China entra en la era del comercio electrónico
11 de noviembre de 2015. La Bolsa de Nueva York (NYSE) durante una ceremonia especial de apertura a las 22:30 del día 11, hora de Beijing, con motivo del Doble Once del portal Tmall. Cnsphoto
EL 11 de noviembre de 2015, las ventas en línea de China ascendieron a 122.940 millones de yuanes, de los que 91.200 millones correspondieron a Tmall.com, de Taobao, mientras que las ventas en Estados Unidos en el “Viernes Negro” fueron de 4.450 millones de dólares (28.440 millones de yuanes).
En China, el comercio electrónico, también conocido como e-commerce, ha registrado un desarrollo vigoroso a partir de 1998, cuando se produjo el primer negocio en Internet. Las enormes cifras de consumo no solo demuestran la evolución del modelo de consumo del país, sino también los cambios en el estilo de vida del pueblo chino.
El e-commerce cambia silenciosamente la vida
Habitualmente, Chen Xue abre todos los días el sitio web de Taobao y revisa sus tiendas favoritas para ver si hay novedades. Si encuentra algo de su interés, lo pide, paga y espera la entrega. Chen Xue es una chica de 25 años que ya lleva siete años haciendo compras en Taobao, por lo que está muy familiarizada con este proceso. El comercio electrónico se ha convertido en una parte indispensable de su vida. Generalmente lo que más compra es ropa y artículos de uso diario, pero en los últimos años ha adquirido incluso electrodomésticos, además de billetes de viaje y reservas de hoteles. Según Chen, “Taobao es la panacea, sin él no se puede hacer nada”.
Ahora, incluso su madre se ha unido al “equipo” de compras en línea. “El día Doble Once (11 de noviembre) del año pasado, mi madre se mostró más activa que yo. Comenzó a escoger cosas que comprar con varios días de anticipación. Como no podía permitirse el lujo de trasnochar, me encargó que hiciese el pedido a las cero horas”, cuenta Chen Xue. Al principio, su madre desconfiaba del comercio electrónico porque solo se sentía tranquila cuando lo que quería comprar era visible y tangible. Sin embargo, cuando comenzó a experimentar la comodidad de hacer compras en línea y comprobó que los productos que ofrecían en Internet eran buenos y baratos, se aficionó al e-commerce.
El caso de Chen Xue y su madre no es excepcional. El comercio electrónico ha penetrado en todos los aspectos de la vida de los chinos. El ecosistema constituido por Taobao, Jingdong y otros proveedores electrónicos satisface las necesidades de la gente y está cambiando silenciosamente la filosofía y la actitud de las personas.
Para satisfacer las diversas necesidades de los consumidores, los tipos del comercio electrónico se renuevan constantemente: desde los B2B (Business to Business, negocio a negocio), B2C (Business to Customer, negocio a consumidor) y C2C (Consumer to Consumer, consumidor a consumidor), hasta los BOB (Business-Operator-Business, negocio-operador-negocio) y O2O (Online to Offline, en línea y fuera de línea). En los últimos dos años, el comercio O2O ha registrado un rápido desarrollo y algunas empresas grandes han comenzado a probarlo. “A pesar de que la tendencia es comprar a través del móvil, nuestra investigación muestra que cada vez más consumidores están dispuestos a ir a las tiendas reales a buscar el producto después de realizar la compra en línea. Se completa allí la experiencia de compra al ver y tocar los productos”, afirma Xu Youhong, director y gerente general de ventas al por menor de Accenture China Campus.
Reacción en cadena
No todo el mundo defiende el comercio electrónico, liderado por Taobao. Algunas personas sostienen que el e-commerce afecta negativamente a la economía real, por lo que el comercio urbano pierde su vitalidad y su ciclo económico virtuoso.
De hecho, existe un verdadero impacto en la economía real, sobre todo en los sectores inferiores de la cadena del sector de las ventas, tanto al por menor como al por mayor, así como en la restauración o las empresas de entretenimiento, ya que la plataforma digital no necesita intermediarios, gestores ni almaceneros para establecer una relación directa entre productor y consumidor. Pero, por otro lado, el comercio electrónico favorece a la actualización y la transformación del comercio tradicional, obligado a competir, y optimiza la redistribución de recursos de la economía china.
En la actualidad, solo en Taobao ya hay más de un millón de tiendas y más de 120.000 empresas. Los fabricantes tienen la posibilidad de mantener un contacto directo con los consumidores y sacarle el máximo beneficio a la información que reciben. Al mismo tiempo, los bajos precios suponen un incremento del poder adquisitivo.
Por otra parte, también se benefician del comercio electrónico otros grupos de gente, como los estudiantes universitarios, los trabajadores emigrantes e incluso los jubilados. La practicidad de la plataforma digital permite a estas personas participar en la cadena económica. Dai Jiarui es una de ellas. Su hermana gemela cursa un posgrado en la Universidad de Sydney. Al principio, numerosos familiares y amigos le encargaban productos australianos, como aquellos relacionados con el cuidado de salud, cosméticos o leche en polvo. Dado que los productos eran baratos y su calidad estaba garantizada, el número de compradores fue aumentando, hasta que las dos hermanas decidieron abrir una tienda propia en Taobao.
El desarrollo del comercio electrónico también ha fortalecido el crecimiento del sector terciario, incluyendo servicios de logística, de almacenamiento profesional, de administración financiera, de IT o de decoración de interiores.
Los propietarios de las tiendas físicas también se han esforzado por encontrar una salida que les permita competir. Algunos persisten en las ventajas de las tiendas visibles y tangibles, que permiten convertir el consumo en una experiencia de disfrute auditiva y visual, y las aprovechan para organizar eventos culturales, exposiciones e incluso juegos y concursos, con el objetivo de que las personas se diviertan mientras compran. Otros han aprendido a abrazar Internet. Joy City de Chaoyang, en Beijing, un centro comercial muy popular entre los jóvenes, ha adoptado la estrategia de utilizar Internet como aliado de su espacio físico de ventas. Durante el período del “Doble Once” de 2015, instó a los clientes a que copiasen el número del producto que les interesaba para que lo comprasen después en las tiendas virtuales. De esta manera, las relaciones entre el comercio electrónico y el comercio real han pasado de ser hostiles a establecer unos complejos lazos de colaboración entre ellos. Mientras tanto, el gigante proveedor en línea Jingdong también puso en marcha aplicaciones como “Jingdong a domicilio”, que permite a los consumidores elegir en línea productos de los supermercados, floristerías o panaderías de su propio barrio, con la garantía de que los recibirán en sus casas en menos de dos horas. La actualización de la cooperación “en línea y fuera de línea” permite compras en línea más fiables y un sistema de entrega más eficiente.
Productos extranjeros y rurales
Las ambiciones de los comerciantes electrónicos no se limitan al interior del país. Tmall.hk, amazon.cn, koala.com, xiaohongshu.com, ymatou.com o fengqu.com, entre otros comerciantes transnacionales, también ofrecen productos extranjeros.
Debido a los obstáculos derivados del método de pago, el idioma, la logística y las aduanas, muchos chinos evitan comprar productos en el extranjero. Sin embargo, el comercio electrónico transfronterizo no solo elimina las barreras del idioma, sino que también permite el pago directo en yuanes con tarjetas bancarias o aplicaciones como Alipay o WeChat; y en cuanto a la logística, se utiliza el modo de correo directo + almacén de aduanas.
Cada vez son más las marcas extranjeras conscientes del potente poder adquisitivo del mercado chino.
Por otro lado, el comercio electrónico también tiene un amplio potencial en la China rural. En 2014, de los 178 millones de campesinos usuarios de Internet, 77,14 realizaron compras en línea por un valor superior a los 180.000 millones de yuanes.
Alibaba, Jingdong y Suning, tres grandes proveedores electrónicos, han establecido estaciones de servicio en las zonas rurales, centros de operaciones a nivel distrital y centros de logística rurales a nivel de cantón, con los que ayudan a los agricultores a crear cuentas, hacer pedidos, realizar pagos y recibir los productos, lo que permite a los usuarios rurales comprobar cómo funciona el comercio electrónico y lo rápidas que son las entregas.
“Nosotros, los campesinos, también contamos con nuestra propia plataforma en línea; no solo podemos comprar sino que también podemos vender nuestras cosechas en Internet. Así ganamos algo”, expresa Zhao Shengkui, campesino de la ciudad de Haidong, provincia de Qinghai. Productos como el gouqi (wolfberry en inglés) y las carnes de res y cordero de Qinghai, las manzanas de Shandong o los limones de Henan, así como los dátiles y las nueces de Shanxi, se venden en todo el país gracias al comercio electrónico.
Actualmente, se está estableciendo el modelo Internet + agricultura, pero en esta etapa inicial hay que resolver diversos problemas, entre ellos la falta de conciencia de la necesidad de desarrollo, la escasez de talento, el retraso de la infraestructura de información rural, la logística no avanzada y la falta de apoyo financiero.