Adiós a las imitaciones
Por GONG HAN
Hasta hace algunos años, en China se seguía discutiendo el problema de las imitaciones no solo de productos, sino también del modelo comercial. “Hoy en día, esta situación ha cambiado totalmente y los caracteres chinos de innovar (创新) han llegado a ser un término usual”, menciona Shaun Rein, el fundador de China Market Research, en su último libro, El fin de las imitaciones chinas: El surgimiento de la creatividad, la innovación y el individualismo en Asia. Los consumidores ya no buscan tanto las imitaciones y el Gobierno ha comenzado a incentivar la innovación.
El fin de las imitaciones chinas de Shaun Rein.
Cambios significativos
Desde la fundación de su firma en 2005, Shaun Rein y su equipo vienen ofreciendo asesorías sobre las estrategias que en el mercado chino deben aplicar las empresas transnacionales, las firmas de capital privado y los fondos de cobertura. Shaun Rein tiene también una columna sobre Asia en la revista estadounidense BusinessWeek.
A la luz de los resultados de una encuesta realizada a 50.000 consumidores chinos y de entrevistas hechas a empresarios, millonarios y fundadores de compañías chinas, Shaun Rein sostiene que en China vienen ocurriendo cambios significativos que resume en dos aspectos. En primer lugar, las empresas chinas no imitan el modelo comercial estadounidense o europeo, le están dando más importancia a la innovación y no buscan competir con productos de baja o media gama, sino con aquellos de alto valor agregado. En segundo lugar, los consumidores chinos no persiguen a ciegas las tendencias estadounidense y occidental. Todo indica que aquellas medidas como fijar un alto precio y vender marcas lujosas están pasando de moda.
Rein no está de acuerdo con algunos especialistas occidentales que hablan sobre la “carencia de innovación de los chinos”, pues China ha dado numerosos inventos desde los tiempos antiguos. Así pues, ¿cómo surgió el concepto de copia china?
“En los últimos 35 años, la mayoría de empresas chinas no tenían razones suficientes para innovar o crear marcas”, sostiene Shaun Rein en su referido libro. “Si frente a ti hay tantas frutas frescas y jugosas, ¿por qué debes ir hasta la más alta rama a recoger los frutos?”.
En su opinión, a finales de la década de 1990, ninguna de las numerosas empresas chinas, como Sohu y Sina, destacó por su capacidad de innovación. Estas firmas imitaron el modelo de comercio o publicidad en Internet, y lo “decoraron y empaquetaron” para obtener elevados beneficios. En ese entonces, quienes buscaban lo nuevo asumían grandes riesgos y los inversionistas tenían mucha preocupación por ello.
Sin duda, los años de pura imitación han pasado. Rein cree que como los consumidores chinos cuentan ya con acceso a productos básicos, a las empresas chinas les corresponde ahora pensar –la mayoría de ellas lo hará por primera vez– en la innovación de sus productos.
“La macroeconomía nos muestra una situación cada vez más recesiva, la batalla contra la corrupción se va profundizando y los consumidores vienen exigiendo más. Estos cambios y demandas obligan a las empresas a trasladarse a una cadena de productos de alta gama y a prestar atención a la innovación en sus modelos comercial y tecnológico, con el fin de mantener sus ventajas a largo plazo”, considera Shaun Rein.
Los éxitos de Alibaba y Tencent al innovar sus modelos comerciales han aumentado la confianza de inversionistas y emprendedores, y son del agrado de los consumidores. A pesar de que en el mercado todavía hay frutos fáciles de coger, las empresas más fuertes y de gran capital confían en que la innovación pueda generar más beneficios.
Adivon, marca china que se semeja a Adidas.
Estrategia nacional a largo plazo
El Índice Mundial de Innovación 2015, publicado en septiembre pasado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la Universidad Cornell (EE. UU.) y la escuela de negocios INSEAD, señala que, en este aspecto, China se ubica en el puesto 29 de las 141 economías del mundo, y figura en el primer lugar entre todas las economías de ingresos medios.
Bruno Lanvin, redactor jefe de dicho informe y profesor de INSEAD, agrega que la investigación revela que la distancia en capacidad de innovación entre los países de ingresos medios y los desarrollados está disminuyendo. “Las naciones que experimentan un rápido crecimiento en la innovación tienen tres características”, apunta Lanvin. “En primer lugar, el Gobierno envía señales de apoyo a la innovación, lo que permite que la sociedad reflexione sobre su importancia dentro de los planes estatales. La palabra innovación aparece frecuentemente en los discursos de los dirigentes del Estado, mientras que el Gobierno viene implementando medidas que la fomentan y ha sido incluida dentro del presupuesto gubernamental. En segundo lugar, el apoyo a la innovación es mantenido en las políticas estatales. No es tema de una sola gestión gubernamental, sino un concepto fijo para el Gobierno, las empresas y la sociedad. Y, en tercer lugar, las naciones que apoyan la innovación son persistentes. El apoyo gubernamental no debe detenerse o reducirse, pues afectará el ritmo de inversión en innovación”.
“La innovación es la primera fuerza que dirige el desarrollo”, fue la concepción propuesta por el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, Xi Jinping, en las sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional (APN) y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), celebradas en marzo de 2015. En las sesiones anuales de este año, Xi, de hecho, enfatizó que la estrategia de desarrollo del Estado debe priorizar la innovación.
“Nos hemos dado cuenta de que la innovación es una estrategia a largo plazo del Gobierno chino y muestra el marco de la política gubernamental y acciones concretas”, expresó Francis Gurry, director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
En el Informe sobre la Labor del Gobierno, presentado en las sesiones de la APN y de la CCPPCh del año pasado, el primer ministro Li Keqiang propuso la idea de “emprendimiento e innovación”, con la cual se espera impulsar la economía china, así como el concepto de “Internet+”. Ambas estrategias fomentan una sinergia entre los sectores tradicionales de la economía e Internet.
En el Informe sobre la Labor del Gobierno de este año, Li Keqiang mencionó 61 veces la palabra innovar. Además, señaló en el Informe: “Nos esforzaremos por que en el año 2020 hayamos conseguido significativos avances rompedores tanto en la investigación en ciencias básicas y ciencias aplicadas, como en la investigación estratégica de vanguardia; por que la proporción de los fondos del conjunto de la sociedad invertidos en investigación y desarrollo haya llegado al 2,5 % del PIB; y por que la tasa de contribución de los adelantos científicos y tecnológicos al crecimiento económico haya alcanzado el 60 %, de manera que nuestro país haya pasado a engrosar las filas de los países innovadores y fuertes en personal cualificado”.
Teléfono celular original de Xiaomi y su imitación.
Innovación para el mundo
Wei Zhe, ex CEO de Alibaba y actual administrador de una empresa de capital privado, le contó a Shaun Rein que en una reunión en Londres los altos asesores del primer ministro británico, David Cameron, le hicieron preguntas sobre la aplicación gratuita de mensajería y llamadas WeChat.
Shaun Rein no se sorprendió, pues ha oído de un similar interés en Indonesia e, incluso, en Sudáfrica. “Los chinos dejan su cuenta de WeChat en el extranjero, de modo que la gente de otros países ha comenzado a usarlo”, indica. Actualmente, los usuarios activos de WeChat en todo el mundo llegan a más de 650 millones al mes.
Esto no solo ocurre con Tencent. Shaun Rein recuerda que en 2014 un alto ejecutivo de Cisco le reveló que la brecha tecnológica entre su compañía y Huawei estaba disminuyendo, a pesar de que Cisco cuenta con una tecnología más moderna. De hecho, ellos están pensando en invertir más en investigación y desarrollo para reforzar sus ventajas tecnológicas. “Los altos ejecutivos de Norwegian Telecom (Noruega) y SK (Corea del Sur) me han dicho que compran los equipos de Huawei y no de Ericsson, pues los primeros son de mejor calidad”, asegura Shaun Rein.
Según Rein, el camino de innovación de China pasa por tres fases: la de “imitaciones”, la de innovaciones para China y la de innovaciones para el mundo. Algunas empresas chinas, dedicadas a la fabricación de equipos móviles y del sector servicios, han empezado ya la tercera fase. “Tencent y Alibaba vienen dedicándose a la innovación para el mercado chino, pero en los próximos cinco a diez años, China entrará en la tercera fase y dará más importancia a la innovación para el mercado global. Sus emprendedores han percibido la oportunidad de convertirse en competidores mundiales y los inversionistas ven una interesante correlación”.
Sin embargo, ello no quiere decir que no existan obstáculos en el camino chino de la innovación. Para Shaun Rein, estos inconvenientes se deben al sistema educativo chino –que fomenta la memorización– y a la falta de rigurosidad en cuanto a la protección de la propiedad intelectual. Aun así, China cuenta con empresas sólidas en capacidad de innovación.
Fomentar la confianza en el consumidor
En un artículo de diciembre de 2014, la revista Forbes reveló que muchos extranjeros tienen la impresión de que China se encuentra estancada dentro de la cadena mundial de suministro y que las innovaciones solo ocurren fuera del país. No obstante, incluso dentro de esta situación, algunas empresas chinas han podido explorar servicios y productos innovadores que han sorprendido al mundo.
El artículo de Forbes presenta los ocho sectores de China que llevan la delantera en innovación en el mundo: micropagos, comercio electrónico, logística, productos financieros en línea, teléfonos inteligentes de bajo precio, trenes de alta velocidad, generación hidroeléctrica y secuenciación del ADN.
Internet móvil es un sector en el que China puede generar mayores innovaciones. El Informe sobre el Desarrollo de Internet en China, dado a conocer en enero pasado, muestra que hasta diciembre de 2015 había 620 millones de chinos que usaban Internet en sus teléfonos celulares, de los cuales 127 millones navegaban exclusivamente en estos.
El Informe reveló también que el nivel de popularización de la tecnología y las aplicaciones en Internet móvil siguió siendo alto en 2015, año en el que las nuevas app crecieron de manera explosiva. China se ha vuelto uno de los países que más ha desarrollado este sector, mientras que Internet móvil ha creado un nuevo estilo de vida.
Sin embargo, no se pueden omitir los cambios en los consumidores chinos. Una responsable del departamento de últimas tendencias y artículos de lujo del Grupo Richemont (Suiza) le contó a Shaun Rein que los millonarios chinos van haciendo a un lado el consumo ostentoso, mientras que el estilo y el buen gusto artístico vienen imponiéndose.