopolíticos, terrorismo, desplazamientos forzosos, nuevas tendencias ideológicas, ralentización del comercio y la inversión, aumento del proteccionismo. La lista continúa, pero es claro que en 2016 el mundo vivió grandes procesos y transformaciones que remodelaron el panorama internacional y plantearon una serie de desafíos para el desarrollo de las economías emergentes.
En este sentido, el mantenimiento de la paz y el desarrollo sigue siendo una prioridad en la agenda internacional. Sin embargo, una nueva era de revolución tecnológica e industrial está incrementando la interconexión global como nunca antes; el destino humano nunca ha estado tan estrechamente vinculado como hoy.
China impulsa la transformación de la gobernanza global
En 2016, la diplomacia china presentó una amplia serie de propuestas y esquemas políticos, económicos y de seguridad global, y se convirtió en un importante impulsor de la evolución de las relaciones internacionales, la salvaguardia de la paz mundial y el desarrollo global.
La diplomacia como herramienta se ha profundizado de manera integral, y cada vez más países adoptan un modelo de cooperación y ganancia mutua, asimilando poco a poco la imperiosa necesidad de construir una comunidad de destino común.
En septiembre de 2016, la exitosa celebración de la cumbre del G20 en Hangzhou puso de manifiesto la existencia de la filosofía y sabiduría china en la gobernanza global. Asimismo, impulsó y despejó nuevos caminos para la integración y desarrollo de la economía mundial y de la cooperación internacional. La pasada cumbre marcó un hito en la historia del G20.
Cooperación más estrecha con países en desarrollo
Para la diplomacia china, lo más importante es la moralidad, y los beneficios se enmarcan en un segundo plano. En 2012, tras la celebración del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), el Comité Central se enfocó en la paz, el desarrollo, la cooperación y la ganancia compartida.
Para China, el desarrollo es la clave para resolver los problemas internacionales. En este sentido, seguirá promoviendo el desarrollo pacífico y mantendrá con firmeza una política de apertura en la que todos ganen, de modo que del desarrollo chino deriven oportunidades para el mundo entero.
En septiembre de 2016, el primer ministro chino, Li Keqiang, pronunció un discurso en la sede de la ONU en Nueva York, donde expuso la ideología china de cooperación y beneficio mutuo. Por otro lado, reiteró el compromiso de China de cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible -adoptada por las Naciones Unidas- en cooperación con otros países, y subrayó que para entonces la prioridad debía ser la eliminación de la pobreza y el hambre en todo el mundo.
Como economía emergente responsable, China participa activamente en la promoción de la cooperación internacional y apoya el papel de la ONU en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En repetidas ocasiones, el país ha hecho también hincapié en el continuo aumento de sus aportes a la cooperación Sur-Sur, compartiendo sus experiencias de desarrollo y oportunidades con otras naciones.
Hacia la globalización mediante “Una Franja y Una Ruta”
En los últimos tres años, China ha insistido tanto en el principio de la consulta y la construcción conjunta como en la integración estrecha de su propio desarrollo y el de otros países. Precisamente, el espíritu de esta nueva relación internacional se ve reflejado en la nueva Ruta de la Seda, y el país ha demostrado un firme compromiso de forjar una comunidad de destino e intereses comunes con los países partícipes de la iniciativa “Una Franja y Una Ruta”.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el enorme alcance que tendrá la nueva Ruta de la Seda. Mientras que más de 70 países, organizaciones internacionales y asociaciones regionales han expresado un interés por apoyar y ser parte de la iniciativa, 34 países y organizaciones han firmado acuerdos de cooperación intergubernamental con China.
De hecho, ya se está dando un proceso gradual de conectividad. Por ejemplo, se inauguraron las vías férreas Hungría-Serbia y Yakarta-Bandung, se pusieron en marcha ferrocarriles desde China hasta Laos y Tailandia y se han construido decenas de autopistas en la región. El trayecto ferroviario entre China y Europa funciona con normalidad y la conexión de Eurasia por tierra, mar, aire e Internet está consolidada. En su momento, se sumarán las vías marítimas.
Por otro lado, la cooperación en materia de capacidad productiva está creciendo a pasos agigantados. China ha firmado acuerdos relacionados con 20 países y tiene acuerdos promisorios con muchas otras naciones. Con esta finalidad, China ha dispuesto un fondo de más de 100.000 millones de dólares.
Otro aspecto a tener en cuenta es el progreso de la innovación de mecanismos, demostrado a través de iniciativas como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), el inicio de los primeros proyectos de inversión por lotes del Fondo de la Ruta de la Seda, y el fondo de cooperación financiera integrado por los países a lo largo de la Franja y la Ruta. China ha construido 46 áreas de cooperación con 17 naciones y, en 2015, el comercio entre China y los países involucrados en la iniciativa superó el billón de dólares.
Finalmente, cabe destacar la importancia de los intercambios pueblo a pueblo y culturales. La Ruta de la Seda es Patrimonio de la Humanidad y también se solicitó la inclusión de la Ruta de la Seda Marítima dentro de esta lista. Los logros de la cooperación en cultura y humanidades de la antigua Ruta de la Seda han sido claves para la construcción y vitalidad de la Franja y la Ruta, y cada vez son más los países e individuos que comprenden que, a pesar de provenir de China, la iniciativa representa oportunidades para el mundo entero.
Cooperación beneficiosa y profundización de la asociación
En 2016, tanto la propuesta de China de construir una comunidad de destino común como sus esfuerzos diplomáticos por construir una red de socios retumbaron en el mundo entero. Hoy China mantiene diversos tipos de asociación con más de 80 países, regiones y organizaciones, y activamente se esfuerza por construir relaciones estables y equilibradas, bajo los principios de amistad, sinceridad y beneficio mutuo. A este cometido se suma una cooperación regional en pleno apogeo, así como el fortalecimiento de la solidaridad y la cooperación con países en desarrollo de Asia, África y América Latina.
Con su sabiduría, China también se ha consolidado como pionera y practicante de un nuevo tipo de relación internacional. Gracias a sus aportes en temas como el combate al terrorismo, el impulso de la seguridad cibernética y la lucha contra el cambio climático, ha contribuido con el mantenimiento de la paz y la seguridad del mundo, desplegando su imagen de país responsable.
La comunidad de destino común ha sido un terreno gratificante para China. El país ha salvaguardado de modo efectivo su soberanía, derechos e intereses marítimos, como en el caso de la demanda entablada por Filipinas en el Mar Meridional de China, en el que más de 70 países y organizaciones expresaron abiertamente su apoyo a China. El 19 de noviembre de 2016, el presidente Xi Jinping se reunió con su actual homólogo filipino, Rodrigo Duterte, en Lima, Perú, y destacó que ambas partes deberían asumir con espíritu positivo la cooperación marítima, promover la interacción con positividad y transformar la disputa del Mar Meridional en variantes que promuevan la amistad y la cooperación entre los dos países.
China siempre ha contribuido al desarrollo regional, mantenido con firmeza la paz y la estabilidad de la península coreana, y ha apoyado activamente la reconstrucción pacífica de Afganistán. Durante la última Cumbre de los BRICS, el presidente Xi Jinping presentó nuevas alternativas, con base en conceptos ligados a la sabiduría china. Los cuatro objetivos planteados fueron aprobados.
Sin embargo, el país también ha optado por un sostenido desarrollo de las relaciones con Europa, los países árabes, África y Latinoamérica. Con estas regiones, cada año China ha logrado mejorar los niveles de cooperación, estimular el desarrollo mutuo equilibrado, estrechar las relaciones bilaterales, y mejorar los contactos culturales entre los pueblos.
Enfrentada a los continuos cambios que matizan la actual situación internacional, el pais se adhiere de forma inquebrantable al desarrollo pacífico como arquitecto de la paz mundial, contribuyendo al desarrollo global y defendiendo el orden internacional en aras del desarrollo y el progreso de la humanidad.
*Wu Sike es diplomático de alto rango y fue enviado especial de China para asuntos de Medio Oriente.
El tren de carga Qingdao listo para salir de la Estación Central de Qingdao de CRIntermodal hacia Asia Central. Xinhua