China en la política internacional
Por JOSÉ IGNACIO MARTÍNEZ CORTÉS*
En 1950 China no tenía la fuerza económica para establecer condiciones en la naciente Guerra Fría. Ahora con la reconfiguración económica-financiera a raíz de la reciente crisis de 2008 y con un poder nacional dinámico, la política exterior de Beijing se manifiesta en torno a la ayuda que brinda a África, la influencia que tiene sobre Corea del Norte e Irán, la estrecha relación que ha construido con América Latina a través de la cooperación en infraestructura, además del diálogo directo que conserva con Rusia.
Recientes hechos determinan la influencia de China en la escena internacional: a) presionó a Estados Unidos a escalar el nivel del G20 de ministros de finanzas a jefes de Gobierno o de Estado; b) jugó un rol fundamental para resolver la crisis del euro; c) el yuan, a partir del 1 de octubre, se convirtió en la quinta moneda de la canasta básica de los Derechos Especiales de Giro, que es la moneda del FMI; d) a partir del 12 de diciembre de 2016, China tiene un nuevo estatus en la OMC.
China está caminando en cuatro ejes que marcarán nuevos derroteros en su desarrollo: 1) en su mercado interno está impulsando la sociedad armoniosa en torno a la economía verde, teniendo al mercado interno y al fomento del consumo como motores; 2) en la política internacional, recientemente en el marco de la reunión de APEC celebrada en Perú, el presidente Xi Jinping se proclamó como defensor de un comercio internacional sin proteccionismos, en sentido contrario a Donald Trump; 3) el yuan, al formar parte de las monedas del FMI, es junto con el dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina y el yen japonés, una de las cinco divisas más usadas en transacciones internacionales y tiende a ser aceptada como dinero de cuentas, divisa de inversión y de reserva en mercados de otros países; 4) desde el 12 de diciembre de 2016, China tiene un nuevo estatus en la OMC, por lo que a partir de esa fecha será ya considerada una economía de mercado, lo cual provocará: a) fuertes implicaciones para el sistema antidumping de la OMC, y b) cambios en la legislación nacional de diversos miembros de la organización en el ámbito de la discriminación de precios y la determinación del valor normal.
La participación internacional de China se deriva del diseño de un proyecto de nación a largo plazo, que se sustenta en la manifestación plena de su poder nacional, donde su mercado interno es un activo para las grandes decisiones de su política exterior.
* José Ignacio Martínez Cortés es profesor del Centro de Relaciones Internacionales, UNAM, y coordinador del Laboratorio de Comercio, Economía y Negocios (LACEN).