China y el crecimiento económico mundial
Por LIN MINWANG*
6 de abril de 2016. El primer tren de carga en recorrer el trayecto directo entre Wuhan, provincia de Hubei, y Lyon, Francia.
LAS “Dos Sesiones” anuales de China, como se conoce a la Asamblea Popular Nacional (APN) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), siempre han llamado la atención en todo el mundo. En la cuarta sesión de la XII APN, inaugurada el 5 de marzo pasado, se discutió y aprobó el XIII Plan Quinquenal que determinará el desarrollo de China en los próximos cinco años.
Desde 1953, China ha formulado y aplicado una serie de planes quinquenales de desarrollo. La planificación del desarrollo del XIII Plan Quinquenal ahora se ha dado a conocer.
China, la segunda economía más grande y uno de los mercados más abiertos del mundo, ha logrado integrarse profundamente a la economía mundial. Su desarrollo económico, de hecho, representa más de una cuarta parte de las ganancias económicas mundiales. A pesar de la presión a la baja que existe en el país y en el extranjero, el crecimiento del PIB de China del 6,9 % en 2015 fue uno de los mayores del mundo. Al haber contribuido con un tercio del crecimiento económico mundial, China se ha convertido en un motor principal de la economía mundial. Sin embargo, dado que la economía china entró en la “nueva normalidad”, la comunidad internacional ha especulado mucho sobre si China puede mantener su crecimiento económico a una velocidad medio-alta en los próximos cinco años. Precisamente por esto, el enfoque estratégico de China, la orientación de la reforma y el desarrollo del Plan Quinquenal son significativos tanto para el país como para el mundo.
16 de enero de 2016. Reunión inaugural de la Junta de Gobernadores del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura. Cnsphoto
Una ventana al futuro de China
La economía mundial todavía tiene que salir de la sombra de la crisis económica de 2008, que provocó una recesión y, por lo tanto, el pesimismo generalizado en las principales economías. Hay signos persistentes de debilidad en la economía de EE. UU., a pesar de las primeras señales de recuperación. Debido a las sanciones de Occidente y la caída de los precios del petróleo, Rusia también está sufriendo una grave recesión económica. Tampoco en los países europeos la situación económica es optimista, ya que ha dado lugar a diversas tendencias políticas negativas, tales como la posible salida del Reino Unido de la UE, el populismo que cobra fuerza y el problema de los refugiados. Afectado por la fuerte desaceleración de la demanda externa, las exportaciones y las manufacturas industriales de Japón se han reducido y el consumo interno sigue siendo lento. Muchos países dudan que Japón pueda reducir su déficit financiero. Además, el 2 de marzo, la calificadora de riesgo Moody’s bajó la perspectiva de la calificación de los bonos del Gobierno de China de estable a negativa, lo que refleja sus dudas sobre el crecimiento económico del país.
Bajo este contexto, el XIII Plan Quinquenal ofrece al mundo una ventana a través de la cual entender el desarrollo futuro de China. Mediante la implementación de los cinco nuevos conceptos de desarrollo-innovación, coordinación, desarrollo verde, la apertura y el compartir, el plan ha establecido un objetivo a través del cual se puede mantener un crecimiento económico de mediana a alta velocidad, y desarrollar la industria de media y alta gama, teniendo a la innovación como el impulso principal del desarrollo. Mientras tanto, se ha impulsado la reforma administrativa, la campaña contra la corrupción, el Estado de derecho y el alivio de la pobreza. La ampliación de la apertura, la simplificación administrativa, la descentralización del poder y la reforma de las empresas de propiedad estatal, sin duda, proporcionarán oportunidades para las empresas extranjeras. El plan, por lo tanto, manifiesta la determinación de China de llevar a cabo la reforma estructural, y sus medidas de apoyo traerán esperanza a la economía mundial.
Engancharse al desarrollo de China
El desarrollo de China es también una oportunidad para el desarrollo del mundo. Como una faceta fundamental del plan, la iniciativa de “Una Franja y Una Ruta” será el comienzo de un nuevo patrón de apertura de China. Bajo el principio de consultas conjuntas, la construcción conjunta y el compartir, se favorecerá la cooperación bilateral y multilateral. Con la empresa como el cuerpo principal y por medio de la cooperación comercial, China impulsará la cooperación pragmática de beneficio mutuo con los países y zonas relevantes para construir un nuevo modelo que una el Este y el Oeste. Mientras tanto, impulsará la construcción de infraestructuras de conectividad, el corredor logístico internacional y el corredor de la cooperación económica internacional.
China fortalecerá su cooperación de beneficio mutuo a nivel global a través de, por nombrar solo unos ejemplos, la Cooperación Transpacífico Sino-Estadounidense, la “década de oro” de las relaciones Sino-Británicas, la “década de diamante” de las relaciones entre China y la ANSEA, y la agenda estratégica China-Unión Europea 2020. Esta cooperación permitirá que se complementen las ventajas de cada uno, con el fin de lograr el beneficio mutuo.
El plan evidencia la convicción de China de que “cuando tienes éxito, uno trata de beneficiar a otros”. Al aumentar su fuerza nacional integral, China será capaz y estará dispuesta a ofrecer productos que sean de beneficio global.
Resalta la imagen de un país más responsable
China ha adoptado una política diplomática positiva y productiva desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh). En el campo de las finanzas internacionales, el país defendió el establecimiento del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el Banco de Desarrollo de los BRICS. El Fondo Monetario Internacional también ha aprobado la inclusión del RMB en su Cesta de Derechos Especiales de Giro como una moneda de reserva internacional. Esto ha mejorado la posición internacional del RMB e infunde sangre nueva en la gestión financiera mundial y la reforma. China participa activamente en temas globales, como las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, la cooperación Sur-Sur y el cambio climático global, por lo que despliega su rol como un país responsable.
El Plan Quinquenal también se refiere a la diplomacia china. En concreto, China promoverá las reformas y el perfeccionamiento del sistema de gobierno económico internacional, guiará de manera proactiva la agenda económica mundial, y facilitará un orden internacional justo que persiga el beneficio mutuo. Mediante el fortalecimiento de la política macroeconómica internacional, el país va a orientar un balance económico global, la seguridad financiera y el crecimiento económico estable. China va a ser proactiva en la reglamentación de los límites para Internet, alta mar, las regiones polares y el aero-espacio. Al mismo tiempo, impulsará las negociaciones comerciales multilaterales, acelerará el progreso hacia un sistema de comercio multilateral inclusivo, equilibrado y que busque el beneficio mutuo, además promoverá la reforma del sistema monetario internacional y la regulación financiera. China está dedicada a la formación de una red de libre comercio de alto nivel a través de zonas de libre comercio, acuerdos de asociación económica regionales integrales y el Área de Libre Comercio de Asia y el Pacífico.
*Lin Minwang es profesor asociado en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, investigador invitado del Instituto de Estudios Financieros Chongyang de la Universidad Renmin de China, e investigador del Centro de Innovación Colaborativa de los Estudios del Mar Meridional de China de la Universidad de Nanjing.
